Jueves, 18 de Septiembre de 2025

Actualizada Jueves, 18 de Septiembre de 2025 a las 10:31:58 horas

Bartolomé Quero de Sevilla
Miércoles, 02 de Marzo de 2022 Actualizada Miércoles, 02 de Marzo de 2022 a las 13:59:27 horas

La profesionalización

La sociedad europea y por ende la española, tiende cada vez más a fomentar la formación profesional.
Las universidades están saturadas y por ello han tenido que recurrir al númerus clausus y exigir unas notas medias para acceder a las mismas, en algunos casos, desorbitadas, para luego, una vez finalizada la carrera, no poder ejercer aquello para lo que te has estado  preparando, durante varios años, salvo algunas excepciones como medicina, enfermería y pocas más.
Vemos mucha gente con Carreras universitarias,  con másteres, cursos, etc. que están trabajando de camareros, repartidores, cogiendo fruta, etc.
La masificación de las universidades ha traído como consecuencia, por un lado que sobren universitarios, pues no hay puestos de trabajo para toda la gente que sale de ellos, y por otro que falten profesionales de otros sectores, de ahí que se trate de impulsar la formación profesional, a fin de conseguir que esos otros sectores, sean ocupados por gente que se ha preparado para ello.
Véase que en hoy en día, hasta para ser peón de albañil, se necesita un curso de formación; para transportar pan, un curso de manipulador de alimentos, para fumigador, un curso de tratamiento de herbicidas, etc.
Sin embargo, existen otros sectores, que tiene una gran importancia por los efectos que se pueden derivar si son ocupados por gente que no se ha preparado para ello, o a pesar de la importancia de esos efectos les baste con un simple cursillo de pocas horas. Y les voy a poner dos ejemplos, aunque hay muchos.
Para montar un taller de reparación de vehículos, no se necesita ningún curso, ni titulación. Eso sí, te van a pedir papeles hasta aburrirte y tirar la toalla. Imagínense que llevamos el coche a ese taller para alguna reparación y el mecánico, por falta de preparación no nos deja bien los frenos y tenemos un accidente. De qué nos vale después pedirle responsabilidad si nos hemos matado o quedado impedidos.
Otro ejemplo. Para abrir un negocio de tatuajes, que tanto profieran hoy en día, solo te piden un cursillo de 20 horas. Si, solo 20 horas, para una persona que te va a hacer heridas en la piel que, si no lo hace bien, o no utiliza el material o la pintura adecuada, puede traerte nefastas consecuencias.
La verdad es que hay cosas que no se entienden, y al final, en algunos casos tenemos que recurrir al boca boca para saber quién es profesional en su sector y quien no, aunque no haya estudiado para ello, pues hay gente que sí se prepara, aunque sea estando antes para aprender con otro que lleve mucho tiempo ejerciendo en ese sector.

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.