“Somos conscientes de que no vamos ganar ningún premio en Badajoz, pero aún así, vamos a desfilar y a disfrutar del carnaval”. Así lo asegura Agustín Sánchez, de La Kochera, cuya temática este año para el Carnaval versa en los juguetes de “indios y vaqueros”. Y ahí, en la temática y el traje con que participan, es donde radica el problema.

Hasta el año 2019 la comparsa podría haber participado sin penalización alguna, ya que la normativa del Carnaval pacense recogía en sus bases la obligatoriedad de llevar el mismo traje en todos sus componentes entre el estandarte y el último músico, concediéndose varias excepciones, entre ellas, “que siendo dentro de la misma temática haya distintos trajes relacionados”. Indios y vaqueros… la relación se entiende.

Pero estas bases cambiaron para el desfile del año 2020, en la que se eliminaba el hecho de que pudieran ser trajes diferentes si la temática lo requería. Y así ha continuado este año, por lo que La Kochera ya sabe de antemano que incumplen la normativa y no opta a premio: “Sí podemos participar y desfilar, nos puntuarán, como a todas las comparsas”, pero las penalizaciones le pasará factura y lo asumen. “Te retiran 20 puntos por cada disfraz que incumpla la norma”, nos comenta Agustín, por lo que no es difícil echar cuentas, dado el número de componentes que tiene la comparsa, y adivinar que el saldo de puntos de La Kochera será, con toda probabilidad, negativo.

Tampoco tendrán subvención como comparsa (los 400 euros con que se dota a los grupos participantes), ya que no serían entendidos este año como tal al no llevar unificado el traje del grupo en su totalidad.

Agustín aclara a Crónicas de un Pueblo que desde La Kochera no se sienten atacados como comparsa en ningún sentido, sino que el sentimiento es el de sentirse atados en su creatividad. Y hace énfasis en esta palabra en concreto: “La Kochera siempre ha intentado que el Carnaval sea lo más dinámico posible, siempre hemos trabajado con la mayor creatividad y diversidad, en el Carnaval todo cabe. Entendemos que debe haber unas normas, pero éstas cortan el vuelo de los grupos a la hora de imaginar y crear una temática”. Además, hace alusión a que el trabajo de las comparsas y la compra del material empieza mucho antes del momento en que se aprueban las bases, por lo que una solución podría ser que esas mismas bases se realizaran con mayor antelación.