Jueves, 04 de Diciembre de 2025

Actualizada Jueves, 04 de Diciembre de 2025 a las 20:21:05 horas

Ana María Moreno Vaquera | 2861
Lunes, 07 de Febrero de 2022 Actualizada Lunes, 07 de Febrero de 2022 a las 17:48:17 horas

Isabel Corbacho Cortés: Animadora Sociocultural en Centro Residencial Eugenia de Montijo

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Estudia en el IES Vegas Bajas de Montijo, se traslada a la Universidad de Sevilla para cursar Bellas Artes y termina su carrera en la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de Badajoz. Formación que le posibilita compaginar su vocación docente con las actividades artísticas.

Trabaja como profesora de "Alfabetización en la Barriada "El Valle" de Montijo, durante tres años hasta que en 1988 obtuvo plaza de Animadora Socio-Cultural de la Junta de Extremadura, estando el Hogar de Mayores "Trajano", de Mérida, desde 1991 hasta 1999.

En el 2000 continúa con una implicada labor en el Centro Residencial "Eugenia de Montijo", donde permanece.

Colabora con la Asociación de la Lucha contra el Cáncer y es miembro de la Asociación Cultural "Bordados y Tradiciones".

 

¿Cuál es su ascendencia?

Mis padres, hoy en el recuerdo, son la esencia de mi vida. Mi padre, Leandro Corbacho Méndez, como sus hermanos y padres, proceden del Valle de Matamoros y, como consecuencia de la puesta en marcha del Plan de Badajoz, se instalan en Valdelacalzada. De profesión, mecánico de la empresa Tragsa. Mi madre, Carolina Cortés Carvajal, para nosotros y sus allegados, “Carola”, nace y vive en Puebla de la Calzada y dedicada, como tantas mujeres de su generación, al inestimable oficio de ser “ama de casa”. Aquí construyen su hogar familiar junto a sus dos hijas: mi hermana, Carolina, profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Extremadura, vive en Cáceres, mientras que yo, Isabel, trabajo en el Centro  Residencial “Eugenia de Montijo”, desempeñando el área de Animación Socio-Cultural.

 

¿Cómo está compuesta su familia?

Estoy casada con Cristóbal Flecha Rodríguez, ATE Cuidador durante muchos años en el Colegio P. “Casa de la Madre” de Mérida. Tenemos tres hijos y dos de ellos adoptados de China. Son mi gran pasión porque siempre quisimos tener una gran familia y, además de lograrlo, hemos conseguido que sea abierta y rica en raíces culturales. Actualmente, la mayor, es profesora de flauta en variados centros musicales de Valencia, mientras que los más pequeños han emprendido sus estudios universitarios.

 

¿Cuáles han sido sus vivencias infantiles?

Los recuerdos de mi infancia, como diría Antonio Machado, son de “un patio de Puebla y un huerto claro donde maduran el limonero y el olivo”, de la mano de unos padres amorosos, respetuosos, siempre atentos a inculcar el amor a la familia y a unos valores éticos, donde ser “educado” era el lema fundamental. Me vienen a la memoria las comidas familiares en Navidades, la feria de Puebla, Semana Santa…, con mi abuela, mis tíos Jaime, Alfonso, Mari, Aurelio y mis primos. Sonrisas, chascarrillos, largas conversaciones, también lágrimas, que hoy se funden en la nostalgia del corazón.

 

¿Dónde estudia??

Mis primeros estudios los realicé en variados centros públicos de Puebla de la Calzada: altos del Ayuntamiento, Sagrado Corazón de Jesús y Colegio de la Calzada Romana. De esta etapa tengo un recuerdo muy entrañable de grandes maestros como fueron Don Fernando, Don Leandro, Don Ángel, Don Rogelio, Doña Máxima…, quienes con su saber y vocación nos transmitieron el amor por la cultura, por el esfuerzo y por el trabajo bien hecho.

Continué los estudios en el IES “Vegas Bajas” de Montijo, formando parte de la primera promoción del sistema educativo del BUP y COU y, posteriormente, me traslado a Sevilla para cursar la carrera de Bellas Artes, aunque, debido a una serie de dificultades encontradas en el camino, continúo mi formación universitaria en la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de Badajoz, hoy Facultad de Educación.

 

¿Por qué elijo esta carrera?

La enseñanza es una forma de aprender y de transmitir lo que se aprende; por ello, decidí estudiar el oficio de Maestra para dedicarme a la instrucción y a la docencia, sin olvidar que mi primera vocación fueron las Bellas Artes y que de manera fiel sigue hasta hoy en día en las variadas y múltiples actividades artísticas que realizo.

 

¿Sus primeros trabajos?

Mi primer desempeño laboral tuvo lugar como profesora de Alfabetización en la Barriada “El Valle” de Montijo, durante tres años. De esta experiencia guardo un recuerdo bien agradable por la gente sencilla que pasó por el aula, con la enorme ilusión de querer aprender cosas tan básicas, pero sumamente importantes, como firmar o leer cartas o entender facturas… Se pusieron en marcha, de forma paralela, varios talleres de corte y confección, marquetería, de madera, macramé, etc., a la par que excursiones a diferentes localidades extremeñas, como complemento de formación.

Gracias a mi titulación de Diplomatura en Magisterio, en 1988 obtengo una plaza de Animadora Socio-Cultural de la Junta de Extremadura, desempeñando esta actividad en el Hogar de Mayores “Trajano” de Mérida, desde 1991 hasta 1999, y en el Centro Residencial “Eugenia de Montijo”, desde el año 2000 hasta la actualidad.

 

¿Cuál es la labor del Animador Socio-Cultural en los Centros Residenciales

Cuando entramos en los Centros Residenciales, lo más frecuente y normal es que nos encontremos con mayores sentados en sillones, sillas de ruedas, adormecidos, leyendo, haciendo crucigramas, ganchillo o, simplemente, viviendo.

La labor del animador Socio-Cultural en estos centros es fundamentalmente la de potenciar sus habilidades cognitivas, físicas, culturales y emocionales, a través de múltiples actividades desarrolladas en los talleres de terapia. Con todo ello, lo que se pretende es estimular su atención, la autoestima, el interés por sentirse vivos y activos, para que “ser mayor” sea una etapa para seguir viviendo con un mínimo de calidad.

Mi experiencia laboral me ha demostrado que la inactividad no es positiva, porque produce un importante deterioro físico y psíquico. Por ello, es sumamente importante que el mayor se sienta “activo” mediante una serie de tareas que les sean familiares para no perder su atención y para que se sigan sintiendo “útiles” como antaño. Dentro de esta línea, realizamos una serie de programaciones a lo largo del año que están relacionadas con las estaciones del año, con las principales fiestas, con las labores sencillas que conocen pero que les permiten recordar, a la par que trabajar con las manos y la mente. Y todo ello siempre con el mejor humor y con abundantes dosis de cariño y de sonrisas.

Muy importante es el enfoque terapéutico que se da a todas las actividades, dado que hay determinados problemas que van progresando con la edad (temblores, falta de coordinación, deformidades óseas y musculares…), y es necesario que con nuestra actividad se contribuya a paliar en la medida de lo posible todos estos contratiempos y a disminuir el deterioro. Cuando existe una buena programación socio-cultural con la que se sienten motivados se encuentran más seguros de sí mismos, más satisfechos y más felices.

 

¿Hay que tener una sensibilidad especial?

Creo que sí, que se requiere una sensibilidad especial para entender las necesidades del mayor y para sentir empatía hacia sus intereses. Como todo trabajo, el cuidado del mayor, si es vocacional, es más fácil, más productivo, más enriquecedor, tanto para el mayor como para el animador, porque nosotros crecemos y vivimos con ellos.

 

El Centro Residencial “Eugenia de Montijo”

El Centro en el que trabajo fue creado en 1988, poniéndose en marcha en septiembre del mismo año con 28 mayores. Actualmente, por la situación del Covid, el número es de 24, para ganar espacio por los posibles brotes que puedan generarse. El Centro dispensa también la prestación de Club de comida a 16 usuarios de Moontijo que viven en su domicilio particular.

El Centro cuenta con una dirección, un administrativo, equipo de enfermería (integrado por enfermeros y auxiliares de enfermería), el área de animación, de la que soy responsable, equipo de cocina (formado por cocineros y ayudantes de cocina), camareras-limpiadoras y ordenanzas.

En cuanto a su estructura, dispone de todas las dependencias necesarias para este tipo de centros, como sala de terapia, sala de fisioterapia, de enfermería, cocina, comedor, dormitorios, lavandería, almacén, sala de tv, sala de estar, despachos de los profesionales, patios, etc. Existe una continua renovación y adaptación de los espacios en función de las nuevas circunstancias y necesidades que van surgiendo.

 

¿Cuántas plazas?

Para ser usuario de estos centros es preciso reunir una serie de requisitos, tales como certificado médico, cuantía de jubilación, situaciones del domicilio del mayor, condiciones de su estado físico y psíquico, etc. Hay que realizar una solicitud a través de los servicios sociales del ayuntamiento, quienes lo tramitan al Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD), encargado de realizar la baremación correspondiente y su integración en una lista de espera.

Existen dos tipos de plazas de usuarios en el Centro “Eugenia de Montijo”. Por un lado, se encuentran los residentes internos, que cuentan con todos los servicios de que dispone el centro, y, por otro, los beneficiarios del Club de comida, a quienes se proporciona el desayuno, la comida y la cena.

 

¿Cuáles son las necesidades de los usuarios?

Debido a la situación poblacional de la localidad de Montijo y pueblos de alrededores, el centro siempre ha tenido una gran demanda, aunque bien es cierto que con la puesta en marcha de nuevos centros de mayores privados dentro de la comarca se ha satisfecho, en cierta medida, la demanda.

Las principales demandas que requieren los mayores son los servicios de atención primaria: comida, aseo, salud, cuidados de enfermería, rehabilitación, animación, comunicación y, cómo no, también cariño y alegría. Solicitudes especialmente importantes para los residentes con un alto grado de dependencia.

En este sentido, las Residencias de Mayores cumplen una función social, sanitaria y humana muy importante porque atienden al mayor en su última etapa de la vida.

 

¿Cómo han vivido la pandemia?

Aparte de las tristes consecuencias que la pandemia ha tenido en todas las Residencias de Mayores en España, uno de los mayores contratiempos que ha instalado el Covid en nuestros centros es el aislamiento del residente en el edificio, cuando no en sus habitaciones, para cumplir con las cuarentenas y para estar a salvo de nuevos contagios. Todo ello ha contribuido a un deterioro psíquico, físico y orgánico que ha obligado a las áreas de enfermería, de terapia y la mía propia, de animación socio-cultural, a empeñarnos de manera aún más pertinaz a que el daño sea el menor posible.

 

¿Qué protocolo han seguido?

El protocolo seguido en este tema está determinado por las directrices del SEPAD y se ha seguido y se sigue haciendo de manera exhaustiva: distancia de seguridad, uso de mascarillas y de gel hidroalcohólico, limpieza integral de todas las dependencias y mobiliario, desinfección generalizada de todo el edificio cada cierto tiempo (más intensa durante el confinamiento por parte de los servicios de bomberos y del ejército), cribados de antígeno y pcr, tanto a mayores como a personal laboral, vacunación de gripe y covid. Estas medidas se intensificaron durante el periodo de confinamiento y durante el brote surgido en octubre de 2020, habilitando dos zonas diferenciadas, zona covid y zona no covid, para evitar los contagios, lo que supuso implementar la plantilla laboral en todas las áreas para cubrir todas las necesidades más urgentes.

Desgraciadamente, la pandemia se ha llevado a algunos de nuestros residentes queridos, con gran tristeza para todos porque todos formamos parte de la misma comunidad. Nuestro principal reto era y sigue siendo transmitirle seguridad y confianza, con la tranquilidad de que están en manos de profesionales que se preocupan por ellos. Objetivo mantenido también con sus propios familiares, con quienes se mantiene un contacto de vídeo-llamada para que sepan de sus mayores y para que puedan hablar con ellos. A través de la imagen se mantiene el nexo de unión entre familia y residentes, procurando mitigar la ansiedad que supone no tener un contacto directo. La comunicación, en este sentido, ha sido un objetivo fundamental durante toda la pandemia.

Ojalá esta situación pueda cambiar pronto y recuperar el estado de siempre, pero por el momento todo cuidado y prevención son necesarios y no se pueden descuidar las medidas. Cuando las circunstancias lo permiten, se “abren la puertas” para sentir el sol, el ruido de la calle, la conversación de la gente, para sentirse un poco más vivos.

 

Actividades del área de animación socio-cultural

¿Cuál es su labor?

Mi labor dentro del área de animación socio-cultural podría dividirse en tres apartados. En primer lugar, desarrollamos una serie de actividades dirigidas al desarrollo de las destrezas y habilidades manuales, tales como la elaboración de adornos para determinadas fiestas (de Navidad, carnavales, primavera, otoño…), tarjetas de Navidad, recortar flores de cartulina y de goma eva, hojas de periódicos, hacer labores de ganchillo.

Otras acciones se orientan al tratamiento de la estimulación cognitiva, como  los juegos de memoria, crucigramas, pasatiempos, juegos de mesa, el bingo, musicoterapia. Recopilamos fotos antiguas para hablar y debatir sobre las mismas, recordamos refranes, dichos, recetas de cocina, personajes históricos o populares cercanos a ellos, etc.

Otra área igual de importante es ocio y cultura, donde atendemos a recuperar ciertas tradiciones como asar la castaña, la chaquetía, talleres de cocina haciendo polvorones, bizcochos, magdalenas, buenos dulces degustados con un  café después de hacerlos. También programamos salidas del centro como la convivencia en la ermita de Barbaño, merendero de Puebla, asistencia a la Feria del Mayor en Badajoz, excursiones para ver los almendros en flor en Valdelacalzada y Esparragalejo.

Hacemos y celebramos la Cruz de mayo o la fiesta de San Isidro.  Contamos también con la presencia de numerosos grupos de Montijo que se acercan al centro para ofrecer sus actuaciones o bien para participar en ciertos talleres con nuestros mayores, como el Conservatorio de Música, los colegios e institutos de Montijo, el Centro Infantil “Alborada”, Misa de Navidad, visita de los Reyes Magos por parte de la Asociación Cultural “Bordados y Tradiciones”, etc.

 

¿Concilia bien su vida familiar con la profesional?

Tengo que decir que el trabajo que desempeño en la Residencia de Mayores “Eugenia de Montijo” me resulta muy grato, muy satisfactorio, y no supone ningún obstáculo para mi vida privada; al contrario, aprendo todos los días de mis mayores y me gusta saber que están bien y que sus familiares tienen una gran confianza en mí como punto de conexión con sus seres queridos. En este sentido, aunque sé distinguir perfectamente entre mi faceta laboral y mi vida privada, es cierto que “mis mayores” me acompañan a casa de alguna manera, porque los tengo presentes y porque no me importa ceder parte de mi tiempo personal para ellos.

 

¿Pertenece a algún otro colectivo?

Pertenezco a la Asociación Cultural “Bordados y Tradiciones” y también colaboro con la Asociación de la lucha contra el cáncer.

 

¿Cuáles son sus pasiones en su vida?

Entre mis grandes pasiones, como ya he contado, se encuentran las Bellas Artes y, de alguna manera, esta vocación de mi juventud se ha hecho realidad mediante las muchas actividades que realizamos en artes manuales y decorativas en la Residencia de Mayores, pero que también prolongo en mi residencia privada, porque en mi vida la estética y todo lo creativo ocupan un lugar muy gratificante.

 

¿Puebla o Montijo?

Puebla y Montijo. Puebla representa mis raíces, mi infancia y mi juventud. Montijo es mi pueblo de adopción, mi trabajo y mi presente.

 

NOMBRE: Isabel Corbacho Cortés.

UN LUGAR PARA VIVIR: Montijo.

EDAD: 62 años.

NACIMIENTO: 1 de junio de 1959.

RESIDENCIA: Montijo.

ESTADO CIVIL: Casada con Cristóbal Flecha Rodríguez.

UN LUGAR PARA PERDERSE: Mi paraíso: Extremadura.

UNA COMPAÑÍA: Mi pareja.

UNA LECTURA: Lorca, Miguel Hernández, Antonio Machado.

UNA MÚSICA: Cualquiera que me transmita una pasión.

UN HOBBY: Artes decorativas y manuales.

UN SUEÑO: Levantarme con un proyecto y acostarme con el objetivo cumplido.

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