Si analizamos a la sociedad actual, enseguida te das cuenta que está llena de absurdas sinrazones. Cada día te encuentras con un montón de incongruencias, por supuesto sin argumento, que nada tienen que ver con la realidad y la cordura. Voy a analizar mi opinión con un ejemplo: Eres joven, has finalizado la carrera con un expediente sobresaliente, estás deseoso de entrar en el mercado laboral para desarrollar todo el conocimiento adquirido y te das de cabeza con las ofertas de trabajo que ofrecen las empresas. ¿Sabéis porqué?, lo principal que debe tener el candidato a la oferta  de trabajo es varios años de experiencia. Vamos a ver, ¿Cómo va a tener experiencia si acaba de formarse? ¿Es que no basta con un buen currículum y desarrollar una excelente entrevista? Por lo visto, no.
Sencillamente porque casi nunca se les da esa opción al no poseer ese requisito de los años de experiencia. Lo peor de todo es que por ese camino jamás tendrán la oportunidad al trabajo porque sino se les contrata, nunca podrán acumular esa experiencia.
Esto es un simple ejemplo de una situación absurda porque si luego entramos en profundidades, tengo el presentimiento de que estamos dando pasos de retroceso. Me pongo a pensar en la diferencia que existe entre lo que deberíamos hacer y lo que hacemos y choco contra una realidad irracional. Cada día estoy mas seguro que nos estamos revistiendo de contradicciones, de situaciones y momentos que no tienen lógica. No podemos pasarnos la vida envidiando, odiando y rechazando a nuestro semejante y no verle o descubrirle su bondad o sus valores hasta el día que se ha ido para siempre (léase entre líneas: el día que estamos en su funeral).
Me confunde la situación, somos extremadamente contradictorios: nos gusta ser altruistas pero lo desarrollamos desde el egoísmo; vamos de modernos, y nos gusta recrearnos en lo caduco y nos gusta ejercer de íntegros, y somos capaces de vendernos al mejor postor. Lo que os decía, pura contradicción. Usemos en nuestra vida, de una puñetera vez, valores tan hermosos como la cordura, la integridad, la dignidad y la justicia, ellos son los únicos que pueden hacer al ser humano más humano y, sobre todo, más libre.
En fin, hoy solamente quería reflexionar sobre lo absurdo que podemos ser con las incongruencias y las expresiones que nos encontramos en nuestro día a día. Situaciones absurdas que tenemos que ir, a lo largo de nuestra vida, echando en la mochila y cuando tenemos que enseñar el contenido solo mostramos algo que nunca debe guardar el ser humano: hipocresía y conformismo.