Mi optimismo, nuestro optimismo
A lo largo de la vida, hemos podido confirmar que el estado en el que hacemos frente a nuestro día a día y la manera de enfrentarnos a las decisiones que hemos de tomar, tienen un poder trascendental sobre nuestras emociones, nuestros sentimientos y la conducta que reflejamos con los demás. Todos y cada uno de nosotros vamos buscando lo que por generalizar podríamos llamar el estado de completo bienestar físico, psicológico y social. La propia sociedad ha ido evolucionando en las últimas décadas y en el plano de la salud los avances han sido tan grandes que tenemos hasta píldora para la felicidad, aquella que con el nombre comercial de Prozac entró de lleno en nuestras vidas y que evitó muchos problemas que habrían tenido finales poco deseables. Por lo tanto, es de agradecer que con medios externos a nosotros podamos poner un punto de partida para poder caminar de la mejor forma posible la vida y si bien es verdad que unos parten con muchas fichas cuando nacen para poder manejarse de mejor manera, lo que es cierto es que depende mucho de como afrontes lo que tienes por delante, así te irá.
Todos hemos tenido que vivir sucesos que nos han transformado de la noche a la mañana y lo que hasta ese momento era blanco, se ha tornado en un abrir y cerrar de ojos en la más oscura realidad. Ahí es donde parte lo que algunos saben afrontar para poder seguir caminando adelante independientemente de que tengamos que tomar una dirección distinta y hay varios términos que nos ayudarán a conseguirlo. El primero de ellos es el de la esperanza, palabra que nos une de inmediato al futuro porque en sí misma nos va a hacer pensar que estaremos en ese futuro, que llegaremos a estar en él. Esa esperanza nos da ganas de vivir y superarnos.
Un segundo término es el de los sueños. Todos tenemos algún sueño que queremos que se haga realidad. El tener esa visión de lo que queremos que nos ocurra, permite afrontar la espera a que el sueño deje de serlo y se convierta en realidad “Lo voy a soñar tanto que no les va a quedar más remedio que concedérmelo…”
Un tercer y último término es el de “mente ocupada”. Tener la mente permanentemente dando vuelta a las ideas y tener el cuerpo permanentemente en ejercicio hace que nuestra serotonina, nuestra oxitocina y nuestra dopamina tengan a nuestro cuerpo permanentemente ocupado en ver la vida con la cara optimista que nos asegure llegar plenos allá donde tengamos que llegar. Estamos en verano, es tiempo de optimismo, vamos a mantener mente y cuerpo ocupados.
Y es que, “en mente ocupada no entran moscas”. Cierro la boca y a buscar los sueños de cada uno. [email protected]
A lo largo de la vida, hemos podido confirmar que el estado en el que hacemos frente a nuestro día a día y la manera de enfrentarnos a las decisiones que hemos de tomar, tienen un poder trascendental sobre nuestras emociones, nuestros sentimientos y la conducta que reflejamos con los demás. Todos y cada uno de nosotros vamos buscando lo que por generalizar podríamos llamar el estado de completo bienestar físico, psicológico y social. La propia sociedad ha ido evolucionando en las últimas décadas y en el plano de la salud los avances han sido tan grandes que tenemos hasta píldora para la felicidad, aquella que con el nombre comercial de Prozac entró de lleno en nuestras vidas y que evitó muchos problemas que habrían tenido finales poco deseables. Por lo tanto, es de agradecer que con medios externos a nosotros podamos poner un punto de partida para poder caminar de la mejor forma posible la vida y si bien es verdad que unos parten con muchas fichas cuando nacen para poder manejarse de mejor manera, lo que es cierto es que depende mucho de como afrontes lo que tienes por delante, así te irá.
Todos hemos tenido que vivir sucesos que nos han transformado de la noche a la mañana y lo que hasta ese momento era blanco, se ha tornado en un abrir y cerrar de ojos en la más oscura realidad. Ahí es donde parte lo que algunos saben afrontar para poder seguir caminando adelante independientemente de que tengamos que tomar una dirección distinta y hay varios términos que nos ayudarán a conseguirlo. El primero de ellos es el de la esperanza, palabra que nos une de inmediato al futuro porque en sí misma nos va a hacer pensar que estaremos en ese futuro, que llegaremos a estar en él. Esa esperanza nos da ganas de vivir y superarnos.
Un segundo término es el de los sueños. Todos tenemos algún sueño que queremos que se haga realidad. El tener esa visión de lo que queremos que nos ocurra, permite afrontar la espera a que el sueño deje de serlo y se convierta en realidad “Lo voy a soñar tanto que no les va a quedar más remedio que concedérmelo…”
Un tercer y último término es el de “mente ocupada”. Tener la mente permanentemente dando vuelta a las ideas y tener el cuerpo permanentemente en ejercicio hace que nuestra serotonina, nuestra oxitocina y nuestra dopamina tengan a nuestro cuerpo permanentemente ocupado en ver la vida con la cara optimista que nos asegure llegar plenos allá donde tengamos que llegar. Estamos en verano, es tiempo de optimismo, vamos a mantener mente y cuerpo ocupados.
Y es que, “en mente ocupada no entran moscas”. Cierro la boca y a buscar los sueños de cada uno. [email protected]