Miércoles, 05 de Noviembre de 2025

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Ana María Moreno Vaquera | 4555
Martes, 10 de Enero de 2023 Actualizada Martes, 10 de Enero de 2023 a las 12:34:14 horas

Amelia Casablanca Gómez, comerciante

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Es una mujer apasionada por el trabajo. Eligió desde muy niña el oficio del comercio de barrio, negocio que regentaban sus padres. Sabía que quería trabajar y dejó los estudios, por mucho que la obligaran. Así, sin horarios ni festivos, consagró su vida al mostrador, mientras intentaba no desatender a su familia y compaginar su negocio con algunos ratos de diversión que le robaba al sueño.
Amelia Casablanca, en la calle Papas, es un referente de mujer emprendedora dedicada al comercio que ha sabido adaptarse a los tiempos innovando e invirtiendo y cuya edad de jubilación “intentará que no le llegue nunca”.
Casablanca, una tienda donde comprar de todo.

 

[Img #94812]¿Puede presentarse?
Soy hija de José María, natural de Villagonzalo, que era industrial y de Amelia que trabajó como modista y ama de casa. Tengo 4 hermanos y un primo, que es como un hermano más.
Me casé con Valeriano Sánchez el 4 de diciembre de 1976, con quien tengo dos hijos y, actualmente, tengo dos nietos.

 

Sus primeros colegios…
Mi primera escuela fue la “de los cagones”, de la señorita Eulalia. Después estuve en la escuela de doña Irene, en la Academia de Santo Tomás de Aquino y en el Instituto de Secundaria de Badajoz y del Vegas Bajas, en Montijo.

 

¿Cómo pasó su infancia?
Pasé una infancia y una adolescencia muy bonitas, con mis amigas María de los Ángeles, María Teresa y Emilia y, también con mis primos, los hijos de mi tía Remedios. De pequeños íbamos con mi tía Ana y mi tío Manolo a bañar al Lacarón, acompañados todas con mis amigas, hermanos y primos.
Mi padre tenía un motocarro y todos nos montábamos allí juntos para ir a todos los sitios.

 

Recuerdos infantiles…
A mi padre, como era de Villagonzalo, le encantaba ir allí todos los fines de semana y yo iba a ver a mis primas, me montaba en el tren y me bajaba en Villagonzalo.
Allí  se hacían guateques y lo pasábamos muy bien, también íbamos al Club 09 donde nos lo pasábamos también `bomba´.
En Montijo me gustaba ir al Salón Moderno y a la Discoteca Colón a ver las actuaciones de los grupos musicales más famosos del momento, como el Dúo Dinámico, Andrés do Barro, Basilio, José Luis Perales y Rocío Jurado (que es mi ídolo).

 

¿Cuál ha sido su formación?
Tengo la formación que da la carrera de la vida porque a los 9 años me iba a la tienda de mis padres, y me gustaba mucho. Mi padre a los 10 años me hizo un banco en el que me subía y despachaba, pero mi padre me obligaba a estudiar, lo intentó tres veces y ya vieron que era imposible, que lo que me gustaba era trabajar en la tienda. A los 12 años empecé a trabajar, aunque seguía estudiando: Mi padre me obligaba a estudiar y primero fui a un instituto de Badajoz porque aquí todavía no había todavía y después estudié en el instituto de Montijo, cuando lo abrieron.

 

¿Dónde estaba su primera tienda?
En la calle López de Ayala, en el número 83, conocida también como la calle Papas. Es la misma donde estamos actualmente. Casablanca abrió en 1952, justo cuando nací por lo que empecé a trabajar allí desde muy pequeña. En esos primeros años la tienda era más pequeña, pero vendíamos de todo: plantas de tomate, melocotoneros…Todo lo que nos encargaban y si no lo teníamos en existencia, se lo traíamos a la clientela.  ¡Y no se nos resistía nada!

 

¿Cómo empezaron a vender flores?
Fue muy anecdótico, y se nos ocurrió porque fui a comprar un frigorífico con mi hermano a Badajoz. En la calle Menéndez Valdés vimos una cola impresionante de gente y nos bajamos del coche para ver qué pasaba. Era víspera de la fiesta de Todos los Santos y en las floristerías de Badajoz, que en esa época eran solo dos, vendían flores para llevarlas al cementerio y era el motivo de largas colas para comprarlas. Así que con el dinero que llevaba para comprar el frigorífico lo gastamos todo en flores. Cuando llegamos a casa le contamos a mi padre que la tienda para comprar el frigorífico estaba cerrada, que por otra parte fue verdad, y que todo el dinero nos lo habíamos gastado en flores para venderlas en Montijo. Mi padre se puso muy contento porque vio que era una buena idea. Puse dos baños con flores en la puerta y empecé a vender flores como loca. Así que mis padres estaban contentísimos con la idea.
Años más tarde empecé a comprarlas directamente a los invernaderos.

 

[Img #94815]¿Algún recuerdo de su infancia?
Recuerdo que cuando pasaba por la calle Hernán Cortés había un hombre que cuando me veía pasar me decía: Casablanquina, ¿tú sabes quién es el hombre que tiene más huevos de todo Montijo? Yo contestaba que no lo sabía y él respondía: Casablanca (porque mi padre vendía huevos).
Me enfadaba muchísimo y cuando llegaba a casa se lo contaba a mi madre que me explicaba el motivo.
Al día siguiente me vuelve a decir: Casablanquina … (yo pensaba que me iba a decir lo mismo del día anterior pero no fue así.) No hay niña más bonita que mueva mejor la coleta que tú. ¿Qué te da de comer tu madre? Y le contesto: ¡Pienso compuesto! Y me reía….

 

¿Quiénes estaban al cargo de la tienda?
Mis padres, José María y Amelia, estaban al cargo de la tienda hasta que me casé y entonces me ayudaba mi marido.

 

¿Qué vinculación tuvieron con POEX?
Mis padres exportaban huevos a Madrid. Huevos, aves y caza y al poco tiempo pusieron un matadero de pollos. La empresa se llamaba POEX, pollos de Extremadura, cuyos responsables eran mis cuatro hermanos: José Luis, Isidoro, Carlos y Santiago.

 

¿Cómo ha ido evolucionando y cambiando sus trabajos?
Eso lo iba pidiendo cada época y según pasaba el tiempo.

 

¿Cuáles eran sus trabajos preferidos?
Me gustaban todos los de la tienda. Yo lo que quería era trabajar. Me levantaba a las 5 de la mañana sin que nadie me dijera nada y algunas veces me daban las 3 de la madrugada trabajando.

 

¿Cómo es su relación con los clientes?
La relación era y es muy buena, cuando entran en la tienda es como si fueran otro más de la familia.

 

Han ido ampliando el negocio ¿Cómo fue la ampliación?
Teníamos una tienda pequeña, con la vivienda detrás y el matadero arriba de la casa, hasta que el matadero lo trasladaron al lado de la fábrica de Invecosa y luego ya la tienda se amplió, llevamos hechas tres reformas con ampliaciones. En el año 1991 tiramos la casa vieja e hicimos reformas, la casa arriba y la tienda abajo.
 
¿Quiénes estaban al cargo de la tienda?
Desde que yo era pequeña y hasta que tuve 15 años, estaba Tere López, que era la señora de Blas, El sastre. Se fue tres días antes de casarse y lloré mucho su ida y la eché de menos porque ya tenía que quedarse con su marido en la sastrería y no podía estar conmigo. Luego estuvo Sagrario, María Teresa, sus cuñadas Juani y Loli. También me ayudaron mis queridísimas niñas Sagrario Delgado, su hermana y su prima Mari Carmen.

 

Tuvieron también Interflora ¿Desde cuándo?
Pues fue en el año 1980.

 

En 2022 han vuelto a reformar… ¿era necesario adaptarse a los nuevos tiempos?
Si, lo pasé muy mal porque no quería, pero al final se tuvo que hacer. Lloré muchísimo y todavía lo estoy lamentando. Creía que no iban a volver a venir mis clientas, pero no me pudieron echar de la tienda ni los albañiles. Los albañiles me decían… “tú no te preocupes que te clavamos aquí”, y con la cabeza llena de tierra y yeso seguía allí.
Al ver la obra las clientas no entraban, pasaban con el coche y yo les decía que entraran que se seguía vendiendo.
Trasladamos parte de la tienda al corralón de mi tío Pepe Caballero, que le estaré agradecida de por vida y, también, al corralón de mi tía María Gutiérrez y de mi vecino, casi hermano, Manolo Gutiérrez, al que también le doy las gracias.

 

¿Qué han innovado?
Se ha renovado la imagen de la tienda, se ha destinado una zona especial para novias, otra para decoración y arte floral y, también, una nueva zona de trabajo más amplia.  Detrás está otra tienda de 300m2 dedicada a flores artificiales.

 

¿Han vendido de casi todo a lo largo de su trayectoria?
Sí, he vendido de todo, mi licencia fiscal lo dice… jajaja. Me he dedicado a la venta al por menor de toda clase de artículos.

 

¿Quién le ha acompañado habitualmente en su aventura empresarial?
Me han acompañado mi esposo y, ahora, mis hijos, pero siempre he estado sola.

 

¿Cómo ha conciliado la vida familiar con el trabajo?
Regular, porque, a veces, desatendía lo más importante, mis hijos y los dejaba con mis padres y con mis suegros. Me he perdido la infancia de mis hijos, eso es algo de lo que me arrepiento.

 

¿Cómo vivieron empresarialmente el confinamiento?
Lo viví bien, trabajé muchísimo porque no podían venir las muchachas, entonces el trabajo lo hacíamos entre mi hijo Vale y yo.

 

¿Comerciante o empresaria?
Pues las dos cosas.

 

Su familia en general ha sido muy emprendedora ¿en qué sectores o empresas?
Yo al cargo de la tienda, mis hermanos, con el matadero de pollos y mis hijos y mi marido con el tanatorio. Mi hijo Vale fue el más tenaz en ese negocio porque querían dárselo a una empresa de fuera y lucharon mucho para conseguirlo.
Mis hijos tienen varios negocios en Montijo y seguimos con mis 3 floristerías.
Así que los sectores: tanatorio, telefonía y floristería.

 

¿Qué dificultades destacaría de su vida empresarial?
Que no tengo horario, que me llamen a la hora que me llamen tengo que atender. Da igual que sea para hacer una corona ya sea para una boda o nochevieja pero siempre lo hago gustosamente porque me encanta mi trabajo.

 

Antes no había horarios ni festivos… ¿Y actualmente?
Tampoco, como me conocen llaman al timbre de mi casa para cualquier urgencia: unas medias para una boda, unas bobinas de hilo, champú, … El día que se casó la hija de mi querido primo Luis nos íbamos ya a la boda y una señora fue a por un ramo para la boda de su hija y mi marido esperó en el coche mientras hacia el ramo a la novia, … ¡llegamos tarde a la boda de mi sobrina!.

 

Siempre trabajando… ¿Cómo se ha divertido?
Si siempre trabajando y, también, disfrutando. Iba a discotecas como todo el mundo, lo único que no descansaba después
Un día de Reyes fuimos al roscón y llegamos a casa a las 6 de la mañana y a las 7 puse el despertador porque tenía 2 ramos de novia.
Recuerdo cuando mis hijos eran pequeños e íbamos al campo son mis amigos, mi hermano Santi y mis cuñadas Juani y Loli y sobrinos, el verano con la piscina, en invierno con la chimenea.
Cuando veníamos de vuelta montábamos a los peques en el furgón, yo iba con ellos y cantábamos….
“A fulanita o menganita le pica el culo porque ha comido garbanzos crudos” …. Jajaja
¡Recuerdo, a los niños junto a sus compadres Eulogio y Ángeles y todos sus hijos y lo pasábamos bomba!

 

¿Algún negocio que le hubiera gustado?
Una pastelería porque cuando iba a la pastelería de Paco y veía a Fefi, esa chica tan guapa despachando los pasteles yo le decía a mi madre que me gustaría ser como ella.
Los domingos iba al Cine Emperatriz, pero antes entraban en la pastelería de Paco. ¡¡¡Que tiempos tan felices!!!

 

¿Si volviera atrás seguiría optando por tener negocios?
No, me gustaría poder vivir la infancia de mis hijos. El día más feliz de mi vida fueron los del nacimiento de mis hijos, si con Antonio fui feliz y con mi hijo Vale me volví loca de felicidad.

 

¿Cuál es el secreto de triunfar en Montijo con los comercios?
En mi caso, constancia y perseverancia. Tengo 70 años y sigo trabajando como el primer día.

 

¿Cómo mujer ha tenido que renunciar a mucho por estar tras el mostrador?
Si muchísimo, pero como me gusta el trabajo me lo compensaba.

 

¿Qué diferencias destacaría de sus comienzos a los tiempos actuales?
Cuando empecé la gente pasaba por unos años estrechos, no tenía dinero y se lo apuntaba la compra. Eso a ellos no se le olvidaba, aunque vivieran el Valle o en cualquier pueblo volvían y cuando venían eran agradecidos.

 

¿Le ha supuesto mucha dificultad adaptarse a los cambios?
Muchísimo, no me manejo bien con los ordenadores y la mayoría de las cosas se hacen en él. Tengo a Montse y a Sara acobardadas.

 

¿Se imagina jubilada?
No, actualmente tengo 70 años y estoy jubilada desde los 65 pero desde entonces sigo pagando el autónomo y mi idea es seguir hasta el final.

 

NOMBRE: Amelia Casablanca Gómez.
EDAD: 70 años.
NACIMIENTO: Montijo, 17 de mayo de 1952.
ESTADO CIVIL: Casada.
RESIDENCIA: Montijo.
UNA COMPAÑÍA: Mi familia.
UN LUGAR PARA VIVIR: Montijo.
UN LUGAR PARA PERDERSE: Roma y Villagonzalo.
UNA LECTURA: La revista Hola. Jajajajaja.
UNA MÚSICA: Música clásica, Julio Iglesias, Rocío Jurado, Raphael y José Luis Perales.
UN HOBBIE: Trabajar.
UN SUEÑO: Algo que a mi hijo Antonio le gustaría tener.

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