Hay una frase de Piet Joubert que siempre me ha gustado: “La imaginación es el ojo del alma”. Completamente de acuerdo. La imaginación es algo que todos los seres humanos poseemos pero le damos tan poca importancia, recurrimos tan escasamente a ella en nuestra mente que poco a poco, casi sin darnos cuenta, se oxida y deja de funcionar.
Los niños, al contrario que los adultos, le sacan mucho más partido. Son capaces de crear un camión  o un coche de bomberos de una simple caja de zapatos. Y todo porque al tener la mente abierta, las ideas surgen de una manera espontánea y la creatividad aflora, como decía Piet Joubert, del alma. No tienen una mente llena de perjuicios, posee una mente libre, fresca y eso favorece muy mucho para que la imaginación juegue un papel importante en sus vidas.
No es que los mayores no tengamos imaginación, lo que no tenemos es tiempo para desarrollarla. Estamos demasiado pendiente en los problemas de nuestra vida cotidiana que perdemos toda la capacidad de imaginar. Tenemos un grave problema, valorar las pequeñas cosas cuando ya no podemos dar marcha atrás. Con lo importante y fácil que es soñar… imaginar…
Una de las frases más hermosas, para mi gusto, que se han escrito sobre la imaginación dice: “Si quienes ver un árbol, ve al valle; si quieres ver el valle, ve a una montaña; si quieres ver una montaña, sube a las nubes, pero si lo quieres ver todo, cierra los ojos y solo piensa…” y es que la imaginación es muy importante en la vida de cualquier ser humano porque te rescata de la mediocridad para introducirte en el mundo de la creatividad, allí se despliegan en nuestra mente las velas de la imaginación y empiezas a disfrutar con esos momentos, tan insignificantes como interesantes, que agudizan la sensibilidad.
Qué hermoso es tener tiempo para disfrutar la vida sin agobios. Tener instantes de relajación y mientras disfrutas, ajenos al estrés cotidiano, mezclar la imaginación con la creatividad y la fantasía… y empezar a disfrutar.
La lectura es quizás donde la imaginación juega un papel más importante porque proporciona el poder viajar a través de la fantasía por maravillosos lugares sin tan siquiera salir de casa. Te hace crear personajes, historias, situaciones… a la vez que aprendes a ver lo que los demás no ven y, mientras tanto, en tu interior se va desarrollando la imaginación, la fantasía, la ilusión, la creatividad… y lo más hermoso, aprendes a soñar despierto. ¡Disfrutar, vivir, fantasear!... y olvidándote de las vulgaridades… empiezas a imaginar… empiezas a soñar.