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Bartolomé Quero de Sevilla
Miércoles, 05 de Enero de 2022 Actualizada Miércoles, 05 de Enero de 2022 a las 13:06:16 horas

Los Centros de Salud

La variante Ómicron del virus, que nos trae de cabeza, ha puesto de manifiesto la falta de paciencia del ser humano.
Al principio de la pandemia, los hospitales estaban colapsados, las UCIS llenas, pacientes en pasillos, en ambulancias, (algunos hasta morían en ellas esperando entrar en el hospital), etc.
Los centros de salud, también colapsados por falta de personal, derivaban los enfermos a los hospitales, a la vista de los efectos tan graves que producía el virus en las personas. Sin embargo esta variante Ómicron, aun cuando se expande con más rapidez que las variantes anteriores, sin embargo los síntomas y efectos que produce en las personas, son mucho más leves, por lo que ya no es necesario, salvo casos excepcionales, derivar al enfermo al Hospital, y lógicamente, si no se le manda al Hospital, hay que tratarlo en el Centro de Salud.
Es fácil llegar a la conclusión de que, si al principio de la pandemia, la mayoría de los enfermos se mandaban al Hospital y los Centros de Salud estaban colapsados, ahora que esa mayoría es tratada en el centro, el colapso es mucho mayor al que sufrieron entonces.
Hemos pasado de agradecer a diario a los profesionales sanitarios el esfuerzo que realizaban jugándose la vida, con aplausos, a llegar incluso a las agresiones por la pérdida de la paciencia. Hay que pensar que el personal sanitario es el que es y que no hay más.
Si con alguien hay que enfadarse no es con este personal, sino con los políticos que, una vez  más, y aunque les guíe la buena fe, no han sabido prever  lo que se nos venía encima.
Hay que tener paciencia y si hay que hacer cola, pues no nos queda más remedio. O es que se creen que si no nos atienden antes es porque están haciendo crucigramas, o viendo la televisión?
Me consta que les  gustaría no ver esas colas y atendernos con toda la celeridad del mundo, pero si no hay más personal, pues no pueden hacer otra cosa.
Tengan en cuenta también que no son de acero y que algunos están de baja por tener el virus, otros por haber sido contacto directo de infectados y los que quedan, hasta les han suspendidos las vacaciones, a las que tenían derecho como los demás.
Por eso, seamos conscientes de la situación y sigamos agradeciéndoles el esfuerzo que hacen, y si tenemos que esperar, pues lo hacemos, igual que en Correos, Bancos, Administraciones Públicas, etc. a cuyos empleados no les hacemos ningún reproche por tener que esperar.
Esperemos que este año que acaba de comenzar sea, de una vez por todas, el final de la pandemia y todo vuelva a la normalidad.
Feliz Año Nuevo.

 

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