Pole dance… ¿Baile o deporte? La polémica está servida.

Podríamos debatir sobre ello y la mayoría se centraría en la faceta de espectáculo del baile en barra. Algunos sabrían concretar que requiere un esfuerzo y trabajo físico.

“Ante todo, el pole dance es un deporte, independientemente de la disciplina que practiques”, nos aclara Isabel Escobar, “es verdad que la gente conoce más el pole exotic, que tiene un componente mayor de baile. También está el pole art, donde se integra un poco la danza lírica o contemporánea, pero la base de todo es el pole sport, donde se trabaja la fuerza, la potencia y la elasticidad”.

Isabel es de las pocas personas en las Vegas Bajas, si no la única, que práctica pole dance. Un deporte con el que empezó hace unos años casi por pura casualidad: “Siempre me ha gustado bailar, quería hacer algo relacionado con el baile. Lo más habitual es dar clases de baile de salón, pero se necesita una pareja. Conocí el pole dance, que se puede practicar de forma individual. Lo había visto alguna vez, como tanta gente, me parecía bonito, pero hasta hace poco no me había planteado aprender. Comencé a tomar clases en la acadamia 'Be a rainbow', en Badajoz.”

Y lo que empezó como una curiosidad, se ha convertido en una pasión: “Entiendo los estereotipos que arrastra el pole dance, ya que sus inicios están muy vinculados a clubes de striptease, pero realmente es mucho más que eso, esta parte más erótica o sensual es el pole exotic, que tiene mucha belleza, realmente no tiene la suciedad con la que mucha gente lo ve, pero eso pertenece a la subjetividad de cada uno. A mí me parece espectacular y maravilloso”.

Muchos de los prejuicios sobre el pole dance vienen dados por el uso de poca ropa, pero es una necesidad de la disciplina. “Es necesario que la piel se adhiera a la barra”, señala Isa, que indica que, de igual forma, las nadadoras van en bañador y las gimnastas en body. Y a nadie le parece raro.

De hecho, el pole dance comparte muchas características con la gimnasia: el ejercicio en barra, las figuras que se realizan en ambas disciplinas y el trabajo en coordinación con la música. La diferenciación del pole dance en una parte más técnica y otra más artística, en la que se cuida más la estética, se da también en la gimnasia (rítimica y artística).

Y tal y como resulta en la gimnasia rítmica, el pole dance es mayormente practicado por mujeres, pero pueden ejercitarse también hombres. “Es un deporte muy completo, que pueden practicar mujeres y hombres de cualquier edad e independientemente de su figura. Puedes hacer pole porque te gusta, para pasarlo bien, sin necesidad de trabajarlo tanto, o hacerlo en un nivel mucho más deportivo, que necesita más dedicación fuera de la barra”, nos cuenta Isabel.

Ella dedica 20 horas semanales de entrenamiento dividido en sesiones de fuerza, cardio, flexibilidad, pole sport y pole exotic. Pero asegura que lo más importante, además de los beneficios físicos que se obtienen del pole dance (se gana equilibrio, fuerza y elasticidad) es que te hace sentir bien. “En Estados Unidos, donde hay muchas más academias que aquí en España, hay psicólogos que lo recomiendan a mujeres para trabajar su autoestima. Te sientes bella, estilizada y sensual. Ganas seguridad en ti misma”.

Isa continúa perfeccionando su técnica, aprendiendo cada vez más, de forma autodidacta y de la mano de Nadina de Armas, una de las mejores profesionales de pole dance.

Sube algunos vídeos de sus entrenamientos y coreografías en su perfil de Instagram, @elisabeth.bennet.587 (Isabela Escobar), y desde allí intenta dar a conocer en Montijo y las Vegas Bajas una disciplina que aporta, sobre todo, seguridad y confianza.