El arte de manipular
Que facilidad tienen algunas personas para la manipulación, para hacernos ver y vendernos algo que todos sabemos que va en contra de la ética. La culpa, sin duda alguna, es nuestra por prestarle más atención a sus palabras que a sus actos.
Yo estoy seguro que si se les plantara cara mostrándole sus actos, sin dejarlos hablar porque no olvidemos que ellos tienen el don de la manipulación a través de su ambigüedad lingüística, seguro que no nos manipularían tan fácilmente.
La sociedad está llena de manipuladores que te intentan convencer, persuadir y manipular a su antojo y lo hacen, cumpliendo sus objetivos, porque le damos credibilidad a algo que se suele ofrecer como si te estuviesen haciendo un favor. Increíble, si se analiza fríamente.
La solución a esto es mantenernos siempre fiel a nuestras ideas, nuestros principios, no convirtiéndonos en veletas jamás. Que nuestras ideas prevalezcan sobre cualquier oferta, por muy atractiva que sea, porque la mayoría de las ocasiones estas ofertas están revestidas de ventajas pero en el fondo existe una manipulación perfectamente diseñada para convertirte en una simple marioneta.
Tenemos que ser inteligentes y no caer en la trampa. Utilicemos el corazón y la cabeza en un porcentaje equitativo para que seamos capaces de luchar contra la manipulación y sobre todo luchar y no callar jamás. El silencio es un síntoma de resignación, de conformismo, por eso debemos continuar hablando, denunciando, protestando por todo lo que sea perder derechos.
La sociedad esta tristemente empobrecida para la mayoría y estamos tan ciegos que, a veces, le damos juego a esa minoría que se enriquece a pasos agigantados y en muchos casos, a costa de los más débiles.
Empecemos teniendo nuestras ideas claras y luchemos por ellas. Luchar no perdiendo nunca la confianza en nosotros mismos. Cuando flojeamos y dudamos de nuestras posibilidades estamos dando la oportunidad a los demás para tratarnos a su antojo.
Dejemos de ser marionetas a las que le marquen la misión y el camino. ¡No entremos en ese juego! Defendámonos de los manipuladores aprendiendo a ser independientes para desarrollar nuestras ideas, es la única forma de que no hagan con nosotros lo que quieran. Si dejamos la vida en manos de algún manipulador de los muchos que hay, se aprovechará de nosotros cuando le convenga. No lo vamos a consentir jamás, por el contrario, concedámonos el don de la libertad para caminar con pie firme y siempre defendiendo, cada uno, nuestras creencias, nuestras ideas pero sin ser manipulados.
Que facilidad tienen algunas personas para la manipulación, para hacernos ver y vendernos algo que todos sabemos que va en contra de la ética. La culpa, sin duda alguna, es nuestra por prestarle más atención a sus palabras que a sus actos.
Yo estoy seguro que si se les plantara cara mostrándole sus actos, sin dejarlos hablar porque no olvidemos que ellos tienen el don de la manipulación a través de su ambigüedad lingüística, seguro que no nos manipularían tan fácilmente.
La sociedad está llena de manipuladores que te intentan convencer, persuadir y manipular a su antojo y lo hacen, cumpliendo sus objetivos, porque le damos credibilidad a algo que se suele ofrecer como si te estuviesen haciendo un favor. Increíble, si se analiza fríamente.
La solución a esto es mantenernos siempre fiel a nuestras ideas, nuestros principios, no convirtiéndonos en veletas jamás. Que nuestras ideas prevalezcan sobre cualquier oferta, por muy atractiva que sea, porque la mayoría de las ocasiones estas ofertas están revestidas de ventajas pero en el fondo existe una manipulación perfectamente diseñada para convertirte en una simple marioneta.
Tenemos que ser inteligentes y no caer en la trampa. Utilicemos el corazón y la cabeza en un porcentaje equitativo para que seamos capaces de luchar contra la manipulación y sobre todo luchar y no callar jamás. El silencio es un síntoma de resignación, de conformismo, por eso debemos continuar hablando, denunciando, protestando por todo lo que sea perder derechos.
La sociedad esta tristemente empobrecida para la mayoría y estamos tan ciegos que, a veces, le damos juego a esa minoría que se enriquece a pasos agigantados y en muchos casos, a costa de los más débiles.
Empecemos teniendo nuestras ideas claras y luchemos por ellas. Luchar no perdiendo nunca la confianza en nosotros mismos. Cuando flojeamos y dudamos de nuestras posibilidades estamos dando la oportunidad a los demás para tratarnos a su antojo.
Dejemos de ser marionetas a las que le marquen la misión y el camino. ¡No entremos en ese juego! Defendámonos de los manipuladores aprendiendo a ser independientes para desarrollar nuestras ideas, es la única forma de que no hagan con nosotros lo que quieran. Si dejamos la vida en manos de algún manipulador de los muchos que hay, se aprovechará de nosotros cuando le convenga. No lo vamos a consentir jamás, por el contrario, concedámonos el don de la libertad para caminar con pie firme y siempre defendiendo, cada uno, nuestras creencias, nuestras ideas pero sin ser manipulados.