ÁNIMO PRIMOS


Aún hoy sigo suspirando profundamente, y es que todavía no me puedo creer que ayer te despidiéramos primito Diego. Parecía que estabas ahí dormidito, y todos nos hacíamos las ilusiones de que en cualquier momento pudieras despertar.

Después de superar tantos baches, después de debatirte entre la vida y la muerte, después de pedir tanto a Dios para que te acompañara en tu difícil y largo camino, ¿quién nos iba a decir que al cabo de siete meses te ibas a ir dejando un gran hueco en nuestros corazones?. Tengo que decirte, que me he quedado con la pena de no haberte tenido un ratito en mis brazos.

Pero la vida sigue primos, y tenéis que seguir luchando porque también hay que cuidar de Fernando, él va a ser vuestro gran apoyo en estos momentos, quien os va a dar la alegría que necesitáis y las fuerzas para seguir adelante.

También nosotros estaremos aquí para lo que necesitéis, a vuestro lado, para superar esta dura experiencia que os ha tocado vivir.

Ánimo primos, hay que ser fuertes, todos juntos os ayudaremos a vencer este doloroso momento, un fuerte abrazo.