Adela, siempre en el recuerdo
El pasado sábado, 24 de septiembre, Adecom Lácara celebraba su 25 aniversario y entre los actos programados hubo uno, que para mí, tenía un motivo muy especial: Un reconocimiento a Adela Cupido, persona que formó parte importante de esta asociación.
Me encargaron que escribiera un texto de agradecimiento a Adela, metiéndome en la piel de Adecom. Quiero compartir con vosotros las palabras que le dediqué a ella:
Querida Adela: Hoy es ese día que te quiero agradecer públicamente el haber tenido la idea de mi creación. De haber apostado por mi nacimiento y luchar contra todas las dificultades del mundo, junto a ese pequeño grupo de personas, tan visionarias como tú, que sabían la gran oportunidad que era para nuestra comarca… mi nacimiento.
Siempre te he visto luchar sin hacer prácticamente ruido, llevando cada momento, de alegría o tristeza, con una discreción y entereza digna de elogio. Siempre invirtiendo cada preocupación en una sonrisa.
Tengo que reconocer que no ha sido todo un camino de rosas pero tú, en ningún momento dejaste de luchar para que yo, como asociación, saliera a flote siempre. ¿Sabes lo que más me gustaba de ti? Que ante cualquier contrariedad, con una sonrisa en los labios, completamente serena y firme decías: “Adelante, hay que seguir adelante… hay que luchar y olvidar porque la vida sigue”.
Por esa hermosa filosofía de vida que siempre te ha caracterizado, hoy quiero darte las gracias, reconociendo públicamente, que gracias a ti y a tu tesón e implicación, yo, como asociación, me haya convertido en una importante herramienta de apoyo para nuestros pueblos, vecinos y vecinas, nuestras empresas… ¡Qué hermoso legado has dejado!
Puedo asegurarte que, desde mi silencio, eres uno de mis más hermosos recuerdos…
Tu perenne sonrisa era la expresión de la alegría de tu alma. Un alma limpia y generosa para con todos y es lo que te hacía más grande. Tu generosidad se desarrollaba desde el anonimato… nadie sabe realmente lo que te implicaste en el bienestar de todos los que te rodeaban. ¡Qué corazón tan grande el tuyo!.
Hoy podemos escribir millones de palabras hermosas, llorar tu ausencia, recordarte eternamente pero yo creo que lo mejor que podíamos hacer todos es sentirnos afortunados porque se nos ha permitido la posibilidad de conocerte, hemos tenido la gran suerte de sentirnos tus amigos, tu familia y sobre todo, dar gracias por las horas que hemos podido disfrutar de ti.
Querida Adela, siempre formarás parte de nuestros recuerdos.
El pasado sábado, 24 de septiembre, Adecom Lácara celebraba su 25 aniversario y entre los actos programados hubo uno, que para mí, tenía un motivo muy especial: Un reconocimiento a Adela Cupido, persona que formó parte importante de esta asociación.
Me encargaron que escribiera un texto de agradecimiento a Adela, metiéndome en la piel de Adecom. Quiero compartir con vosotros las palabras que le dediqué a ella:
Querida Adela: Hoy es ese día que te quiero agradecer públicamente el haber tenido la idea de mi creación. De haber apostado por mi nacimiento y luchar contra todas las dificultades del mundo, junto a ese pequeño grupo de personas, tan visionarias como tú, que sabían la gran oportunidad que era para nuestra comarca… mi nacimiento.
Siempre te he visto luchar sin hacer prácticamente ruido, llevando cada momento, de alegría o tristeza, con una discreción y entereza digna de elogio. Siempre invirtiendo cada preocupación en una sonrisa.
Tengo que reconocer que no ha sido todo un camino de rosas pero tú, en ningún momento dejaste de luchar para que yo, como asociación, saliera a flote siempre. ¿Sabes lo que más me gustaba de ti? Que ante cualquier contrariedad, con una sonrisa en los labios, completamente serena y firme decías: “Adelante, hay que seguir adelante… hay que luchar y olvidar porque la vida sigue”.
Por esa hermosa filosofía de vida que siempre te ha caracterizado, hoy quiero darte las gracias, reconociendo públicamente, que gracias a ti y a tu tesón e implicación, yo, como asociación, me haya convertido en una importante herramienta de apoyo para nuestros pueblos, vecinos y vecinas, nuestras empresas… ¡Qué hermoso legado has dejado!
Puedo asegurarte que, desde mi silencio, eres uno de mis más hermosos recuerdos…
Tu perenne sonrisa era la expresión de la alegría de tu alma. Un alma limpia y generosa para con todos y es lo que te hacía más grande. Tu generosidad se desarrollaba desde el anonimato… nadie sabe realmente lo que te implicaste en el bienestar de todos los que te rodeaban. ¡Qué corazón tan grande el tuyo!.
Hoy podemos escribir millones de palabras hermosas, llorar tu ausencia, recordarte eternamente pero yo creo que lo mejor que podíamos hacer todos es sentirnos afortunados porque se nos ha permitido la posibilidad de conocerte, hemos tenido la gran suerte de sentirnos tus amigos, tu familia y sobre todo, dar gracias por las horas que hemos podido disfrutar de ti.
Querida Adela, siempre formarás parte de nuestros recuerdos.
























