Martes, 04 de Noviembre de 2025

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Ana María Moreno Vaquera | 3577
Viernes, 07 de Octubre de 2022 Actualizada Viernes, 07 de Octubre de 2022 a las 14:27:52 horas

Laura Moreira Álvarez, actriz

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Pasa una infancia y adolescencia feliz, deseando comerse el mundo junto con sus amigas.
Siguiendo la tradición familiar, cursa Magisterio y trabaja como auxiliar de Lengua en el Centro Ciudad Escolar Internacional de Lyon, donde también imparte clases de teatro.
Después continua sus estudios de Filología Francesa en Salamanca, donde se produce el mayor aprendizaje de la vida cuando no puede marcharse de Erasmus a Marsella porque le diagnostican un cáncer.
Tras su recuperación trabaja en la escuela Educar para la Paz.
En 2009 se dedica profesionalmente a las Artes Escénicas siendo la interpretación su único trabajo.
Combina cuentacuentos con teatro y crea su propia compañía Lakarrakaenescena, con la que estrena su última producción unipersonal: GROSELLA.
Y es una asidua actriz en el Festival de Teatro Cásico de Mérida.

 

¿Puede presentarse?
Soy hija de Carmen Álvarez Moreno y Ángel Moreira Blanco. Ambos maestros de profesión. Mi hermana se llama Ana Libertad, pero la conocen más como Analí. Ella también se dedica a la enseñanza. Incluso yo estudié Magisterio, por la especialidad de Lengua Francesa en la Universidad de Salamanca.

 

Sus primeros colegios…
De niña fui a la guardería de Petete, al colegio Virgen de Barbaño y al instituto Vegas Bajas.

 

¿Cómo pasó su infancia?
Mi infancia la pasé jugando con mis primos Antonio Chiporra y Perico y mis amigas del cole Inma, Lucia, Ana, Lupe, María y Marta, y esa prima de amigas (que desde entonces también se convirtió en amiga) que llegaba de Madrid, María José, en las calles de este pueblo, en la cocina del Restaurante Café Bar El Portugués de Mi abuela Nati y Mi abuelo Emilio, haciendo teatro con la señorita Lali, yendo en verano al campo de la tía Fely de mis primos, con mi tía Pepi y mi tío Antonio (quién cantaba “Oh sole mío…” (cada vez que se metía en el agua).
También recuerdo jugar a “bote botello” con quién ese día estuviera en la plaza, y escondernos en un pueblo que era entonces mucho más pequeño. Con especial cariño nombro la casa de mi tía Consuelo, la cuñada de mi abuela Ana, donde ellas, ambas sentadas en una sillita de mimbre charlaban y pasaban el rato delante de la puerta, y yo iba a hacer pipí y a beber un poquito de agua. No olvido el Lussy, a Pura, Maribel, Juan, Aliseda…amigos y amigas de mis padres con quienes íbamos a ese bar donde una vez me encontré un billete, y en otra ocasión planté unos kikos en el árbol de en frente, y para mi sorpresa salieron flores a los pocos días.
Mi infancia también la pasé entre tiendas de campaña, cuadernos de campo, prismáticos, mochilas, linternas, tazas y platos de metal… Tuve la suerte de hacer muchas excursiones, participar en muchos campamentos, en definitiva… viajar (cerca y lejos).
Mi infancia la pasé así, muy feliz.

 

¿Y después estudió en el Instituto?
Después llegó el instituto, las nuevas amistades y los primeros amores. No diré nombres, je, solo diré que quise mucho. Y llegó el campo de Paula, nuestras risas, nuestras fiestas… Nuestro callejón, donde ahora hay un parque próximo a la biblioteca. Ahí charlábamos durante horas, y las ganas de vivir y comernos el mundo crecían, como nuestra complicidad. ¡Os quiero amigas! ¡Hoy y siempre!

 

Procede de una familia de maestros….
Como dije antes, vengo de una familia de Maestros y Maestras, con M mayúscula (porque así son de relevantes para mí), así que no me resultó difícil elegir como primeros estudios Magisterio, por vocación, cercanía y gusto. Siendo además una carrera que me permitía disponer de tiempo para seguir disfrutando de hacer teatro.

 

¿Su primer trabajo?
Después me marché a Francia, Lyon, durante un año. Allí trabajé, siendo este mi primer trabajo, como Auxiliar de Lengua. Impartía clases de español y teatro a niños y niñas en un gran centro educativo: Ciudad Escolar Internacional (así se llamaba). Allí viví con un amigo, de padre Palestino y madre Siria, Amido era su nombre. Ambos hacíamos teatro. Y durante el año que allí viví, fue algo más que un compañero de piso. Se convirtió en mi familia.

 

¿Estudia algo más?
Regresé a Salamanca para ampliar mis estudios. Y empecé Filología Francesa. También continué haciendo teatro. Cuando estaba a punto de marcharme a Marsella con una Beca Erasmus me diagnosticaron un cáncer, un Linfoma y tuve que regresar de manera urgente a Montijo; para ser más exactos, al Hospital Infanta Cristina, de Badajoz.
Debo decir, a toro pasado, que mi estancia en el Hospital también fue una gran escuela.

 

¿Tras su recuperación dónde vuelve a trabajar?
Y para escuela… la Escuela Educar para la Paz, donde trabajé de la mano de Laura Palomo y Alfonso Pérez tras mi regreso a Montijo. ¡Vaya belleza de proyectos que pusimos en marcha juntos: Escuelas de Verano, programas de Radio, Grupos de Teatro y hasta el festival de Montijo Arterado que se celebró durante varios años en el Parque Municipal de Montijo!. Y esto solo es un ejemplo de lo mucho y bonito que surgió de unir nuestras cabezas y nuestro corazón.

 

¿Cuándo deja la Escuela para pasar al sector de las Artes Escénicas?
En el 2009 me hice autónoma en el Sector de las Artes Escénicas para dedicarme en exclusividad a ellas. Así que este, la interpretación, es desde entonces mi único trabajo. Combino el cuentacuentos (para público infantil-juvenil-adulto), con el teatro. Trabajando con Diputaciones, Junta de Extremadura, Editoriales de ámbito nacional y con todo ayuntamiento, colegio, instituto, biblioteca, asociación, casa de cultura que quiera contar conmigo (y con esto digo, contratarme, jejje).

 

¿Con cuál compañía actúa?
Además, tengo mi propia compañía Lakarrakaenescena, con quién he tenido la suerte de estrenar hace poco mi última producción unipersonal: GROSELLA. Becada por el Espacio Escénico: La Nave del Duende (Red Nacional Teatros Alternativos), con el apoyo del INAEM (Instituto Nacional Artes Escénicas) y el Ministerio de Cultura y Deportes. Una producción con autoría propia, dirigida por Eva Romero. Directora también de: El Velo de las Mariposas, de la Cía La Estampa Teatro- Concha Rodríguez, y de Las Suplicantes, de la Cía La Libélula Teatro- Maribel Mesón. Donde en ambas tengo la suerte de trabajar como actriz. Con esta última tuve la oportunidad de estar programada el verano del 2021 en el Festival de Teatro Cásico de Mérida. Y haber girado, seguir haciéndolo, por distintos escenarios nacionales.

 

¿Ha actuado en alguna otra compañía teatral?
Como digo es una suerte trabajar para otras compañías que confían en ti. No querría olvidar Verbo Producciones, con Fernando Ramos. Fue él el primero, tras yo dar a luz a mi niña Xilda, quién me llamó para participar como actriz en La Comedia Rusa. Con ayuda de mi madre y mi padre (haciendo de canguros) y mi compañero Xurxo (haciendo reducción de jornada), pude aceptar la invitación.

 

¿Profesión compatible con la vida familiar?
Para llevar a cabo un trabajo como el mío, donde efectivamente muchas actuaciones son nocturnas, o incluso en ocasiones tienes que dormir fuera del hogar, abordar temporadas de ensayo con muchas horas, además de estudiar al llegar luego a casa…  necesitas, sí o sí, una corresponsabilidad familiar. Corresponsabilidad, esa es la palabra. Y yo sé que soy una suertuda, porque sé que muchas mujeres, cuando son madres, se ven obligadas de alguna manera u otra a dejar a un lado su carrera profesional. Y en este ámbito artístico, (que es el que yo conozco) y si sales del entorno es difícil volver a entrar. Hay mucha gente queriendo una oportunidad (supongo que como en muchos lados).
También es cierto, que es un trabajo con el que dispongo por otra parte (los días que no hay funciones, ensayos, o distribución (recordad que tengo mi propia compañía, y esta última labor también me corresponde) de muchas horas para disfrutar, organizar yo misma mi tiempo y acompañar de esta manera el crecimiento de mi hija. Y eso me parece fundamental y mágico.
A veces, además, mi familia aprovecha mis actuaciones para acompañarme y con eso organizarnos excursiones.
Otras simplemente viajo yo. Bien con los compañeros y compañeras de las distintas producciones en las que trabajo, bien yo sola, si así corresponde. Y por esta razón misma, tengo que decir que son muchas las horas que paso al volante. Disfrutando de preciosas carreteras y paisajes que nos ofrece esta bella Extremadura.

 

¿Cuándo decide dedicarse solo a la interpretación?
Quién me lo iba a decir, a mí, que empecé estudiando Magisterio. En el fondo pienso que un buen maestro, una buena maestra, debe ser un buen actor, una buena actriz y estar llena de recursos, tener la capacidad de la improvisación y el talento para enamorar al público. Decidí pasar de una profesión a la otra porque sentía que algo se me quedaba dentro. Yo siempre escribí, siempre jugué a hacer teatro, pero también siempre tuve ese miedo a fracasar y no hacerlo bien, por eso tardé tanto en decidirme. Hasta que en el verano del 2008 coincido participando en un taller de clown (de payasos) con el gran referente del humor Jango Edwards y me impulsa definitivamente a la profesión. Regalándome una, sino la mejor, de las enseñanzas aprendidas en estos años que llevo de vida: no tener miedo al error, asumir el fracaso para renacer y reinventarte desde ahí. Si no pruebas, no sabrás si sabes hacerlo… ¡Inténtalo, no te quedes con las ganas!
Y habiéndome comido ya un cáncer y habiéndome mirado cara a cara con la muerte, decidí no quedarme en esta ocasión con las ganas, y me tiré de lleno al barro. Y de esta manera he podido y puedo dedicarme a esta profesión que amo y respeto profundamente.

 

[Img #94251]¿Qué tipos de escenarios ha pisado?
He trabajado en escenarios muy pequeños, con muy poco público, y muy pocas infraestructuras, y también he disfrutado en varias ocasiones de grandes teatros como el Teatro Romano de Mérida, con miles de personas observándote. Poniendo el cartel de entradas agotadas, cada noche, como en el 2011, con Las Heroidas, Cía karlik-danza Teatro, dirigida por Cristina Silveira), en el 2015, con la Asamblea de las Mujeres, bajo la dirección de Juan Echanove ,Cía Pentación y en este 2021 con Las Suplicantes, de Eva Romero.
Actuar en Regina, Medellín, Cáparra, Almuñecar, Madrid, Elche, Caravaca, Ciudad Real, Granada, Salamanca, La Coruña, Roquetas del Mar, Cáceres, Mérida, Badajoz, Don Benito, Villanueva, Miajadas, Zafra, Plasencia, Sevilla, Jaén…en fin, y otras grandes ciudades me ha dejado tan rico sabor de boca como cuando actúo en pueblitos. Porque el lugar es lo que menos importa. Importa la función y el encuentro con el público.

 

¿Tiene alguna superstición?
Yo no soy supersticiosa, no tengo amuletos. Tengo un buen lápiz de ojos para pintarme la rayita y punto. También tengo que decir que me encanta el vestuario que en cada obra utilizo. Ponérmelo, peinarme y maquillarme es un precioso ritual que disfruto.
Reconozco que a mí en un día de función algo hay que siempre me da miedo: que el público no asista. Eso sí que sería triste. Porque lo que más me gusta de esta profesión es el público, sin duda. Ese murmullo de gente sentándose en las butacas, mientras una tras el telón, ya concentrada, sonríe ansiosa por salir a escena y dar lo mejor de ella.

 

¿En qué género se siente más cómoda: tragedia o comedia?
Da igual que sea una comedia o una tragedia lo que vaya a ofrecer, el corazón y el estómago siempre andan deseando que les ilumine el foco. Eso y que lleguen nuevos proyectos, Ya sean para dirigir, escribir o interpretar. En breve estrenaré un cuentacuentos para público adulto que lleva por título El Cuento erótico y su punto. Una invitación que me llega desde la Diputación de Badajoz. Y también estoy a punto de presentar otro para público familiar sobre las novelas ejemplares de Cervantes, que lleva por título: Dulcinea también cuenta. En esta ocasión es el plan de Fomento de Lectura de la Junta de Extremadura quién me lo ha ofrecido. Y yo, ¡encantada!

 

¿Qué proyectos inmediatos tiene?
A nivel teatral, no puedo adelantar nada, pero sí decir que pronto estaré metida en una nueva producción. En esta ocasión se me contrata como actriz y tengo que reconocer que estoy deseando empezar con ella.

 

¿Otras aficiones a destacar?
Pero yo no solo disfruto haciendo teatro. Me encanta cocinar. Pasear con mis perros, escribir, leer, bailar, salir al campo, dormir en la furgoneta y estar con la gente que quiero. Me encanta la vida. Y disfruto de cada momento como si fuera el último…porque podría serlo.

 

NOMBRE: Laura Moreira Álvarez.
EDAD: 41 años.
NACIMIENTO: 1 de marzo de 1981.
ESTADO CIVIL: Estado feliz.
RESIDENCIA: Montijo.
UNA COMPAÑÍA: Auténtica, entregada, verdadera.
UN LUGAR PARA VIVIR: Mi casa (mi pequeño paraíso).
UN LUGAR PARA PERDERSE: La imaginación.
UNA LECTURA: Corta (poesía, relato, teatro).
UNA MÚSICA: Cualquiera que me mueva por dentro. Hay muchas.
UN HOBBY: La Danza Africana.
UN SUEÑO: Ser feliz.

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