Como se le meta una cosa entre ceja y ceja. La canción infantil: “Don Melitón tenía tres gatos y los hacía bailar en un plato y por las noches les daba turrón, que vivan los gatos de don Melitón”. Las panderetas de plástico. Una peseta de café en grano. Cuando la linde se acaba y el tonto sigue. Los jóvenes montijanos tomándose los primeros cubalibres en el Gato Negro de Valdelacalzada. Perón recitando los versos de un caminante que encontró al borde del camino una calavera sobre la que había nacido una flor: “Oh flor que mal naciste/que mal principio tuviste/ que el primer paso que diste/te encontraste con la muerte/El cortarte es cosa triste/y dejarte es dejarte con la muerte”. El cantante Daniel Velázquez, y su canción “Y también los demás”, en el Festival de las Vegas Bajas. “En el Convento de Santa Clara tienen un loro que es un tesoro ¡Quién lo pillara! Y las pobres monjitas andan de porfía como si dijeran una letanía ¡Ay qué lindo loro, ay que es un tesoro! que para darse un baño va del caño al coro, va del coro al caño, del caño al coro, del coro al caño. Del caño al coro, del coro al caño”. “Al uso de Montijo vengo peinada, que me peina mi tía la montijana. Por el mirador, te he visto pasar y me pareciste sirena del mar”. “En febrero, busca la sombra el perro, en marzo el perro y el amo, y en abril, el perro, el amo y el barril”. Vaya pestorejo que me ha salío, se lo comen hasta los oleaos. “Con mi cara encarnada y mi ojo negro, mí vestido verde el campo alegro”.

“Somos arrieros y por el mundo andamos”. Cuando las procesiones pasaban por delante de los bares y éstos apagaban la luz. “Se la metí, se la saqué, ella lloraba y yo me reía del líquido que le metía”. Me han envacunao, chacha. “Barriga con barriga, panza con panza y entre las dos anda la danza”. “Saya sobre saya y encima la más mala”. “Entre dos peñas feroces, salió un hombre dando voces”. Las hojas de afeitar Filomatic. “Pinocho fue a pescar al río Guadalquivir, se le cayó la caña y pescó con la nariz. Cuando llegó a su casa nadie le conocía, tenía la nariz más grande que un tranvía”. El juego de whisky para el mueble-bar. El grupo Punto Límite cantando “Al pie de la Montaña” en el último Festival de las Vegas Bajas. Las colonias Joya y Farala. Las maestras Josefina, Carmen García Murillo, Isabel Tejada Castillo y Estrella García, con los maestros Isidoro Manso Rodríguez y Quintín Durán Florencio en la escuela de la finca Morante de San José. Súper jabón Lagarto, transparente, suave y perfumado.  Las familias de los novios repartiéndose los dulces sobrantes tras el banquete de bodas. Las postillas en las rodillas.

El sonido de un guantazo por la cara, como el de un alpargatazo sobre un charco. Agáchate y vuélvete a agachar, que las agachaditas no saben bailar. El cantante francés, Robert Jeantal, con la canción “Cuando el amor”, en el Festival de las Vegas Bajas. Agua y sol, el perrito y el pastor. “Lo que no va en vino, va en lágrimas y suspiros”. “Salgo de la sala, voy a la cocina, meneando la cola como una gallina”. Salmorejo y paella, menú en el día de la Jura de Bandera de los reclutas en el CIR núm. 4 de Obejo. Emilio Santos y la Orquesta Montecarlo que participaron en el Festival de las Vegas Bajas con la canción “Sé que no debo”. Por Todos los Santos, a más tardar, el trigo has de sembrar. La ensála, salá, poco vinagre y bien aceitá. Menudo pejiguera está hecho, tiene tres y la bailaera. “Blanco por dentro, verde por fuera, si quieres que te lo diga, espera”. La película del oeste “Por un puñado de dólares”, en el cine Emperatriz de verano. Sopena, diccionario ilustrado de la lengua española. “Estaba mi abuela en la huerta y la vio mi abuelo con la chocha abierta”. El cantante José Gordillo en el Festival de las Vegas Bajas con la canción “Vuelvo a Montijo”. Nota: algunas afirmaciones, amigos lectores, se corresponden con adivinanzas.