El Gobierno remitía a Bruselas el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia en el que se recoge el pago por uso de la red de carreteras con fecha (orientativa) el 2024.

Es decir, se plantea un peaje en todas las autovías de España “para cubrir los costes de mantenimiento e integrar las externalidades negativas del transporte en carretera, se anunciaba.

El director general de tráfico señalaba sobre este tema que “Hay que poner el cascabel al gato (…). El que lo usa lo paga” y señalaba

A pesar de que hay quien defiende la medida porque afirman que debe asumirse igual que cuando se viaja en AVE o en avión, pagando la correspondiente tasa además de la propia infraestructura, es mayor el rechazo que ha provocado el anuncio de estos peajes. Una tasa que no convence a nadie y que está siendo cuestionado incluso por gobiernos regionales como el de Madrid, Castilla León, Murcia, Andalucía y Galicia, que ya han advertido que no cobrarán ningún peaje en sus carreteras.

Asociaciones de consumidores se posicionan en contra de esta medida por suponer un pago por igual para todos, sin tener en cuenta criterios de renta y capacidad económica.

También asociaciones de conductores y automovilistas critican esta nueva tasa que creen ya se pagan impuestos para la conservación de carreteras y por lo peligroso que puede resultar que gran número de conductores opten por carreteras menos seguras como alternativa al pago del peaje.

En Extremadura se han pronunciado al respecto desde Unidas por Extremadura, que califica esta medida como regresiva y discriminatoria, considerando que la propuesta de los peajes “es un error tremendo y perjudica a la clase trabajadora extremeña”.

Irene de Miguel aseguraba en rueda de prensa que “para poner medidas como esta de fiscalidad verde entendemos que debería de haber un sistema de transporte público sólido, que conecte y vertebre el territorio”, denunciando que “Extremadura no cuenta con ello, por lo que esta medida perjudica a la clase trabajadora extremeña y al conjunto de la ciudadanía”.

En este mismo sentido se pronunciaba en sus redes sociales la plataforma Milana Bonita, que recordaban que Extremadura no dispone de un tren digno que sirva como alternativa al uso de la carretera.

El Plan presentado por el Gobierno central se compromete a aplicar los peajes de forma progresiva a partir del 2024 en las carreteras que son estatales, esperando a que las diferentes regiones apliquen estas mismas medidas en los tramos que les corresponden como propios. Queda por saber en qué sentido se pronunciará la Junta de Extremadura al respecto, ya que el tramo de autovía EXA1, (Navalmoral-Plasencia-Moraleja) y la EXA2 (Miajadas-Vegas Altas) son competencia regional.