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Ana María Moreno Vaquera | 4519
Lunes, 10 de Mayo de 2021 Actualizada Lunes, 10 de Mayo de 2021 a las 18:01:40 horas

José Luis Molina Bolaños, profesor en el IES Vegas Bajas

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Procedente del Barrio de la Paz de Mérida ingresa interno en el Seminario Diocesano de Badajoz en 1981, donde permanece durante 12 años, cursando los Estudios Eclesiásticos y terminando COU.
Durante algunos veranos trabaja en la Costa Brava en la hostelería para apoyo económico de sus estudios.
Ejerce como sacerdote durante 8 años en distintas localidades de Badajoz, entre las que se encuentra Montijo.
Más tarde, en el 2013 consigue plaza como profesor de Filosofía en el IES Vegas Bajas mientras reside en Valdelacalzada.

 

¿Puede presentarse?
Procedo de una familia muy humilde, originaria de Mirandilla (Badajoz) y que por cuestiones laborales, allá por los años 60, se trasladan a Mérida ciudad en la que naceríamos mi hermano mayor yo y en la que actualmente ellos (mis padres y mi hermano) continúan residiendo.
Mi padre durante toda su vida laboral ha ejercido como conductor en el transporte urbano de Mérida y mi madre como ama de casa, y para ellos su máxima preocupación siempre fue el cuidado y la educación de sus hijos.

 

¿Cómo pasó su infancia?
Mi infancia transcurrió de manera muy similar a la del resto de niños de mi generación. Fuimos una generación “de la calle”, de pasar horas y horas jugando con los amigos en las calles y plazas del barrio. A pesar de que teníamos clases mañana y tarde, sin embargo, nuestros juegos diarios no faltaban. Es cierto que no estábamos sometidos a tantas actividades como lo están nuestros hijos. No había clases particulares, música, AFC (Actividades Formativas Complementarias), clubes, asociaciones,…. con lo que todo el tiempo lo podíamos dedicar a nosotros y a nuestros juegos.
Yo vivía en un barrio muy humilde, concretamente en el Barrio de La Paz, en Mérida. Disponíamos de pocos recursos materiales y lúdicos por lo que nuestro principal juego era la calle. Recuerdo cómo pasábamos horas y horas jugando a la pelota, al escondite, al bote, a los bolindres, a los cromos, a la una la mula, a 1,2,3 pollito inglés, al pinche,… Además, todo era por temporada, cada juego tenía sus fechas.
Siento mucha nostalgia cuando recuerdo todo esto porque aquel barrio en el que transcurrió mi infancia fue demolido años después y en esos terrenos fueron construidos el Barrio de San Lázaro y el Proyecto III Milenio donde actualmente se ubican las Consejerías de la Junta de Extremadura, el 112, la Comisaria de la Policía Nacional y los Juzgados de la ciudad de Mérida.

 

¿Algún recuerdo entrañable?
Recuerdo con mucho cariño cómo había momentos en los que los cuatro (mis padres mi hermano y yo) nos sentábamos  “ceremonialmente”  frente al televisor para ver programas como el Un, Dos, Tres, Los Payasos de la Tele, Heidi, Marco o Curro Jiménez, series que marcaron a toda mi generación.
Tampoco puedo dejar de recordar aquellas “eternas e inacabables” siestas en las que no podíamos poner la tele ni hacer ruido alguno. No teníamos piscina en el barrio con lo que hasta que no pasaban las horas de “la calor” no podíamos salir a la calle. La mayoría de las veces esas horas terminaban con alguna trastada o pelea entre hermanos.

 

¿Cuáles fueron sus primeros colegios?
Toda mi etapa escolar la realicé en el Colegio Público Trajano, de Mérida, concretamente hasta 7º de E.G.B. porque el año 1981 (con 12 añitos) ingresé en el Seminario Diocesano de San Atón, en Badajoz. Allí permanecí en régimen de internado hasta el año 1993.
A lo largo de esos 12 años realizo E.G.B., B.U.P., C.O.U. y los Estudios Eclesiásticos en el C.S.E.T. (Centro Superior de Estudios Teológicos) de Badajoz, afiliado a la Universidad Pontificia de Salamanca.

 

¿Dónde cursa sus estudios universitarios?
Aparte de los Eclesiásticos, que como he indicado anteriormente cursé en el CSET de Badajoz, mis otros estudios universitarios (Licenciaturas en Humanidades y en Filosofía) los culminé en la Universidad Pontificia de Salamanca, entre los años 2001 y 2008.

 

¿Tiene algún referente profesional?
Los principales referentes profesionales los he tenido muy cerca, en mi propia casa, mi padre y mi madre, cada uno de ellos con un cometido diferente pero ambos sumamente entregados a su labor y  al cumplimiento de su tarea. La honestidad, la generosidad, la entrega, la abnegación, la disciplina, la honradez,… se aprenden en casa (coloquialmente, se “maman”) o no se aprenden.  
Por esta razón es tan importante el papel de los padres respecto de nuestros hijos a la hora de ejemplificar con nuestra vida, nuestras palabras, nuestras preocupaciones, nuestras prioridades, nuestra capacidad de asumir las responsabilidades de nuestras conductas,…nuestros hijos son esponjas que absorben todo esto y no podemos esperar a que, posteriormente, la escuela subsane estas carencias que, en el peor de los casos, nuestros hijos arrastrarán, no sé si de por vida, pero al menos durante el tiempo que transcurra hasta que ellos sean conscientes de que todos estos valores son muy necesarios (imprescindibles, diría yo) para su propia vida y para la de los que les rodean.

 

Seminario y vida religiosa

 

Fue seminarista ¿Cómo vivió esa etapa?
Pues mi etapa como seminarista transcurre entre los años 1981 y 1993, es decir, 12 años de formación académica, humana y espiritual. Toda mi adolescencia y parte de mi juventud, (entré con 12 años y salí con 24) trascurrieron entre las vetustas paredes del Seminario Diocesano (hoy Metropolitano) de San Atón, en Badajoz. Quiero, desde estas páginas, mostrar mi agradecimiento a D. Amadeo Rodríguez. Magro, actual Obispo de Albacete y entonces Párroco de San Francisco de Sales, en Mérida, por la ayuda que nos prestó a mí y  a mi familia para que yo pudiese ingresar en el Seminario.
Son muchos años, muchas experiencias, muchas vivencias, muchas personas las que pasan por tu vida y que han quedado todas dentro de uno. Fue un tiempo muy extenso e intenso y que es muy difícil expresar en unas pocas líneas.
A lo largo de esos 12 años, pasas de ser un niño de 12 años, al que solo le interesaba jugar, divertirse y, si acaso, aprobar el curso de la mejor manera posible, a ser un joven-adulto de 24 años que se está planteando qué hacer con una vida enteramente orientada al compromiso religioso y que, llegados a este punto, en la mayoría de las veces se resuelve con la Ordenación Sacerdotal y el posterior destino a presidir una Parroquia en algún pueblo de la Diócesis de Badajoz.

 

¿Qué recuerdos destaca de su internado?
Recuerdo que en mi primer año de ingreso (1981) éramos 36 compañeros en la clase de 8º de EGB. Luego, según van transcurriendo los cursos y los años,  van entrando y saliendo compañeros. Puedo decir que guardo en mi memoria los rostros, nombres, apellidos y localidades de procedencia de todos y cada uno de los, aproximadamente 100 compañeros, que pasaron por nuestro curso.

 

¿Son muchos los seminaristas que llegaron a ordenarse sacerdotes?
De todos estos compañeros, solo 6 llegamos al final y fuimos ordenados sacerdotes: Francisco José Andrades Ledo (que fue Párroco de San Pedro Apóstol, en Montijo y actualmente trabaja en la de San José, en Badajoz), Juan Román Macías (Párroco de la de San José, en Badajoz), Nicomedes Silos Montero (Párroco de la de la Asunción, en Villanueva de la Sna.), Marceliano Guerrero Montero (Vicario Judicial del Arzobispado), Juan Manuel Medina Maya y yo (ambos, actualmente secularizados).

 

¿Alguna anécdota para compartir?
Como dato anecdótico, decir que el famoso escritor Jesús Sánchez Adalid (Párroco de la de San José, en Mérida) cuando ingresó en el Seminario lo hizo en nuestro curso y durante los cuatro años que tuvo que cursar los estudios Teológicos pudimos compartir con él el estudio, las vivencias y las muchas horas de tertulia que se generan en un internado en el que pasábamos juntos las 24 horas del día.

 

Llegó a ser sacerdote ¿Cómo definiría esa experiencia?
Aunque hace ya 20 años que abandoné el sacerdocio aún me resulta difícil de realizar un balance claro de lo que aquellos siete años (más uno como diácono) han supuesto para mi vida. Si bien no me arrepiento ni reniego de nada, es más me siento muy orgulloso de todo ello, sí tengo que decir que muchos sentimientos y sensaciones las continúo recibiendo de forma muy confusa.
Fueron años de mucha ilusión, vividos con mucha intensidad, muchas experiencias nuevas en las que de repente comienzas a ser un personaje de referencia para muchas personas, aspecto éste del que probablemente no fui del todo consciente. Pero, en cualquier caso, tengo que decir que de todas las experiencias de la vida hay que saber leer su aspecto positivo.
 La decisión de abandonar, al igual que la de ordenarme Sacerdote, fue enteramente mía y aun a riesgo de haberme equivocado en alguna de ellas, las asumo con la cabeza bien alta. Ambas fueron, como no puede ser de otra manera, decisiones muy meditadas y tomadas tras muchas horas de reflexión y conversación con compañeros, amigos y con la familia. No es fácil renunciar a una vida para la cual te has estado preparando durante toda tu infancia, adolescencia y juventud y,de repente, te lanzas a un vacío en el que pierdes todas tus seguridades (aparte de otras, tu trabajo y sostén económico) y, con 32 años comienzas a construir una nueva forma de vida que, en gran parte, nada tiene que ver con la vida que hasta ahora has vivido.  
Es un momento de crisis, de muchos replanteamientos, de volver a ilusionarte con un nuevo proyecto de vida, laboral y familiar. Fueron tres o cuatro años muy duros y ásperos pero también, muy ilusionantes y a los que les saqué mucho rendimiento, sobre todo desde el punto de vista formativo; tenía que prepararme para una nueva vida.

 

¿Cuál ha sido su trayectoria laboral?
Si me remonto a mi primera experiencia laboral tendríamos que trasladarnos a  los veranos de los años 1989, 90 y 91 en los que estuve en  la Costa Brava (concretamente en Pineda de Mar y en Malgrat de Mar) para trabajar en  la hostelería  y  así poder obtener un dinerillo extra con el  que poder afrontar el curso con un mayor respiro económico y al mismo tiempo evitar que todo el peso del gasto de mis estudios recayese en mis padres.
Una vez finalizados los estudios en Badajoz, y durante los 8 años siguientes, ejerceré como Sacerdote en distintas localidades de la Diócesis de Badajoz, entre ellas Montijo. Al final de esos 8 años es cuando abandono el sacerdocio y marcho a Salamanca para completar mis estudios universitarios. Al finalizar las Licenciaturas en Humanidades y en Filosofía trabajé durante tres cursos académicos como Profesor Interino en la Junta de Andalucía y en varios Colegios Concertados de Extremadura hasta que, finalmente, en 2008 apruebo las oposiciones como Profesor de Secundaria en la especialidad de Filosofía aquí, en Extremadura. Dos años en el IES Sierra de San Pedro, de La Roca de la Sierra, uno en el IES Rodríguez Moñino, de Badajoz hasta que en el curso 2013/14 obtengo mi destino definitivo en el IES Vegas Bajas aquí, Montijo.

 

¿Su primer destino como profesor?
Mi primer destino como docente lo obtuve en el año 1994 como Profesor de Religión en el IES Muñoz-Torrero, en Cabeza del Buey centro en el que desarrollé esa labor durante tres cursos.

 

¿Cuándo llega al IES Vegas Bajas?
Me incorporé a este Centro en el curso 2013/14, con lo que éste sería ya mi octavo curso en el IES Vegas Bajas.

 

¿Qué imparte actualmente?
En este momento formo parte (junto a dos compañeros más) del Departamento de Filosofía del Centro y, como tal, imparto las materias adscritas a este Departamento tales como Historia de la Filosofía, Filosofía, Psicología, y Valores Éticos

 

¿Qué destacaría de su labor docente?
Tras más de 20 años dedicados a la docencia me quedo con el reto que en esta profesión supone el día a día. Es una tarea muy gratificante, exigente y, en ocasiones muy dura, por qué no decirlo. Nuestros alumnos tienen unos intereses personales y formativos a los que no estoy seguro si nuestro sistema educativo responde. Las tecnologías, la información y la inmediatez que otorgan las redes sociales provocan que el sistema tradicional de enseñanza “haga aguas” y se encuentre, pudiéramos decir, en crisis y con la necesidad de adaptarse a la nueva situación que demandan nuestros jóvenes. Cada vez nos cuesta más a los docentes insuflar en los alumnos el hábito de la lectura,  la atención, el trabajo diario, la disciplina, la educación, el principio de autoridad,… sin los cuales la transmisión de contenidos y el proceso de enseñanza-aprendizaje es muy difícil de sostener.
Pero tengo que decir que, a pesar de todo ello, no hay cosa más bonita y edificante que trabajar con personas, y además con personas que están en proceso de maduración y en cuya construcción personal es donde los docentes con mucha ilusión y esfuerzo, tenemos mucho que aportar.
Me gustaría, desde estas páginas hacer un llamamiento y una petición a las familias y a la sociedad en general para que arropen y valoren la labor que los docentes realizan con nuestros hijos, todos somos eslabones de una misma cadena, entre todos educamos (“la tribu es quien educa”, José Antonio Marina) a los jóvenes de hoy y adultos del mañana. Todo el trabajo de hoy, pasados unos años será nuestra recompensa. Nuestros hijos serán aquellos adultos en cuyas manos pondremos el legado de nuestra sociedad.

 

Tras 8 años de sacerdocio abandona su ejercicio ¿Hay un motivo principal?
Bueno, pues como decía aquel, entre todos la mataron y ella sola se murió.
Cuando uno toma una decisión de este tipo (como puede ser también una separación matrimonial) es de suponer que no lo hace ni por capricho, ni por una sola razón ni de forma improvisada. Todo ello ocurre de manera muy procesual y es a lo largo de todo este proceso (en mi caso los siete años en los que estuve ejerciendo como Sacerdote), en los que uno percibe que no eres enteramente feliz con lo que haces y vives. Pasan los años y tu vida no es vivida con la plenitud que deseas y con la que tú la habías proyectado.
Sucede que en el desempeño de una profesión tan vocacional como es el Sacerdocio (también lo son la sanitaria, pediátrica, docente, geriátrica,…) cuando uno no es feliz, no puede trasmitir felicidad. Y es muy lamentable que este tipo de profesiones se ejerzan sin la ilusión, humanidad y entrega que requieren. En estos casos, y siempre que se pueda, una retirada a tiempo, es una victoria.

 

¿Cómo ve el desempeño del sacerdocio en estos tiempos?
Es cierto que, en estos tiempos, el desempeño del sacerdocio (al igual que otras profesiones, claro) se hace cada vez más difícil y exigente. Son momentos de profunda increencia, de desafección de la institución eclesiástica y en los que la práctica sacramental y religiosa ha llegado a ser irrelevante para la inmensa mayoría de la sociedad. Pero, por otro lado, gran parte de esta misma sociedad continúa teniendo a la Iglesia como mera dispensadora de “servicios religiosos” (no de sacramentos, sino de meros servicios) y ahí queremos tener al “funcionario religioso” de turno para que nos sirva lo que solicitamos pero sin ningún tipo de exigencia, compromiso ni pertenencia a la Comunidad Cristiana en cuestión. Todo ello genera en el sacerdote una profunda “esquizofrenia” interior de tal forma que, por un lado, es el pastor de una pequeña comunidad que vive con intensidad y con un profundo compromiso su fe pero, por otro lado, tiene que atender a todos los que de forma esporádica, pasajera y sin convicción alguna (y en la mayoría de ocasiones, con poca o ninguna fe) llegan para a solicitar un servicio “expres” y “a la carta” (bautizos, comuniones, bodas,…) y en los que cualquier tipo de exigencia y seriedad que por parte de la Parroquia se les proponga, es radicalmente rechazada.
Podría decir que sucede algo muy similar cuando un profesor se encuentra con una clase en la que hay unos cuantos de alumnos que están verdaderamente motivados para el estudio, otros que están allí porque sus padres les obligan, otros que “pasan” de todo, a los que no les interesa nada de lo que tú le digas y que van al Instituto a pasárselo lo mejor que puedan, otros cuantos que cada vez que puedan boicotearán la clase para provocar el enfado y desesperación del profesor,… ¿Difícil situación, verdad? ¿A quién atiendes? ¿Cómo te enfrentas cuando tengas que realizar la explicación? ¿Qué nivel de exigencia estableces? ¿En qué grupo debes pensar cuando vayas a poner un examen?,… Os puedo asegurar que no es nada fácil responder a estas cuestiones y mucho menos lo es la práctica docente (y religiosa) en estas condiciones y si no, preguntadle a cualquier docente.

 

Dentro de las muchas actividades que realiza también tiene implicaciones políticas.¿Cómo entra en política?
Entré de la mano de una formación (Plataforma Vecinal Valviense) precisamente fundada por mí y en la que un grupo de vecinos y amigos, todos más jóvenes que yo, quisimos apostar por un cambio político en el Ayuntamiento de Valdelacalzada. Creíamos necesario que tras 16 años con el mismo Gobierno Municipal era pertinente renovar esta institución local y nos pusimos manos a la obra. En poco más de tres meses, y tras un sinfín de reuniones, constituimos la Agrupación de Electores Plataforma Vecinal Valviense, elaboramos nuestro programa electoral, realizamos nuestros mítines y concurrimos a la Elecciones Municipales de mayo de 2015.
Estábamos muy ilusionados y contábamos con el apoyo de muchos vecinos que, al igual que nosotros, estaban deseosos de un cambio en el Ayuntamiento. Y, bueno, a punto estuvimos de conseguirlo. El resultado fue de 6 Concejales para el PSOE, 4 para nosotros y 1 para el PP. Fue un resultado muy satisfactorio, en aquellos momentos nos embargaba una enorme ilusión por trabajar y, desde la oposición, contribuir al  cambio y a que las cosas se hiciesen de mejor manera, o al menos de otra manera, pero la ilusión duró poco. El grupo se fue progresivamente deshinchando, sus miembros fueron desvinculándose del proyecto y, finalmente, ante la falta de implicación y de personas dispuestas a integrar las listas para las siguientes elecciones de mayo de 2019, decidimos no concurrir y disolver la Agrupación. Me dio mucha pena, pero no había otra opción. El cambio en los pueblos tiene que venir de la mano de sus propios vecinos, no podemos quedarnos esperando a que nos venga ni de lo alto ni de fuera.

 

¿Cómo fue su etapa como Concejal?
Mi etapa como Concejal a nivel personal fue muy satisfactoria en el sentido de que al acabar ese periodo pude decir que me marchaba con la satisfacción del deber cumplido.
Entré en política sin interés personal alguno y durante el tiempo que estuve como Concejal todo mi esfuerzo se dirigió a prestar mi contribución para que las cosas se hicieran bien, en beneficio del bien común y general del pueblo, a fiscalizar la acción del Gobierno Local y a controlar que todo (licitaciones, presupuestos, obras, sueldos, personal, horarios laborales, contratos, gastos,…) se hiciera de manera transparente, cosa que en algunas ocasiones me fue imposible conseguir ante la cerrazón y opacidad con la que a menudo actúan nuestras instituciones.

 

¿Duración en su cargo?
Tan solo he estado en el cargo de Concejal una legislatura, la que transcurre entre los años 2015 al 2019.  Durante esos cuatro años ejercí como portavoz del Grupo Municipal Plataforma Vecinal Valviense integrado por los cuatro Concejales que obtuvimos en las Elecciones Municipales de mayo de 2015.

 

¿Qué es lo más característico de Valdelacalzada?
Me pone en un aprieto porque responder a esa cuestión no es nada sencillo. Como bien sabéis Valdelacalzada surge a raíz de la ejecución del Plan Badajoz, sus primeros habitantes llegan el mes de octubre del año 1948 procedentes de cuatro localidades de la provincia, Hornachos, Fuente de Cantos, Burguillos el Cerro y Castuera y, por tanto, contamos con tan “solo” 73 años de historia y con un corto recorrido como municipio independiente (año 1993) lo que hace que nuestras tradiciones sean relativamente recientes y su acervo como pueblo pudiéramos decir que está aún en gestación.
Entre las tradiciones más arraigadas cabría nombrar las Fiestas Patronales de octubre, otras de más reciente aparición como las fiestas de la floración o el Carnaval y también algunas que en su momento fueron muy populares y que en los últimos años han decaído bastante, como es la Feria de Mayo (San Isidro) o incluso desaparecido, como el Día de la Independencia, que durante 20 años supuso un gran momento de encuentro, en el que los vecinos compartían en la Plaza sus “tortillas” convirtiéndose en una auténtica fiesta popular hasta que en 2012 se decidiera suprimir como festivo local y en consecuencia, fue abocada a desaparecer. Es una fiesta que los vecinos recuerdan con gran nostalgia.

 

¿Qué eventos destacaría?
Bueno, desde la Asociación Vecinal a la que pertenezco hemos organizado muchas actividades, sobretodo en el ámbito cultural que es el principal objetivo y razón por la que a finales del año 2015 nace esta Asociación.
De las que más orgulloso me siento, junto con mis compañeros, son de aquellas que están teniendo continuidad en el tiempo y que no se han quedado en “flor de un día”. Me estoy refiriendo, por ejemplo, a las “Veladas Literarias bajo la Luz de la Luna”. Hemos logrado traer a nuestro pueblo lo más granado de la poesía extremeña y así, en estas cuatro ediciones han pasado por nuestros atriles Juan Pablo Sánchez, Vanessa Cordero, Manuel G. Cienfuegos, Rafael Mª Cañete, Antonia Cerrato, Javier Feijóo, Faustino Lobato, Julia Cortés, Nando Juglar, Lolo Unión, Emilio Díaz-Pinés, Plácido Ramírez, Juani Gragera y Marta Prieto,  los pianistas Juan Antonio Rodríguez, Pedro Monty y Sergio Chávez,  los pintores Víctor Cirujano, Clara Báez y Joaquín Recio y la bailaora Rosa Mª Reguera.
También, el año pasado, al no poderse celebrar la quinta edición de estas Veladas, la Asociación decidió editar un libro que con el título, “Valdelacalzada. Versos bajo su Luna”, ofrece una recopilación de las cuatro Veladas celebradas hasta la fecha y que está teniendo bastante aceptación entre los vecinos y los lectores en general.

 

¿Otras actividades?
La “Ruta de los Colonos” consistente en la visita/hermanamiento con los diferentes pueblos originarios de aquellas 40 primeras familias que en octubre del año 1948 llegaron a Valdelacalzada convirtiéndose en sus primeros habitantes, a saber, Hornachos, Fuente de Cantos, Burguillos del Cerro y Castuera. Ha sido esta una actividad también con una muy buena acogida por nuestros vecinos y en la que han participado en torno a 150 personas en cada una de las cuatro visitas que hemos realizado. Son visitas consistentes en conocer el pueblo, sus alrededores, paisajes y patrimonio. Estas visitas son preparadas de manera conjunta entre nuestra Asociación y los Ayuntamientos y las Alcaldías de las localidades que visitamos y con los que continuamos manteniendo el contacto y los lazos establecidos en esos intercambios culturales.

 

También organizan Jornadas de Historia, ¿desde cuándo?
Llevamos también ya organizadas tres ediciones de las “Jornadas de Historia(s) de Valdelacalzada” dedicadas la primera a los primeros recuerdos de Valdelacalzada (con Juan Domínguez Núñez D.E.P.) y al Proyecto del Ingeniero Díaz-Marta sobre los riegos de las Vegas Bajas y el Canal de Montijo (con Manuel Gª. Cienfuegos), la segunda dedicada a las mujeres de Valdelacalzada y la tercera, al arte y patrimonio religioso de Valdelacalzada y de algunos de los pueblos de colonización de la comarca de Montijo (con José Manuel Jerez Linde y Manuel Gª Cienfuegos).

 

¿Alguna actividad más lúdica que conviene resaltar?
La Asociación también ha organizado el “Día de la Independencia”, “Mercadillo solidario en beneficio de la ONG Dando C@lor” (junto con el Ampa del Colegio), Conciertos de Nando Juglar, + Boleros,  Disney y Música (con Pedro Monty, Nerses Avankiyam y Vacasflakas) y la obra de Teatro  “Todos somos capaces”, a cargo de la Asociación Arteprisma.

 

¿Pertenece a algún otro colectivo?
Sí, actualmente soy miembro del Grupo de Coros y Danzas ARAVAL y de la Asociación de Tenis, ambas de Valdelacalzada.

 

¿Ha desempeñado algún otro cargo en Valdelacalzada?
Sí. Estuve ejerciendo como Juez de Paz y Encargado del Registro Civil durante tres años (2012-15) pero tuve que renunciar al mismo cuando concurrí la Alcaldía de Valdelacalzada en las Elecciones Municipales de 2015. El cargo de Juez de Paz es incompatible con el desempeño de cualquier cargo político, aunque curiosamente a los Jueces de Paz los nombran las Corporaciones Locales por mayoría absoluta de sus miembros y, además, uno de los requisitos para poder ser nombrado Juez de Paz es el de “residir en la población donde tenga su sede el Juzgado de Paz” deber este que, sin embargo, no se les exige, por ejemplo, a los Concejales ni a los Alcaldes de sus localidades.

 

¿La historia también le interesa bastante?
Sí, mucho. De hecho actualmente estoy matriculado en la UNED, precisamente en el Grado de Geografía e Historia (3º Curso). El conocimiento de la historia de nuestro pasado remoto y presente es la clave más valiosa para poder interpretar de forma certera nuestro presente.

 

¿Cuáles son los proyectos personales en los que actualmente se encuentra inmerso?
Actualmente me encuentro trabajando en dos proyectos que espero que, próximamente, puedan ver la luz en forma de publicación.
Hace ya unos meses creé dos blogs, uno en el que semanalmente publico un comentario a uno de los refranes del refranero religioso-popular castellano (https://dsdelcampanario.blogspot.com ) y otro en el que, también con periodicidad semanal, voy haciendo un recorrido por el callejero de Valdelacalzada (https://valdelacalzando.blogspot.com/) y en el que explico el nombre, origen, servicios, ubicación, fotografías y curiosidades sobre cada una de las calles y plazas de Valdelacalzada.

 
¿Qué pretende con estas publicaciones?
Estos dos Blogs en su momento nacieron con la única pretensión de darle difusión y cauce a unas inquietudes y a un interés personal por abordar algunos aspectos culturales que me parecían interesantes en ese momento. Mantener a lo largo de los meses la constancia ha derivado en un trabajo de cierta envergadura (más de 100 refranes y un recorrido por todas las calles y plazas de Valdelacalzada) y que, a sugerencia de varias personas, finalmente me decidí a ponerlos en manos de una editorial y proceder a la publicación de ambos trabajos.

 

¿Cuándo tiene previsto su publicación?
Los comentarios al refranero será el primer libro que salga a la venta y que, si no me fallan los cálculos, podremos tenerlo disponible antes del próximo verano.
El callejero valviense (“Valdelacalzando”) tendrá que esperar un poco más ya que su maquetación y edición requieren un mayor trabajo y, además, para este me gustaría contar con el patrocinio de los establecimientos y casas comerciales locales que lo deseen a cambio de insertar su publicidad junto a la calle en la que se ubican cada uno de estos negocios. Sería ésta una forma de sufragar los gastos y así poder realizar una más edición interesante, vistosa y completa sobre Valdelacalzada.  

 

NOMBRE: José Luis Molina Bolaños.
EDAD: 53 años.
NACIMIENTO: Mérida.
RESIDENCIA: Valdelacalzada.
ESTADO CIVIL: Felizmente casado.
UNA COMPAÑÍA: Mi mujer y mis dos hijas, siempre.
UN LUGAR PARA PERDERSE: Es que yo no me quiero perder.
UN LUGAR PARA VIVIR: wTodos los que en cada momento la vida me ha ido deparando.
UNA MÚSICA: Me quedé en la Movida madrileña de los 80` y, además, estoy muy a gusto.
UNA LECTURA: Patria, de Fernando Aramburu.
UN HOBBY: Lectura, deporte, tertulia, familia, escribir, pasear,…
UN SUEÑO: Tengo muchos, imposible de enumerarlos.

 

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