El fuerte y sostenido impacto de la pandemia requiere compatibilizar la lucha contra el virus junto con el mantenimiento de la actividad económica si queremos apuntalar nuestra maltrecha economía. Desde el Partido Popular se han presentado mociones en las que se solicita desarrollar un Plan integral de apoyo a la competitividad del comercio minorista en España, con una amplia batería de medidas concretas, así como la de adoptar determinadas medidas para impulsar el comercio en el ámbito rural.
Desde el profundo convencimiento de que ser menos en el medio rural ni resta derechos, ni debe restar servicios, todos debemos implicarnos en esa mejora, pero compete al Gobierno como máximo responsable  asegurar la calidad de vida del ciudadano independientemente de donde viva, sin que puedan existir diferencias de recursos entre territorios.
Hay que remarcar la trascendencia del comercio minorista ya que no solamente es generador de empleo y de riqueza sino que ayuda a fijar población ya que la actividad emprendedora de los pequeños empresarios y autónomos rurales, en una gran parte mujeres, evita una despoblación aún mayor e  impiden que poblaciones del mundo rural queden desiertas.
Las  medidas contenidas en la referida moción son urgentes e inaplazables, por lo que se no podemos perder ni un minuto más  ya que con la pandemia el parón en España, tras cuatro años de crecimiento poblacional, ha sufrido una caída del 0,2% con una reducción de su población en 106.000 personas. Y nuestros pueblos han sido los más perjudicados.
La pandemia y el confinamiento han puesto sobre la mesa un nuevo escenario porque gracias a las oportunidades que ofrece el teletrabajo muchas personas se han planteado seriamente  la opción de residir en un pueblo ya que añoraban espacios al aire libre y una vida más tranquila. La opción del trabajo telemático, cada vez más potenciada por las empresas, ha abierto esa posibilidad y la vuelta al pueblo se confirma como una opción factible.
Pero para que los nuevos residentes quieran instalarse en los pueblos, los municipios deben contar con los servicios imprescindibles para garantizarnos una calidad de vida y hay necesidades como servicios bancarios, servicios postales, e internet, entre otros. En este camino uno de los pasos imprescindible es que se mejoren las comunicaciones tecnológicas asegurando la banda ancha y la cobertura de telefonía móvil para todo el territorio.
Los territorios despoblados son sin duda el reto de esta legislatura aunque hay que lamentar que tres años después este Gobierno no haya impulsado una estrategia clara y concreta frente al reto demográfico.