Ángela
Definitivamente, hacemos mal uso del código de colores. Ni lo miramos en los alimentos procesados, y sin
embargo lo tenemos muy presente a la hora de catalogar a las personas en función a su “ideología” (la manida dicotomía de rojos y azules en la que nunca he creído).
Viene esto a colación de la entrega del premio Carlos V a la excanciller alemana Ángela Merkel a la que muchos ya catalogan su trayectoria política en función del partido por el que se ha presentado, sin tener en cuenta que desafortunadamente la configuración política de los países gira en torno a partidos políticos sin tener en cuenta a las personas. Pero quiero explayarme en lo válido de Ángela… Persona muy destacada en el ámbito científico, obtuvo brillantemente su licenciatura en física y se doctoró igualmente con la máxima calificación trabajando durante un tiempo en el instituto de Química Física en Berlín.
En política, muy pronto escaló puestos por su valía a la hora de llegar a acuerdos dentro de su propio partido. Fue ministra para la mujer y juventud desde 1991 a 1994 y desde ese año fue nombrada ministra de medio ambiente y seguridad nuclear. Durante estos años estuvo tutelada por el canciller Helmut Kolh y un hecho que la hace destacar como persona íntegra, es que no tuvo problema en darle la espalda cuando el canciller se vio salpicado por una financiación ilegal de su partido (desgraciadamente en nuestro país estamos hartos de ver cerrar filas en torno a un político cuando se pone el foco judicial en su persona). Este rasgo de coherencia hizo que ganara fuerza y se hiciera con el liderato de su partido.
Ya al frente, consiguió como líder del CDU/CSU lo que parecía imposible. Formó un gobierno de coalición con el SPD (socialistas alemanes) en el que su coalición asumía la cancillería y los socialistas un mayor número de carteras (¿se imaginan en nuestro país un gobierno entre PSOE y PP?... yo tampoco). Es evidente que supo refrenar su ambición de poder pensando en su país. Marcó un hito en política y en igualdad de sexos ya que fue la primera mujer en ocupar la cancillería y la primera en gobernar Alemania desde Skleraina (956-991), respetando el cierre de centrales nucleares antes de 2020 decidido por el anterior gobierno (piensen ahora en los cambios de leyes educativas con los que tenemos que convivir los que estamos en el sector educativo cada vez que hay cambio de gobierno).
Persona leal a sus principios y firme defensora de la Unión Europea (sumar y no dividir), les pido que hagan un ejercicio de reflexión y eliminen todo referente político que hayan leído en estas líneas. Seguramente lleguen a
la conclusión de la importancia de poner una Ángela en nuestra vida. [email protected]
Definitivamente, hacemos mal uso del código de colores. Ni lo miramos en los alimentos procesados, y sin
embargo lo tenemos muy presente a la hora de catalogar a las personas en función a su “ideología” (la manida dicotomía de rojos y azules en la que nunca he creído).
Viene esto a colación de la entrega del premio Carlos V a la excanciller alemana Ángela Merkel a la que muchos ya catalogan su trayectoria política en función del partido por el que se ha presentado, sin tener en cuenta que desafortunadamente la configuración política de los países gira en torno a partidos políticos sin tener en cuenta a las personas. Pero quiero explayarme en lo válido de Ángela… Persona muy destacada en el ámbito científico, obtuvo brillantemente su licenciatura en física y se doctoró igualmente con la máxima calificación trabajando durante un tiempo en el instituto de Química Física en Berlín.
En política, muy pronto escaló puestos por su valía a la hora de llegar a acuerdos dentro de su propio partido. Fue ministra para la mujer y juventud desde 1991 a 1994 y desde ese año fue nombrada ministra de medio ambiente y seguridad nuclear. Durante estos años estuvo tutelada por el canciller Helmut Kolh y un hecho que la hace destacar como persona íntegra, es que no tuvo problema en darle la espalda cuando el canciller se vio salpicado por una financiación ilegal de su partido (desgraciadamente en nuestro país estamos hartos de ver cerrar filas en torno a un político cuando se pone el foco judicial en su persona). Este rasgo de coherencia hizo que ganara fuerza y se hiciera con el liderato de su partido.
Ya al frente, consiguió como líder del CDU/CSU lo que parecía imposible. Formó un gobierno de coalición con el SPD (socialistas alemanes) en el que su coalición asumía la cancillería y los socialistas un mayor número de carteras (¿se imaginan en nuestro país un gobierno entre PSOE y PP?... yo tampoco). Es evidente que supo refrenar su ambición de poder pensando en su país. Marcó un hito en política y en igualdad de sexos ya que fue la primera mujer en ocupar la cancillería y la primera en gobernar Alemania desde Skleraina (956-991), respetando el cierre de centrales nucleares antes de 2020 decidido por el anterior gobierno (piensen ahora en los cambios de leyes educativas con los que tenemos que convivir los que estamos en el sector educativo cada vez que hay cambio de gobierno).
Persona leal a sus principios y firme defensora de la Unión Europea (sumar y no dividir), les pido que hagan un ejercicio de reflexión y eliminen todo referente político que hayan leído en estas líneas. Seguramente lleguen a
la conclusión de la importancia de poner una Ángela en nuestra vida. [email protected]