Lunes, 08 de Diciembre de 2025

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Pablo Galindo Caraballo - Farmacia Pintor Galindo
Martes, 09 de Marzo de 2021 Actualizada Martes, 09 de Marzo de 2021 a las 12:29:35 horas

Volveremos a disfrutar, ¡que la vida es un Carnaval!

Buenas de nuevo queridos lectores, ya estamos de vuelta una vez más en nuestra columna de las crónicas farmacéuticas, pero esta vez con un poco de pintura y brillantina. Como ya dijera la gran Celia Cruz, la vida es un carnaval, aunque este mes de febrero ha pasado sin desfiles, ni murgas, ni comparsas. No podemos olvidar que el carnaval de la vida sigue y que las “penas se van cantando”.  
Y aunque algunos me acusen de plagio, pueden seguir leyendo esta columna cantando conmigo porque esto va para todo aquel que “piense que la vida siempre es cruel, tiene que saber que no es así, que tan solo hay momentos malos y todo pasa”.
Con la que está cayendo debemos recordar, como dice la canción, que todo pasa y que mantener una actitud positiva como nos recomienda Celia, hace que afrontar los problemas sea más llevadero. Muchas veces la mejor medicina es ver el vaso medio lleno. Sé que muchos están en situaciones límite en las que ya no hay ni vaso, pero recordad que estos momentos malos pasarán y volveremos a disfrutar.
No sé si han tenido ocasión de pasar por delante de nuestro escaparate con maniquíes sin disfraz, reivindicando, o queriendo recordar que no nos olvidamos del carnaval y de toda la gente carnavalera que nos hace disfrutar con sus disfraces y su música año tras año. Porque, aunque aquí no sea fiesta, hay una gran afición al carnaval en las Vegas Bajas y son ellos los que nos recuerdan que el carnaval de la vida sigue, a pesar de las restricciones que debemos acatar.
Hemos pasado ya por varios confinamientos, tanto a nivel nacional como local o autonómico, toque de queda, restricciones de horario en negocios extenuados hasta el extremo…
Desde aquí recordarles que no solo estamos para dispensarles sus medicamentos y aconsejarles sobre sus tratamientos, que también les escuchamos y empatizamos con sus historias del día a día.
Que somos testigos de los sacrificios que todos estáis haciendo para que esta pandemia acabe, bares, pequeños comercios y un largo etcétera. En definitiva, personas a las cuales, no tendríamos horas en el día para brindarles el aplauso que se merecen por soportar semejante carga.
Sin más ya solo me queda despedirme hasta nuestra próxima columna de las crónicas farmacéuticas y recordarles que la Cruz Verde nunca se apaga para todo aquel que lo necesite, todo lo malo pasará y…
¡VOLVEREMOS A DISFRUTAR!

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