Es indispensable que el servicio financiero bancario tenga la consideración de servicio básico y universal. Todo ello con el fin de que las entidades bancarias garanticen la atención presencial en los servicios financieros bancarios a los consumidores vulnerables que lo demanden, sin que sufran ningún tipo de discriminación motivada por una brecha digital.
Según los datos del Banco de España, solo en el año 2021 la red de oficinas bancarias sufrió una reducción del 11%, con 12.232 empleos menos y 2.849 sucursales cerradas, un 27% de su red. Todo ello, ha afectado al 42% de los clientes que viven en pequeños municipios, de los cuales el 20% carece de oficina bancaria.
Lo más relevante de estos datos es que 4.109 municipios españoles, el 51.8%, no tienen acceso a ninguna oficina bancaria y en el 26.3% de los pueblos de menos de 10.000 habitantes no hay acceso de internet o banda ancha. Los últimos quince años han estado protagonizados por fusiones, cierre de oficinas y digitalización que han repercutido en la exclusión financiera que sufren los mayores.
En estos momentos son tres los objetivos ante ese creciente problema de la exclusión financiera: legislar para asegurar los derechos financieros de los más vulnerables; garantizar un servicio de calidad y que las entidades bancarias den cobertura a los usuarios de la España despoblada, en condiciones de igualdad.
Cada día constatamos que la falta de accesibilidad de los mayores y los españoles que viven fundamentalmente en el medio rural a estos servicios es un grave problema por lo que se están dando pasos legislativos para que esté plenamente garantizada la atención personalizada de los servicios financieros de banca a las personas mayores y la España rural.
Así se han puesto en marcha algunas iniciativas como la que van a impulsar conjuntamente Correos y las entidades financieras bancarias, mediante convenios entre ambas, facilitando que las entidades bancarias presten sus servicios financieros a través de las oficinas de correos o Unidades Móviles Financieras para dar cobertura suficiente en el medio rural donde no existen sucursales bancarias ni red de cajeros.
Otras iniciativas que también se han puesto en marcha es la de la “Ofibuses”, pequeños autobuses que periódicamente se desplazan a las localidades para acercar los servicios financieros a todos los pueblos de la España despoblada y que ya operan en 600 municipios.
La desaparición de la atención presencial en los servicios financieros es una barrera para muchas personas mayores a las que hay que dar soluciones.