Lunes, 20 de Octubre de 2025

Actualizada Viernes, 17 de Octubre de 2025 a las 18:26:58 horas

Andrés Acevedo
Viernes, 09 de Abril de 2021 Actualizada Viernes, 09 de Abril de 2021 a las 10:27:16 horas

Sobre la intimidad


Skinner, uno de los padres de la psicología moderna, definía la intimidad como un contexto en el que ciertas conductas que normalmente son castigadas, se permiten o refuerzan..
Esto significa que la intimidad es una situación, lugar o persona en la que uno puede decir o actuar de cierta forma que, en otras situaciones sería mal visto, juzgado o criticado.
En este sentido la intimidad no lo proporciona la confidencialidad o la familiaridad con alguien. Aún cuando estos suelen ser aspectos relevantes. La esencia de la intimidad radica en la libertad y aceptación que uno siente al comprobar que lo que expresa es válido, está permitido y es legítimo.
Vivimos rodeados de condicionantes. Modelos de comportamiento que nos indican cómo es adecuado actuar en determinadas circunstancias.
Modelos que nos dicen qué es adecuado pensar y que no (por tu edad, sexo, orientación, gremio profesional, ideología…). Y por último, modelos que nos indican cómo deberíamos sentirnos y qué emociones “no están permitas” en ese momento.
Si, por ejemplo, yo dijera que miento con frecuencia, que siento envidia o que pienso en si elegí a la persona adecuada para casarme. Con mucha probabilidad, los demás me dirán que estoy equivocado: que no debería actuar, sentir o pensar así. Y esto no será algo agradable de escuchar para mí. Me sentiré juzgado y no entendido. Por lo que, en futuras ocasiones, este no será un espacio de intimidad para mí.
Lo relevante aquí no es si la otra persona opina, siente o actúa como nosotros. Lo relevante es que esa persona responda de forma agradable a lo que le contamos.
Puede parecer una obviedad, pero en la práctica esto no siempre es tan sencillo. Muchas parejas carecen de intimidad porque uno de los miembros se dedica a aconsejar con muy buena intención cada vez que el otro expresa algo que considera inadecuado o perjudicial. Muchos amigos de toda la vida dejan de ser espacios para la intimidad porque “ya sé lo que me va a decir”. Incluso nosotros mismos a veces no nos permitimos esa intimidad juzgando y criticando aquello que sentimos, pensamos o hacemos.
Desprovista así de otros añadidos, la intimidad se convierte en un contexto donde uno puede expresar aspectos que se alejan de los modelos de comportamiento y ser atendido o reforzado. Por lo que si uno quiere aumentar la intimidad con otra persona es mejor que deje “los debería” en un cajón y se dedique a hacer sentir bien al que nos está contando algo que normalmente sería criticado, por mucho que pueda opinar diferente.

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.