Tente y no menees
El matrimonio don Ulises Higueruelo, doña Sinforosa, y sus hijos Lolín, Merceditas y Policarpito, la abuela Filomena y el perro Treski, que formaban la familia Ulises que publicaba el TBO. Los maestros de escuelas Antonio López y su mujer Antonia Domínguez, que vivieron en la casa-palacio de los Condes de Montijo. El catecismo del jesuita padre Astete. “En el comer y en el rascar todo es empezar”. A trochi mochi. ¿Qué fue lo último que hizo Isabel la Católica? Tente y no te menees. La verdolaga, muy buena para el potaje de garbanzos y la morcilla candonga. “Alí-Fú, Salmonita de la espina, Salsa mayonesa, Sardina en escabeche, Mariquito de las uvas y el parral, Margarito, don Plutón, María riequesos, don Misino García y Escaldado, Bella zapirona del maullado, don Tocina, Barriga de Tinaja, Papa Gallo kisado”, personajes de “Los sietes pecados y las siete virtudes”, llamados por el autor, Rafael González Castell, los amigos de Colín. ¡Lograrás mamporros y no halagos su te juntas con golfos y vagos! El foso para patear que tenía el Bar Tupi, de Luis Pichón. San Pedro está echando las piedras a rodar. El pirata Garrapata. Ha sido una bala perdía. “No son flores, pero tienen plantas y olores”. “Comida fría y bebida caliente nunca hicieron buen vientre”. Zurciendo calcetines.
Corre que te pillo, corre que te agarro, mira que te lleno la cara de barro. El nuevo colorín, que era un mosaico multicolor en relieve; en el que pinchando en cada agujero se hacían perros, barcos, trenes, flores y un sinfín de figuras. “En una oscura cueva hay una rosa colorada, que llueva o no llueva siempre está mojada”. La expresión: “cómo está el patio”. Tiene cosas de peón caminero. Agárrate los machos. Las rosas en los jardines de la parroquia de San Gregorio Ostiense. “El campo se seca, la cebada no nace, y el pobre, del hambre, rogativas hace”. Quitarse el muerto de encima cuanto antes. Compuesto y sin novia. Está más oscuro que bocalobo. Cuando te ibas a bañar al río Guadiana y tus padres te decían: ten cuidado, que el río es muy traicionero. Un mete y saca y un quita y pon. Ante es la obligación que la devoción. Calla, que hay ropa tendida. Tiene el mal de San Vito. De higos a brevas. “No preguntes por saber, que el tiempo te lo dirá; que no hay cosa más bonita que saber sin preguntar”. Dos con pelo, uno pelao, entra seco y sale mojao. “Con jeringa y algodones ronda las habitaciones para aliviar el dolor. Resguardando nuestras vidas cuando cura las heridas, la enfermera es la mejor”.
“Un devoto por ir al Rosario, por una ventana se quiso tirar, y la Virgen María le dijo, detente devoto, y por la puerta sal”. ¡Viva María, viva el Rosario, viva Santo Domingo que lo ha fundado! “A tres pastorcillos la Madre de Dios descubre el secreto de su corazón”. Tiene más miedo que once viejas. Juan Méndez, conocido popularmente como la Juani, que además de limpiar las oficinas municipales, la Plaza de Abastos y cuidar los jardines, le daba cuerda al reloj de la torre de la iglesia de San Pedro. Lo hacía, no por el dinero que le daban, sino por hacer deporte, eso decía. Siempre tuvo alabanzas para él, “El reloj tiene más de cien años, funciona estupendamente, ya quisieran los montijanos cuando tengan esos años funcionar como funciona el reloj… Me dicen que se atrasa o que se adelanta… Cuando tengan ellos más de cien años a ver quién es el que se adelanta o se atrasa”. Desnudar a un santo para vestir a otro. En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es del color del cristal con que se mira. Por este oído me entra y por el otro me sale. “¡Qué niño más guapo! tiene la cara como su padre, ¿con quién te casaste?” Venga, rápido, que es arroz y se pega. “El idiota grita, el inteligente opina, y el sabio calla”. Se acabó lo que se daba. Me voy pitando. Ave María y con Dios.
El matrimonio don Ulises Higueruelo, doña Sinforosa, y sus hijos Lolín, Merceditas y Policarpito, la abuela Filomena y el perro Treski, que formaban la familia Ulises que publicaba el TBO. Los maestros de escuelas Antonio López y su mujer Antonia Domínguez, que vivieron en la casa-palacio de los Condes de Montijo. El catecismo del jesuita padre Astete. “En el comer y en el rascar todo es empezar”. A trochi mochi. ¿Qué fue lo último que hizo Isabel la Católica? Tente y no te menees. La verdolaga, muy buena para el potaje de garbanzos y la morcilla candonga. “Alí-Fú, Salmonita de la espina, Salsa mayonesa, Sardina en escabeche, Mariquito de las uvas y el parral, Margarito, don Plutón, María riequesos, don Misino García y Escaldado, Bella zapirona del maullado, don Tocina, Barriga de Tinaja, Papa Gallo kisado”, personajes de “Los sietes pecados y las siete virtudes”, llamados por el autor, Rafael González Castell, los amigos de Colín. ¡Lograrás mamporros y no halagos su te juntas con golfos y vagos! El foso para patear que tenía el Bar Tupi, de Luis Pichón. San Pedro está echando las piedras a rodar. El pirata Garrapata. Ha sido una bala perdía. “No son flores, pero tienen plantas y olores”. “Comida fría y bebida caliente nunca hicieron buen vientre”. Zurciendo calcetines.
Corre que te pillo, corre que te agarro, mira que te lleno la cara de barro. El nuevo colorín, que era un mosaico multicolor en relieve; en el que pinchando en cada agujero se hacían perros, barcos, trenes, flores y un sinfín de figuras. “En una oscura cueva hay una rosa colorada, que llueva o no llueva siempre está mojada”. La expresión: “cómo está el patio”. Tiene cosas de peón caminero. Agárrate los machos. Las rosas en los jardines de la parroquia de San Gregorio Ostiense. “El campo se seca, la cebada no nace, y el pobre, del hambre, rogativas hace”. Quitarse el muerto de encima cuanto antes. Compuesto y sin novia. Está más oscuro que bocalobo. Cuando te ibas a bañar al río Guadiana y tus padres te decían: ten cuidado, que el río es muy traicionero. Un mete y saca y un quita y pon. Ante es la obligación que la devoción. Calla, que hay ropa tendida. Tiene el mal de San Vito. De higos a brevas. “No preguntes por saber, que el tiempo te lo dirá; que no hay cosa más bonita que saber sin preguntar”. Dos con pelo, uno pelao, entra seco y sale mojao. “Con jeringa y algodones ronda las habitaciones para aliviar el dolor. Resguardando nuestras vidas cuando cura las heridas, la enfermera es la mejor”.
“Un devoto por ir al Rosario, por una ventana se quiso tirar, y la Virgen María le dijo, detente devoto, y por la puerta sal”. ¡Viva María, viva el Rosario, viva Santo Domingo que lo ha fundado! “A tres pastorcillos la Madre de Dios descubre el secreto de su corazón”. Tiene más miedo que once viejas. Juan Méndez, conocido popularmente como la Juani, que además de limpiar las oficinas municipales, la Plaza de Abastos y cuidar los jardines, le daba cuerda al reloj de la torre de la iglesia de San Pedro. Lo hacía, no por el dinero que le daban, sino por hacer deporte, eso decía. Siempre tuvo alabanzas para él, “El reloj tiene más de cien años, funciona estupendamente, ya quisieran los montijanos cuando tengan esos años funcionar como funciona el reloj… Me dicen que se atrasa o que se adelanta… Cuando tengan ellos más de cien años a ver quién es el que se adelanta o se atrasa”. Desnudar a un santo para vestir a otro. En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es del color del cristal con que se mira. Por este oído me entra y por el otro me sale. “¡Qué niño más guapo! tiene la cara como su padre, ¿con quién te casaste?” Venga, rápido, que es arroz y se pega. “El idiota grita, el inteligente opina, y el sabio calla”. Se acabó lo que se daba. Me voy pitando. Ave María y con Dios.