Pedro Monty, Educación, Arte y Solidaridad
![[Img #93521]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/06_2022/2281_img-20220613-wa0046.jpg)
Es uno de los músicos más completos de nuestra región, un referente como educador y un constante colaborador y organizador de multitud de actos solidarios. Como músico se mueve con desenvoltura en diferentes estilos: desde la música clásica al jazz, pasando por la música latina, el pop, la copla o la música de cine. Artista, educador creativo, y colaborador de Crónicas de un Pueblo, siempre se encuentra en una búsqueda constante.
La ilusión, la innovación, la originalidad, el entusiasmo, la inspiración y la pasión, junto con un trabajo serio, hacen que cada uno de sus proyectos no deje indiferente a nadie, siempre repletos de emoción y sentimiento.
Colabora con grupos y artistas de prestigio nacional e internacional, desarrollando una extensa, variada y rica carrera discográfica.
Desde 2012 viene desarrollando su proyecto más personal y ambicioso: EL REINO DE LAS MUSAS, que está inspirado en la mitología:
“Existe una leyenda de la antigua Grecia en la que Zeus, después de haber creado al mundo, llamó a todos los dioses para enseñarles su obra. Los dioses admiraron el mundo sin decir palabra, y cuando Zeus preguntó si le faltaba algo a su obra respondieron: “Tu obra es magnífica y gloriosa, pero falta la voz que pueda inspirar la alabanza de esta gran obra”. Y así Zeus dio forma a las nueve Musas para alabar la creación por medio de las artes”.
Esta leyenda le inspiró, y le enseñó una nueva forma de mirar al mundo desde una triple perspectiva: la EDUCACIÓN, el ARTE y la SOLIDARIDAD, los pilares fundamentales transformadores del mundo, y son la clave para poder entender a este artista natural de Montijo (Badajoz), y de donde saca su nombre artístico: MONTY.
Desde la EDUCACIÓN
Este año cumple 30 años desde que comenzó Magisterio, ¿cómo lo valora?
Empecé a estudiar magisterio en la especialidad musical en Cáceres en 1992, recién estrenada esta especialidad. Tres años de aprendizaje y vivencias que se fueron asentando en los centros donde fui trabajando: Calamonte y Esparragalejo fueron los inicios, que aunque suelen ser duros, fueron los más ilusionantes. Todo era nuevo para mí, y aprendí muchísimo de mis compañeros durante esos 4 años: su curiosidad, su cercanía con los alumnos…empecé a disfrutar con mi vocación. Conservo aún muy buenos amigos, especialmente en Calamonte.
Después de 4 años tuve la suerte de poder dar clases en el CEIP “Príncipe de Asturias” de Montijo. Con la incertidumbre de cómo sería dar clases en mi pueblo, y con la suerte de tener como compañeros a grandes amigos, mi etapa en Montijo fue una etapa de crecimiento, donde pude perfilar mi estilo como maestro y profundizar sobre el sentido de la educación. Fueron diez años inolvidables y muy satisfactorios. Siempre que voy a Montijo, me saludan muchos antiguos alumnos, incluso con algunos de ellos tengo una buena amistad.
Desde hace 10 años estoy en Badajoz impartiendo clases.
Este es el último curso en el CEIP LAS VAGUADAS de Badajoz, ¿qué le ha supuesto esta etapa?
Mi etapa en Las Vaguadas ha sido apasionante, aunque los 2 últimos cursos han sido complicados, entre la pandemia y otras circunstancias. Fue aquí donde entendí y puse en práctica el verdadero sentido de la educación: los auténticos protagonistas del proceso de aprendizaje son los alumnos. El docente debe ser el guía, que despierte la curiosidad, el interés, la motivación, la creatividad…en sus alumnos. Se cumple así esa máxima de “con un niño motivado lo aprenderá todo”.
¿Qué ha aprendido en estos dos años de pandemia?
A buscar lo realmente importante, lo que le da un sentido auténtico a todo lo que hago; a disfrutar de los pequeños milagros de cada día…una puesta de sol, una luna llena, una buena música, el olor del mar…; a no dejar de emocionarme por todo, ser receptivo, espontáneo, creativo, y sentir la vida como algo positivo. Y que, a pesar de las circunstancias y la rutina, debo seguir tomándome en serio mis sueños.
Siempre digo que la felicidad está, más allá de las circunstancias, en cualquier lugar en el que la sepamos encontrar, pues la clave está en nuestro interior. Siendo consecuente con esta forma de entender la vida, vivo la vida con más ilusión y entusiasmo…y desde este sentimiento surge la necesidad de ayudar, de ser más solidario, buscando siempre construir un mundo mejor.
En definitiva, esta pandemia me ha enseñado que cualquier acto hay que mirarlo desde el prisma de la humanidad, para desde ahí darle sentido y significado a todo.
Terminada la etapa en las Vaguadas, los que te conocemos sabemos que iniciará un nuevo reto, ¿dónde será?
Pues aún no tengo claro, la verdad, y creo que hasta finales de agosto no tomaré una decisión. Estoy inmerso escribiendo un libro: “CONTAGIO: educando desde la música, las artes y la solidaridad”, y si todo va bien, saldrá a la luz el próximo otoño. Aunque en él compartiré muchas experiencias educativas, lo más importante es agradecer a todos los amigos, tanto de las artes como de otras disciplinas, padres, y compañeros, que en estos últimos 10 años han participado y colaborado conmigo desinteresadamente. Ellos han posibilitado mi proyecto de Educación Musical Interdisciplinar, un “proyecto coral” único e irrepetible.
¿Cómo ve la educación musical en la actualidad?
La música sigue teniendo poco peso en los planes de estudio actuales. Se la sigue considerando la “hermana pobre”, y nos cuesta ver la función social tan importante que desempeña. La música puede no parecer una necesidad prioritaria, pero si todo el mundo desarrollará su creatividad, y para esto la música es la mejor herramienta, la gente estaría más satisfecha con su vida y tendríamos una sociedad mejor. La música es un reflejo de cómo estamos hechos, de cómo funciona nuestra mente, de cómo ordenamos los sonidos, de cómo las vibraciones que nos rodean nos emocionan, o de cómo el ritmo hace mover nuestros cuerpos. El sonido y el ritmo, y la percepción que tenemos de ellos, contribuyen de manera fundamental a nuestra constitución como personas: somos lo que oímos. Si tenemos claro esto, entenderemos la importancia de la enseñanza musical en la infancia y juventud: para comunicar, para relacionar, para expresar, para conmover, para abrir canales, para cantar, para bailar, para emocionar, para aprender, para interpretar…para SENTIR.
¿Y qué opina sobre la educación extremeña en general?
Vamos a ver cómo aterrizamos la nueva ley educativa en nuestra región. Creo que lo fundamental es entender que la educación extremeña necesita preparar a los ciudadanos del mañana para el futuro que les aguarda, siempre diferente e imprevisible, como hemos podido comprobar estos dos últimos años. En una sociedad en crisis, evolución y cambio, tenemos que potenciar las destrezas físicas y emocionales, el equilibrio y la armonía personal, así como la capacidad de relación y convivencia, desarrollando la creatividad y el pensamiento divergente.
Desde el ARTE: la MÚSICA
¿En qué momento sintió vocación por la música y quiénes le animaron a ello?
Tuve mucha suerte. Desde muy niño en mi familia, mis padres, que pertenecían a la coral montijana, junto con mi abuelo, que era músico, no dejaban de animarme a que estudiara música. Él amaba la música sobre todas las cosas, además, cualquier tipo de música, tenía una mente muy abierta. Solía decir que había 2 tipos de música: la buena y la mala, y que él prefería la buena. De él aprendí que la grandeza de un músico no viene dada por el tamaño de un nombre en su cartel anunciador, o por tener más o menos nombres en su “ridiculum vitae”, o haber tocado en tal o cual sitio. La verdadera grandeza de un músico está en la generosidad y verdad que proyecta, que hace que su música se convierta en un regalo para todos.
Mis padres, sin embargo, más allá de que fuera músico o no, me decían: “hagas lo que hagas, lo importante es hacerlo con dignidad y estar orgulloso con uno mismo de haberlo hecho”. Así que con la motivación de mi abuelo y el esfuerzo de mis padres pude estudiar música.
Con apenas 7 años me apunté a la escuela de música, para después pasar al conservatorio de Montijo, donde acabé el grado elemental. Continué en el conservatorio de Cáceres donde me saqué el grado profesional, para acabar en el Conservatorio de Badajoz, donde terminé el grado superior.
¿Por qué elegió el piano y no otro instrumento?
Uno estudia música porque tiene muchas ganas, después las circunstancias, más allá de tus gustos personales, hacen que elijas un instrumento u otro. De hecho, aparte del piano, estudié el grado elemental del trombón, que junto con el chelo, son mis instrumentos preferidos. Aunque he de reconocer que desde pequeño, cada vez que veía a alguien tocando el piano, sentía una emoción especial que me impulsaba a querer tocarlo.
¿El músico nace o se hace?
Normalmente todos los que han llegado lejos en esto, no es sólo porque tengan talento y facilidad, sino porque tienen mucha voluntad y ganas de aprender…y echarle muchas horas. Creo también que como músico es importante saber evolucionar y aportar algo nuevo. La música es un reflejo de cómo uno escucha la música. Cuando se escucha a un músico, se escucha también como éste escucha la música. Y cuánto más escuches esta música, cuentes algo, y digas cómo te hace sentir esta música, mejor músico serás. Esto es muy importante. La gente a veces solo se queda con los estilos, olvidándose de lo básico. Creo que si un músico es bueno, lo es tocando el piano, la flauta o las castañuelas…clásico, jazz o jotas extremeñas. Lo importante son las personalidades y los sentimientos y emociones que se logra transmitir.
Dentro de los diferentes estilos musicales, hay uno que prefiere, el jazz. ¿por qué?
Me encantaría ser un auténtico pianista de jazz. Creo que poca gente es consciente de la cantidad de horas estudiando y escuchando que hay que echar para poder tocar dignamente algún standar de jazz.
El jazz no es sólo un estilo de música, sino que encierra toda una filosofía, cuyo concepto principal es la libertad de expresión, creando un camino donde es posible integrar a todas las culturas. Jazz como actitud, como inspiración, como riesgo. Los músicos de jazz hacen música sin etiquetas, solamente incluidos por las pautas culturales con las que crecemos y convivimos, con una curiosidad natural por todo lo, que otros hacen con las mismas posibilidades, pues sólo, son 12 notas…¡y lo que dan de sí!
En la carrera como músico han sido muchos los conciertos con diferentes grupos, proyectos artístico-musicales, grabaciones... que ha realizado, ¿con cuál de ellos se quedaría?
Es difícil poder elegir y quedarse con uno, pues cada uno de ellos forma parte de una etapa de mi vida. Emociona poder tocar en el Vaticano delante del Papa, pero no menos que dar un concierto íntimo en el salón de casa a una amiga ya mayor y enferma. Impresiona dirigir a un coro de 300 personas en Caen (Francia), pero también impresiona ver cómo una clase de mis alumnos son capaces de cantar afinados una canción o memorizar un tema de flauta y tocarlo con gusto. Disfrutas tocando el piano para la “alta sociedad” en Sotogrande o Alemania, pero no menos que tocando en una residencia de mayores. Cuando se es joven, uno busca los grandes escenarios y los grandes eventos, pero con el tiempo te das cuenta que lo más importante es disfrutar de cada momento, como algo único, especial e irrepetible.
Desde la SOLIDARIDAD
Siempre ha estado dispuesto a colaborar con asociaciones, organizaciones e instituciones benéficas, ¿qué le empuja a ello?
Tengo un buen amigo, con el que hablo mucho sobre la música, la educación, la política… y siempre llegamos a una conclusión: más allá de profesiones, ideologías, religiones… lo que realmente puede definir a una persona es su capacidad de entrega a los demás desde la GENEROSIDAD. Creo que ese es el valor más importante que se puede tener. Tengo la suerte de poder vivir de lo que me apasiona, la educación y la música, y me siento afortunado por ello, pero no sería completo si no hiciera algo por los demás, aportando mi granito de arena para construir un mundo mejor. Creo que el ayudar a los demás da sentido a lo que hago, y me hace más feliz. Siento también que al dar, recibo más de lo que doy. Probablemente el estar en contacto con los niños, me hace recordar diariamente la alegría que produce el dar. Cuando por ejemplo en medio de clase, uno de ellos dice en voz alta desde su sitio: “Maestro, ¿con qué borro? No tengo goma”, en menos de 3 segundos tiene 5 gomas encima de la mesa, y otro 5 sacándolas del estuche. Creo que el mundo iría mejor si tuviéramos más en cuenta a los niños.
Es presidente de Músicos sin Fronteras, su ONG ¿Qué significa en su vida?
Músicos sin Fronteras es lo que unifica todas mis acciones solidarias. Tengo la suerte y me siento orgulloso de ser el presidente regional, y soy un afortunado por tener a dos grandes personas con las que comparto inquietudes, ideas, proyectos… Jesús Mª Alegría en Vitoria y Mikel Aizpurúa en Valencia. Son los espejos donde mirarme, a los que admiro profesionalmente y personalmente. Músicos sin Fronteras (Pinttu y Mikel) es como llegar al hogar después del día de trabajo, uno se descalza, se sienta en el sofá y se relaja.
¿Cuáles son los próximos proyectos a realizar desde Músicos sin Fronteras?
Músicos sin Fronteras tiene como principios fundamentales los Derechos Humanos, especialmente de los niños, por lo que nuestras pretensiones son altas.
Presentamos hace unos años en Extremadura una baraja de cartas solidarias entorno a los Derechos de la Infancia. Cartas diseñadas por el artista plástico pacense Gamero Gil. Con el dinero recaudado con la venta de las cartas, se financiará la edición de un CD en el que participa nuestra Banda Solidaria junto a cantantes de prestigio del país. Y la venta del doble CD titulado: “Los Derechos Humanos a bombo y platillo” costeará varios proyectos como el de cooperativas en Guatemala, instrumentos musicales para Siria y para Kamuli Conmmunity Brass Band de Uganda. Las Monodosis Musicales en la octava planta del hospital universitario pacense es un proyecto impresionante; hemos sacado a la luz recientemente los cds solidarios “Iguales sin ningún género de dudas” y “Escuchando a África”, los títulos de los discos marcan las pretensiones de lo que queremos.
Es vicepresidente también de la Asociación Extremeña CorazonEx Solidarios, nacida a principios de año; ¿cuáles son sus objetivos?
Es otro regalazo de la vida. Poder formar parte de un equipo de personas solidarias y comprometidas en ayudar, y junto a otras personas, empresas, fundaciones, instituciones privadas y públicas, poder poner nuestro granito de arena para construir un mundo mejor, es de las cosas mejores que te puede pasar. Ayudar a niños y jóvenes de entornos desfavorecidos o en riesgo de exclusión social, desde una clave de justicia social, en estos momentos es primordial.
¿Cuáles son las actividades previstas desde la asociación?
Hace apenas 3 semanas tuvimos la presentación oficial juntos con nuestros padrinos de honor: Nuria Fergó, cantante OT y actriz, y Adelardo Rodríguez, presidente de la Fundación Atlético de Madrid. El fin de semana siguiente estábamos de campamento con 20 niños de la barriada pacense de Cerro de Reyes, dentro del proyecto “Házte una P.C.R. - 25 años de la Riada”. Y junto con otras actividades, ya hemos empezado a trabajar en nuestra Gala Solidaria “Ningún niño sin Ilusión”, que se celebrará el próximo 25 de noviembre en Badajoz, y contará con la presencia de Nuria Fergó, Rosa López y Gisela.
¿Cuándo lo veremos nuevamente de concierto por Montijo?
Ya sabéis que me encanta Montijo, y me siento muy orgulloso de ser montijano. Estuve hace poco en un encuentro muy bonito por la paz con refugiados ucranianos que preparó Blas Rodríguez y Mariya, presidenta de la asociación de inmigrantes. Tengo una colaboración muy cercana con la Asociación contra el Cáncer de Montijo, y todos los años me acerco a los diferentes actos que organiza mi amigo Valentín Germán. Siempre que puedo estoy en los encuentros de Montijan@s por el mundo, que organiza Gaby Hidalgo. Me encanta llevar cualquier proyecto musical en los que estoy a Montijo. Me haría muchísima ilusión presentar “Algo se nos fue contigo”, un homenaje a Rocío Jurado de la mano y la voz de Pilar Boyero. Sería impresionante ver este espectáculo con 20 músicos en el escenario en el atrio montijano.
![[Img #93522]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/06_2022/9870_img-20220613-wa0047.jpg)
![[Img #93521]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/06_2022/2281_img-20220613-wa0046.jpg)
Es uno de los músicos más completos de nuestra región, un referente como educador y un constante colaborador y organizador de multitud de actos solidarios. Como músico se mueve con desenvoltura en diferentes estilos: desde la música clásica al jazz, pasando por la música latina, el pop, la copla o la música de cine. Artista, educador creativo, y colaborador de Crónicas de un Pueblo, siempre se encuentra en una búsqueda constante.
La ilusión, la innovación, la originalidad, el entusiasmo, la inspiración y la pasión, junto con un trabajo serio, hacen que cada uno de sus proyectos no deje indiferente a nadie, siempre repletos de emoción y sentimiento.
Colabora con grupos y artistas de prestigio nacional e internacional, desarrollando una extensa, variada y rica carrera discográfica.
Desde 2012 viene desarrollando su proyecto más personal y ambicioso: EL REINO DE LAS MUSAS, que está inspirado en la mitología:
“Existe una leyenda de la antigua Grecia en la que Zeus, después de haber creado al mundo, llamó a todos los dioses para enseñarles su obra. Los dioses admiraron el mundo sin decir palabra, y cuando Zeus preguntó si le faltaba algo a su obra respondieron: “Tu obra es magnífica y gloriosa, pero falta la voz que pueda inspirar la alabanza de esta gran obra”. Y así Zeus dio forma a las nueve Musas para alabar la creación por medio de las artes”.
Esta leyenda le inspiró, y le enseñó una nueva forma de mirar al mundo desde una triple perspectiva: la EDUCACIÓN, el ARTE y la SOLIDARIDAD, los pilares fundamentales transformadores del mundo, y son la clave para poder entender a este artista natural de Montijo (Badajoz), y de donde saca su nombre artístico: MONTY.
Desde la EDUCACIÓN
Este año cumple 30 años desde que comenzó Magisterio, ¿cómo lo valora?
Empecé a estudiar magisterio en la especialidad musical en Cáceres en 1992, recién estrenada esta especialidad. Tres años de aprendizaje y vivencias que se fueron asentando en los centros donde fui trabajando: Calamonte y Esparragalejo fueron los inicios, que aunque suelen ser duros, fueron los más ilusionantes. Todo era nuevo para mí, y aprendí muchísimo de mis compañeros durante esos 4 años: su curiosidad, su cercanía con los alumnos…empecé a disfrutar con mi vocación. Conservo aún muy buenos amigos, especialmente en Calamonte.
Después de 4 años tuve la suerte de poder dar clases en el CEIP “Príncipe de Asturias” de Montijo. Con la incertidumbre de cómo sería dar clases en mi pueblo, y con la suerte de tener como compañeros a grandes amigos, mi etapa en Montijo fue una etapa de crecimiento, donde pude perfilar mi estilo como maestro y profundizar sobre el sentido de la educación. Fueron diez años inolvidables y muy satisfactorios. Siempre que voy a Montijo, me saludan muchos antiguos alumnos, incluso con algunos de ellos tengo una buena amistad.
Desde hace 10 años estoy en Badajoz impartiendo clases.
Este es el último curso en el CEIP LAS VAGUADAS de Badajoz, ¿qué le ha supuesto esta etapa?
Mi etapa en Las Vaguadas ha sido apasionante, aunque los 2 últimos cursos han sido complicados, entre la pandemia y otras circunstancias. Fue aquí donde entendí y puse en práctica el verdadero sentido de la educación: los auténticos protagonistas del proceso de aprendizaje son los alumnos. El docente debe ser el guía, que despierte la curiosidad, el interés, la motivación, la creatividad…en sus alumnos. Se cumple así esa máxima de “con un niño motivado lo aprenderá todo”.
¿Qué ha aprendido en estos dos años de pandemia?
A buscar lo realmente importante, lo que le da un sentido auténtico a todo lo que hago; a disfrutar de los pequeños milagros de cada día…una puesta de sol, una luna llena, una buena música, el olor del mar…; a no dejar de emocionarme por todo, ser receptivo, espontáneo, creativo, y sentir la vida como algo positivo. Y que, a pesar de las circunstancias y la rutina, debo seguir tomándome en serio mis sueños.
Siempre digo que la felicidad está, más allá de las circunstancias, en cualquier lugar en el que la sepamos encontrar, pues la clave está en nuestro interior. Siendo consecuente con esta forma de entender la vida, vivo la vida con más ilusión y entusiasmo…y desde este sentimiento surge la necesidad de ayudar, de ser más solidario, buscando siempre construir un mundo mejor.
En definitiva, esta pandemia me ha enseñado que cualquier acto hay que mirarlo desde el prisma de la humanidad, para desde ahí darle sentido y significado a todo.
Terminada la etapa en las Vaguadas, los que te conocemos sabemos que iniciará un nuevo reto, ¿dónde será?
Pues aún no tengo claro, la verdad, y creo que hasta finales de agosto no tomaré una decisión. Estoy inmerso escribiendo un libro: “CONTAGIO: educando desde la música, las artes y la solidaridad”, y si todo va bien, saldrá a la luz el próximo otoño. Aunque en él compartiré muchas experiencias educativas, lo más importante es agradecer a todos los amigos, tanto de las artes como de otras disciplinas, padres, y compañeros, que en estos últimos 10 años han participado y colaborado conmigo desinteresadamente. Ellos han posibilitado mi proyecto de Educación Musical Interdisciplinar, un “proyecto coral” único e irrepetible.
¿Cómo ve la educación musical en la actualidad?
La música sigue teniendo poco peso en los planes de estudio actuales. Se la sigue considerando la “hermana pobre”, y nos cuesta ver la función social tan importante que desempeña. La música puede no parecer una necesidad prioritaria, pero si todo el mundo desarrollará su creatividad, y para esto la música es la mejor herramienta, la gente estaría más satisfecha con su vida y tendríamos una sociedad mejor. La música es un reflejo de cómo estamos hechos, de cómo funciona nuestra mente, de cómo ordenamos los sonidos, de cómo las vibraciones que nos rodean nos emocionan, o de cómo el ritmo hace mover nuestros cuerpos. El sonido y el ritmo, y la percepción que tenemos de ellos, contribuyen de manera fundamental a nuestra constitución como personas: somos lo que oímos. Si tenemos claro esto, entenderemos la importancia de la enseñanza musical en la infancia y juventud: para comunicar, para relacionar, para expresar, para conmover, para abrir canales, para cantar, para bailar, para emocionar, para aprender, para interpretar…para SENTIR.
¿Y qué opina sobre la educación extremeña en general?
Vamos a ver cómo aterrizamos la nueva ley educativa en nuestra región. Creo que lo fundamental es entender que la educación extremeña necesita preparar a los ciudadanos del mañana para el futuro que les aguarda, siempre diferente e imprevisible, como hemos podido comprobar estos dos últimos años. En una sociedad en crisis, evolución y cambio, tenemos que potenciar las destrezas físicas y emocionales, el equilibrio y la armonía personal, así como la capacidad de relación y convivencia, desarrollando la creatividad y el pensamiento divergente.
Desde el ARTE: la MÚSICA
¿En qué momento sintió vocación por la música y quiénes le animaron a ello?
Tuve mucha suerte. Desde muy niño en mi familia, mis padres, que pertenecían a la coral montijana, junto con mi abuelo, que era músico, no dejaban de animarme a que estudiara música. Él amaba la música sobre todas las cosas, además, cualquier tipo de música, tenía una mente muy abierta. Solía decir que había 2 tipos de música: la buena y la mala, y que él prefería la buena. De él aprendí que la grandeza de un músico no viene dada por el tamaño de un nombre en su cartel anunciador, o por tener más o menos nombres en su “ridiculum vitae”, o haber tocado en tal o cual sitio. La verdadera grandeza de un músico está en la generosidad y verdad que proyecta, que hace que su música se convierta en un regalo para todos.
Mis padres, sin embargo, más allá de que fuera músico o no, me decían: “hagas lo que hagas, lo importante es hacerlo con dignidad y estar orgulloso con uno mismo de haberlo hecho”. Así que con la motivación de mi abuelo y el esfuerzo de mis padres pude estudiar música.
Con apenas 7 años me apunté a la escuela de música, para después pasar al conservatorio de Montijo, donde acabé el grado elemental. Continué en el conservatorio de Cáceres donde me saqué el grado profesional, para acabar en el Conservatorio de Badajoz, donde terminé el grado superior.
¿Por qué elegió el piano y no otro instrumento?
Uno estudia música porque tiene muchas ganas, después las circunstancias, más allá de tus gustos personales, hacen que elijas un instrumento u otro. De hecho, aparte del piano, estudié el grado elemental del trombón, que junto con el chelo, son mis instrumentos preferidos. Aunque he de reconocer que desde pequeño, cada vez que veía a alguien tocando el piano, sentía una emoción especial que me impulsaba a querer tocarlo.
¿El músico nace o se hace?
Normalmente todos los que han llegado lejos en esto, no es sólo porque tengan talento y facilidad, sino porque tienen mucha voluntad y ganas de aprender…y echarle muchas horas. Creo también que como músico es importante saber evolucionar y aportar algo nuevo. La música es un reflejo de cómo uno escucha la música. Cuando se escucha a un músico, se escucha también como éste escucha la música. Y cuánto más escuches esta música, cuentes algo, y digas cómo te hace sentir esta música, mejor músico serás. Esto es muy importante. La gente a veces solo se queda con los estilos, olvidándose de lo básico. Creo que si un músico es bueno, lo es tocando el piano, la flauta o las castañuelas…clásico, jazz o jotas extremeñas. Lo importante son las personalidades y los sentimientos y emociones que se logra transmitir.
Dentro de los diferentes estilos musicales, hay uno que prefiere, el jazz. ¿por qué?
Me encantaría ser un auténtico pianista de jazz. Creo que poca gente es consciente de la cantidad de horas estudiando y escuchando que hay que echar para poder tocar dignamente algún standar de jazz.
El jazz no es sólo un estilo de música, sino que encierra toda una filosofía, cuyo concepto principal es la libertad de expresión, creando un camino donde es posible integrar a todas las culturas. Jazz como actitud, como inspiración, como riesgo. Los músicos de jazz hacen música sin etiquetas, solamente incluidos por las pautas culturales con las que crecemos y convivimos, con una curiosidad natural por todo lo, que otros hacen con las mismas posibilidades, pues sólo, son 12 notas…¡y lo que dan de sí!
En la carrera como músico han sido muchos los conciertos con diferentes grupos, proyectos artístico-musicales, grabaciones... que ha realizado, ¿con cuál de ellos se quedaría?
Es difícil poder elegir y quedarse con uno, pues cada uno de ellos forma parte de una etapa de mi vida. Emociona poder tocar en el Vaticano delante del Papa, pero no menos que dar un concierto íntimo en el salón de casa a una amiga ya mayor y enferma. Impresiona dirigir a un coro de 300 personas en Caen (Francia), pero también impresiona ver cómo una clase de mis alumnos son capaces de cantar afinados una canción o memorizar un tema de flauta y tocarlo con gusto. Disfrutas tocando el piano para la “alta sociedad” en Sotogrande o Alemania, pero no menos que tocando en una residencia de mayores. Cuando se es joven, uno busca los grandes escenarios y los grandes eventos, pero con el tiempo te das cuenta que lo más importante es disfrutar de cada momento, como algo único, especial e irrepetible.
Desde la SOLIDARIDAD
Siempre ha estado dispuesto a colaborar con asociaciones, organizaciones e instituciones benéficas, ¿qué le empuja a ello?
Tengo un buen amigo, con el que hablo mucho sobre la música, la educación, la política… y siempre llegamos a una conclusión: más allá de profesiones, ideologías, religiones… lo que realmente puede definir a una persona es su capacidad de entrega a los demás desde la GENEROSIDAD. Creo que ese es el valor más importante que se puede tener. Tengo la suerte de poder vivir de lo que me apasiona, la educación y la música, y me siento afortunado por ello, pero no sería completo si no hiciera algo por los demás, aportando mi granito de arena para construir un mundo mejor. Creo que el ayudar a los demás da sentido a lo que hago, y me hace más feliz. Siento también que al dar, recibo más de lo que doy. Probablemente el estar en contacto con los niños, me hace recordar diariamente la alegría que produce el dar. Cuando por ejemplo en medio de clase, uno de ellos dice en voz alta desde su sitio: “Maestro, ¿con qué borro? No tengo goma”, en menos de 3 segundos tiene 5 gomas encima de la mesa, y otro 5 sacándolas del estuche. Creo que el mundo iría mejor si tuviéramos más en cuenta a los niños.
Es presidente de Músicos sin Fronteras, su ONG ¿Qué significa en su vida?
Músicos sin Fronteras es lo que unifica todas mis acciones solidarias. Tengo la suerte y me siento orgulloso de ser el presidente regional, y soy un afortunado por tener a dos grandes personas con las que comparto inquietudes, ideas, proyectos… Jesús Mª Alegría en Vitoria y Mikel Aizpurúa en Valencia. Son los espejos donde mirarme, a los que admiro profesionalmente y personalmente. Músicos sin Fronteras (Pinttu y Mikel) es como llegar al hogar después del día de trabajo, uno se descalza, se sienta en el sofá y se relaja.
¿Cuáles son los próximos proyectos a realizar desde Músicos sin Fronteras?
Músicos sin Fronteras tiene como principios fundamentales los Derechos Humanos, especialmente de los niños, por lo que nuestras pretensiones son altas.
Presentamos hace unos años en Extremadura una baraja de cartas solidarias entorno a los Derechos de la Infancia. Cartas diseñadas por el artista plástico pacense Gamero Gil. Con el dinero recaudado con la venta de las cartas, se financiará la edición de un CD en el que participa nuestra Banda Solidaria junto a cantantes de prestigio del país. Y la venta del doble CD titulado: “Los Derechos Humanos a bombo y platillo” costeará varios proyectos como el de cooperativas en Guatemala, instrumentos musicales para Siria y para Kamuli Conmmunity Brass Band de Uganda. Las Monodosis Musicales en la octava planta del hospital universitario pacense es un proyecto impresionante; hemos sacado a la luz recientemente los cds solidarios “Iguales sin ningún género de dudas” y “Escuchando a África”, los títulos de los discos marcan las pretensiones de lo que queremos.
Es vicepresidente también de la Asociación Extremeña CorazonEx Solidarios, nacida a principios de año; ¿cuáles son sus objetivos?
Es otro regalazo de la vida. Poder formar parte de un equipo de personas solidarias y comprometidas en ayudar, y junto a otras personas, empresas, fundaciones, instituciones privadas y públicas, poder poner nuestro granito de arena para construir un mundo mejor, es de las cosas mejores que te puede pasar. Ayudar a niños y jóvenes de entornos desfavorecidos o en riesgo de exclusión social, desde una clave de justicia social, en estos momentos es primordial.
¿Cuáles son las actividades previstas desde la asociación?
Hace apenas 3 semanas tuvimos la presentación oficial juntos con nuestros padrinos de honor: Nuria Fergó, cantante OT y actriz, y Adelardo Rodríguez, presidente de la Fundación Atlético de Madrid. El fin de semana siguiente estábamos de campamento con 20 niños de la barriada pacense de Cerro de Reyes, dentro del proyecto “Házte una P.C.R. - 25 años de la Riada”. Y junto con otras actividades, ya hemos empezado a trabajar en nuestra Gala Solidaria “Ningún niño sin Ilusión”, que se celebrará el próximo 25 de noviembre en Badajoz, y contará con la presencia de Nuria Fergó, Rosa López y Gisela.
¿Cuándo lo veremos nuevamente de concierto por Montijo?
Ya sabéis que me encanta Montijo, y me siento muy orgulloso de ser montijano. Estuve hace poco en un encuentro muy bonito por la paz con refugiados ucranianos que preparó Blas Rodríguez y Mariya, presidenta de la asociación de inmigrantes. Tengo una colaboración muy cercana con la Asociación contra el Cáncer de Montijo, y todos los años me acerco a los diferentes actos que organiza mi amigo Valentín Germán. Siempre que puedo estoy en los encuentros de Montijan@s por el mundo, que organiza Gaby Hidalgo. Me encanta llevar cualquier proyecto musical en los que estoy a Montijo. Me haría muchísima ilusión presentar “Algo se nos fue contigo”, un homenaje a Rocío Jurado de la mano y la voz de Pilar Boyero. Sería impresionante ver este espectáculo con 20 músicos en el escenario en el atrio montijano.
![[Img #93522]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/06_2022/9870_img-20220613-wa0047.jpg)























