Acaba de dejarnos para siempre Antonio Gala.  Un hombre con un sentido de la vida, para mí, impresionante.  Siempre me gustó leerlo porque de sus palabras emanaba creatividad y una gran dosis de positividad de vida. Me gustó mucho cuando dijo: “Que nos coja la muerte andando, de pie, que se diga de nosotros que murió vivo” y no es esa la única frase suya que me encantó leer, es más, hay una que es de esas frases que tú la tomas como tuya e intentas que siempre te acompañe en tu recorrido de vida. Es una frase hermosa que te invita a ser feliz, a nadar entre hermosos sueños y que te enseña a disfrutar de cada momento y no a gastarlos entre la monotonía y el desencanto. La frase es esta: “No se trata de añadir años a tu vida, sino de dar vida a los años”. Y es que toda persona necesita gozar de esas pequeñas cosas de la vida que te llevan a un estado mental de bienestar interior que te transporta a la felicidad. La alegría que puede producirte esos breves momentos que continuamente se cruzan en tu camino son a los que hay que aferrarse para que la vida vaya completando un bagaje de instantes maravillosos e irrepetibles..
Perdemos demasiado tiempo malgastando días entre pesadumbre y desgana. Acumulando penas  o añorando una vida mejor y eso solo nos conduce a la frustración. Tenemos que disfrutar de lo que nos ha tocado vivir, y saborear cada uno de nuestros minutos de vida porque son realmente nuestros, es un error enfocar nuestra vida a lo que piensen los demás de nosotros porque nos condicionan. Tampoco tenemos que añorar la vida de los demás porque tenemos que centrarnos en la nuestra y sacarle el mejor provecho posible. No podemos, ni debemos, malgastar días lamentando no tener la suerte de los demás porque la única consecuencia que esto puede traernos es que en nuestro interior nazca la envidia y esto solo nos aportará sufrimiento. Lo más hermoso y sensato que podemos hacer con nuestra vida es valorarla, protegerla y disfrutarla, razones que te llevaran a las emociones y así, aprenderemos que es necesario, cada día, sentirse feliz por poder vivir todos estos momentos.
Soñar en positivo es otro de los pilares para sentirte bien contigo mismo. Imaginar situaciones hermosas e ilusionarte con proyectos de vida, aunque sean insignificantes. Si entras en el mundo idílico de los sueños dejaremos de exigirnos a nosotros mismos, eliminando esa presión tan exagerada a la que sometemos diariamente nuestra existencia.
Si nos hacemos fuertes ante las adversidades seguro que no nos afectará jamás todos esos obstáculos con los que tenemos que luchar a diario. El secreto está en hacerte fuerte a nivel emocional y entonces, desterrarás la monotonía, a la vez que abrimos una ventana a la felicidad por la que fluirá, en nuestra vida,  los sentimientos y las emociones.