Una legislatura perdida para la economía
Pedro Sánchez remarcó al inicio de la legislatura que su acción política iba a girar sobre dos verbos: avanzar y proteger, pero no hay ningún avance en ser la última economía de la UE en recuperar el PIB prepandemia, en ser líderes de la Unión en paro general y juvenil, en romper todos los récords de deuda pública y en disparar la desigualdad..
El mandato de Sánchez supondrá una legislatura perdida para la economía española ya que somos el único país, junto a la República Checa, que no ha recuperado el nivel del PIB prepandemia por lo que no es nada descabellado pensar que si otros países lo han hecho y no España, es porque tenemos un Gobierno que no está a la altura de lo que merecen los españoles con un presidente como Sánchez que vive instalado en una realidad paralela y nos tiene acostumbrados a presumir en sus comparecencias públicas de cumplir con sus compromisos, pero la realidad es tozuda y nos demuestra a menudo que solamente ha cumplido con sus socios para satisfacer sus demandas y poder seguir siendo presidente del Gobierno.
Cumplir con los españoles no casa nada bien con derogar los delitos que protegen el Estado de derecho y el marco constitucional, ni con abaratar la corrupción ni que los agresores sexuales tengan penas más bajas. Ya son más de un centenar los condenados por agresión sexual que se han visto beneficiados por la nefasta ley del sólo sí es sí sin que desde el Gobierno se mueva un dedo para solucionarlo. Es difícil hacerlo pero en manos tiempo ya que gracias a Sánchez sucesión de despropósitos es incontable: la sedición no existe y la malversación es más barata, como también lo son las agresiones sexuales con la Ley del solo sí es sí.
Parece una realidad irrefutable que a Sánchez lo único que le interesa es mantenerse como sea en el poder y para ello está dispuesto a pagar cualquier precio sin importarle lo más mínimo dilapidar su credibilidad ante los españoles por sus reiteradas mentiras, como cuando dijo en múltiples ocasiones que no indultaría a los condenados por el procés, que no derogaría el delito de sedición y que lucharía contra la corrupción. Ahora que dice alto y claro que el referéndum en Cataluña no se va a producir, pocos españoles dudan de que serán los independentistas quienes digan cuándo se realizará.
2022 ha sido un mal año para España y su calidad democrática a causa del deterioro institucional impulsado por el propio Gobierno, pero en este 2023 electoral se pueden revertir muchos de los malos pasos dados si otras alternativas políticas con propuestas y mensajes esperanzadores se abren paso.
Pedro Sánchez remarcó al inicio de la legislatura que su acción política iba a girar sobre dos verbos: avanzar y proteger, pero no hay ningún avance en ser la última economía de la UE en recuperar el PIB prepandemia, en ser líderes de la Unión en paro general y juvenil, en romper todos los récords de deuda pública y en disparar la desigualdad..
El mandato de Sánchez supondrá una legislatura perdida para la economía española ya que somos el único país, junto a la República Checa, que no ha recuperado el nivel del PIB prepandemia por lo que no es nada descabellado pensar que si otros países lo han hecho y no España, es porque tenemos un Gobierno que no está a la altura de lo que merecen los españoles con un presidente como Sánchez que vive instalado en una realidad paralela y nos tiene acostumbrados a presumir en sus comparecencias públicas de cumplir con sus compromisos, pero la realidad es tozuda y nos demuestra a menudo que solamente ha cumplido con sus socios para satisfacer sus demandas y poder seguir siendo presidente del Gobierno.
Cumplir con los españoles no casa nada bien con derogar los delitos que protegen el Estado de derecho y el marco constitucional, ni con abaratar la corrupción ni que los agresores sexuales tengan penas más bajas. Ya son más de un centenar los condenados por agresión sexual que se han visto beneficiados por la nefasta ley del sólo sí es sí sin que desde el Gobierno se mueva un dedo para solucionarlo. Es difícil hacerlo pero en manos tiempo ya que gracias a Sánchez sucesión de despropósitos es incontable: la sedición no existe y la malversación es más barata, como también lo son las agresiones sexuales con la Ley del solo sí es sí.
Parece una realidad irrefutable que a Sánchez lo único que le interesa es mantenerse como sea en el poder y para ello está dispuesto a pagar cualquier precio sin importarle lo más mínimo dilapidar su credibilidad ante los españoles por sus reiteradas mentiras, como cuando dijo en múltiples ocasiones que no indultaría a los condenados por el procés, que no derogaría el delito de sedición y que lucharía contra la corrupción. Ahora que dice alto y claro que el referéndum en Cataluña no se va a producir, pocos españoles dudan de que serán los independentistas quienes digan cuándo se realizará.
2022 ha sido un mal año para España y su calidad democrática a causa del deterioro institucional impulsado por el propio Gobierno, pero en este 2023 electoral se pueden revertir muchos de los malos pasos dados si otras alternativas políticas con propuestas y mensajes esperanzadores se abren paso.