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Auxiliadora Correa Zamora | 192
Lunes, 08 de Agosto de 2022 Actualizada Lunes, 08 de Agosto de 2022 a las 17:52:01 horas

Una nueva mayoría social y parlamentaria

España vive el momento más complicado en 30 años desde el punto de vista económico como avanzan las últimas previsiones a la baja de la Comisión Europea y como siguen dejando claro los datos de paro, inflación o déficit en comparación con nuestros socios comunitarios.
Y esa situación que vive España de crisis económica, social e institucional se ha agravado considerablemente en los últimos meses, con una inflación del 10.2%, sin recuperar el PIB prepandemia, el doble de paro de la UE junto con unos niveles de déficit y deuda, hasta alcanzar un total de 1.4 billones de euros, desbocados. A todo ello tenemos que sumarle el hecho de que después de 24 subidas de impuestos en 4 años y 15.500 millones extra de recaudación por la inflación hasta el mes de mayo la única receta del Gobierno de Pedro Sánchez es volver a subir impuestos.
Los datos de la última encuesta del INE apuntalan la tesis de la crisis social: la situación de pobreza y mayor desigualdad en nuestro país ha aumentado considerablemente en el último año como lo refleja el hecho de que la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social se sitúa en un 27,8%, es decir 400.000 personas más en riesgo de pobreza en los últimos 12 meses están en una situación de carencia material y social severa. “No dejar a nadie atrás” era un gran lema de Sánchez, nacido de la factoría Redondo que el presidente del Gobierno repetía insistentemente como un mantra, y que la realidad y los hechos se han encargado de desmentir, ya que a día de hoy nadie puede negar que España es más pobre y más desigual que hace un año.
Es imperativo que al timón se ponga un nuevo Gobierno con una mayoría social y parlamentaria sólida ya que el ejecutivo de Sánchez es el más dividido de la democracia española, el más caro y grande de los 40 años de democracia; el Gobierno con más problemas internos y con sus aliados parlamentarios independentistas y un Gobierno cuyo partido mayoritario está en una crisis. Y la crisis institucional no deja de agravarse cada día porque Sánchez ha entregado la política de la memoria a Bildu, la política económica y fiscal a Podemos y la territorial a ERC.
Si queremos darle la vuelta a la tortilla y que España vuelva a recuperar el pulso económico, institucional y social no hay otra receta que cambiar al capitán del barco que cambie el actual rumbo errático de Sánchez. El empleo solamente se consigue dando estabilidad política, aliviando fiscalmente en un momento de incremento de precios a las familias y a las pequeñas y medianas empresas y atrayendo inversión, todo lo contrario de lo que está haciendo Sánchez.

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