Martes, 09 de Septiembre de 2025

Actualizada Viernes, 05 de Septiembre de 2025 a las 18:29:00 horas

Elisa Martín
Miércoles, 05 de Enero de 2022 Actualizada Miércoles, 05 de Enero de 2022 a las 13:03:32 horas

No es lo mismo ver que observar

La vida está delante de nuestros ojos. Con todos sus matices, sus colores, sus movimientos. Podemos limitarnos a verla pasar sin que nos cale, corriendo de una cosa a otra. O pararnos a observar. Y ésta es una gran diferencia. La persona que ve dirige la vista, la que observa la detiene. Y es entonces cuando empieza el descubrimiento. Observar es ver con profundidad, analizando detalles, ordenando lo que vemos, procesando en nuestra mente y sacar conclusiones propias.  


En estos tiempos estamos viviendo una gran paradoja: ahora nos llega más información que nunca, tenemos varias pantallas a la vez bombardeándonos con contenidos, con opiniones, con datos, con imágenes… pero no tenemos tiempo para pararnos a analizar. Porque el minuto siguiente ya hay otro montón de información que se nos quiere echar encima. Tendríamos que ser más sabios, pero no lo somos en absoluto. Estamos durante horas al día delante de la tele o de internet activando pocos filtros. Nos tragamos todo, de forma insaciable, demandando más y más. Pero este esquema no nos da lugar a sacar conclusiones.


Si consiguiéramos parar, descubriríamos que muchas de las cosas que nos hacen ver no son reales. Nos venden mucha felicidad ficticia, mucha belleza retocada, muchos romances irreales, muchos momentos fingidos, niños extrañamente perfectos, grandes éxitos de salón…y nos quedamos viendo esa foto fija sin profundizar en lo que hay detrás. Pero si nos paramos a observar, descubriremos detalles que nos acercan más a la realidad, no sólo en las pantallas, sino en lo que tenemos alrededor. Prestando una atención cuidadosa, con una mirada de curiosidad, no para poner un juicio rápido o una etiqueta, sino para entender. No es pasar la vista por una persona, un objeto o un hecho, sino enfocar y pensar en lo que estamos viendo. No es lo mismo decir “Me gustó la ciudad” que decir “Estuve en esa ciudad y me encantaron sus casas, tienen un estilo único..”. No es igual ver a tu hijo callado que observar que tiene una mirada triste y los hombros caídos. No es lo mismo ver una noticia y creerla sin más que pararte a leer entre líneas. No es igual creer cuando alguien dice que se muestra natural que observar que no le cabe un filtro más.


Ver es recibir de fuera y observar es un proceso interno, activo y estimulante que nos empuja a sacar nuestras propias conclusiones. Y esto se aplica a las redes sociales, a las personas, a los hechos del día a día. No podemos detenernos en todo, pero si algo te interesa de verdad obsérvalo con atención y busca los matices escondidos. Entonces descubrirás lo que la verdad esconde.

 

Elisa Martín, periodista y coach de comunicación

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.