Cambio de rumbo
La estabilidad institucional y el crecimiento deben volver a ser los ejes sobre los que gire la política española ya que estamos liderando el ranking de las peores cifras macroeconómicas. La situación de España es muy mala, y la herramienta que podría revertir esa situación puede provocar que sea peor el remedio que la enfermedad: los nuevos presupuestos lejos de ser la solución más bien parecen la puntilla para la recuperación de los españoles porque suben los impuestos, incrementan las trabas burocráticas y laborales y sólo contentan a los socios radicales del Gobierno.
Los presupuestos más bien parecen humo ya que, según los organismos independientes, en la práctica no van a cumplirse ni una sola de las previsiones macroeconómicas de crecimiento contenidas en las cuentas públicas que ha presentado Sánchez, por lo que podríamos decir que se trata de unos presupuestos “fake”. A día de hoy resulta innegable que la solvencia en materia económica del Gobierno está hoy por los suelos porque España es el país de Europa con mayor déficit y con la inflación disparada, que durará más de lo que indica el Gobierno, la cuesta de enero amenaza se convertirá en un puerto de primera categoría.
Y respecto a la cacareada reforma laboral lo único que va a conseguir es restar flexibilidad al sistema sin dar respuesta a los problemas del mercado laboral español. Parece que en el Gobierno se impone el “efecto Yolanda Díaz” de que lo único bueno es prohibir y así no se va a ninguna parte. Hay que dejar que las empresas se reestructuren y que nuestro sistema se ajuste ya que los empresarios reman en la misma dirección que sus trabajadores porque todos tienen el mismo objetivo. Frente a las tesis de Díaz que parece considerar que la empresa sea “el enemigo” hay que recordar que el trabajo sostenible en el tiempo es el que crea el sector privado. No podemos arreglar el problema con trabajadores públicos porque crear funcionarios por crearlos, no tiene ningún sentido.
Debemos hacer un sereno análisis ya que algo pasa en España para que tengamos el doble de desempleo que los países de nuestro entorno y esta reforma seguro que no lo va a solucionar.
Finalmente creo que los ciudadanos deberían plantearse algunas cuestiones que nos harían ver que estamos transitando por el camino equivocado. ¿Los españoles vivimos mejor ahora o antes de que Pedro Sánchez fuera presidente? ¿La economía española está más sólida ahora que antes de la llegada de Sánchez a Moncloa ?. O hay un cambio de rumbo económico o el barco se irá a pique ya que la gente no puede más y necesita alternativas.
La estabilidad institucional y el crecimiento deben volver a ser los ejes sobre los que gire la política española ya que estamos liderando el ranking de las peores cifras macroeconómicas. La situación de España es muy mala, y la herramienta que podría revertir esa situación puede provocar que sea peor el remedio que la enfermedad: los nuevos presupuestos lejos de ser la solución más bien parecen la puntilla para la recuperación de los españoles porque suben los impuestos, incrementan las trabas burocráticas y laborales y sólo contentan a los socios radicales del Gobierno.
Los presupuestos más bien parecen humo ya que, según los organismos independientes, en la práctica no van a cumplirse ni una sola de las previsiones macroeconómicas de crecimiento contenidas en las cuentas públicas que ha presentado Sánchez, por lo que podríamos decir que se trata de unos presupuestos “fake”. A día de hoy resulta innegable que la solvencia en materia económica del Gobierno está hoy por los suelos porque España es el país de Europa con mayor déficit y con la inflación disparada, que durará más de lo que indica el Gobierno, la cuesta de enero amenaza se convertirá en un puerto de primera categoría.
Y respecto a la cacareada reforma laboral lo único que va a conseguir es restar flexibilidad al sistema sin dar respuesta a los problemas del mercado laboral español. Parece que en el Gobierno se impone el “efecto Yolanda Díaz” de que lo único bueno es prohibir y así no se va a ninguna parte. Hay que dejar que las empresas se reestructuren y que nuestro sistema se ajuste ya que los empresarios reman en la misma dirección que sus trabajadores porque todos tienen el mismo objetivo. Frente a las tesis de Díaz que parece considerar que la empresa sea “el enemigo” hay que recordar que el trabajo sostenible en el tiempo es el que crea el sector privado. No podemos arreglar el problema con trabajadores públicos porque crear funcionarios por crearlos, no tiene ningún sentido.
Debemos hacer un sereno análisis ya que algo pasa en España para que tengamos el doble de desempleo que los países de nuestro entorno y esta reforma seguro que no lo va a solucionar.
Finalmente creo que los ciudadanos deberían plantearse algunas cuestiones que nos harían ver que estamos transitando por el camino equivocado. ¿Los españoles vivimos mejor ahora o antes de que Pedro Sánchez fuera presidente? ¿La economía española está más sólida ahora que antes de la llegada de Sánchez a Moncloa ?. O hay un cambio de rumbo económico o el barco se irá a pique ya que la gente no puede más y necesita alternativas.