Lunes, 08 de Diciembre de 2025

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Auxiliadora Correa Zamora | 611
Martes, 16 de Febrero de 2021 Actualizada Martes, 16 de Febrero de 2021 a las 13:23:06 horas

Ayudas para evitar los cierres

Si queremos salvar nuestra economía, se precisa de forma urgente un fondo de 50.000 millones de ayudas a las empresas junto con la puesta en marcha de un plan de choque fiscal con bajadas de impuestos.

Esa inyección directa de liquidez es indispensable para capear el temporal económico y poder salir de la crisis airosos.

Eso es lo que están haciendo en Europa las economías punteras con impulsos fiscales coyunturales ayudando a soportar los costes de las empresas con un objetivo que tienen grabado a fuego: evitar los cierres.

En caso contrario el diagnóstico es evidente: si no se bajan impuestos, esas empresas cierran, y si cierran no pagan ningún impuesto. Pero por desgracia nuestro Gobierno parece ajeno a la realidad - abstraído en sus cantos de sirena con eslóganes vacíos de “o vamos a dejar a nadie atrás”, “lo mejor está por llegar” - y acelera en el sentido contrario ya que cree que todo lo puede arreglar con la subida de la presión fiscal y más déficit.

El déficit es deuda y la deuda hay que pagarla. En estos momentos es crucial tener las cuentas saneadas para poder afrontar la crisis con solvencia. Muchos nos tememos que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que debería ser un salvavidas económico para mantener a flote las economía de nuestras familias empresas e instituciones, sea un trágala porque no ha comenzado con buen pie al modificar leyes administrativas por la puerta de detrás eliminando controles y plazos y con ello garantías. La gestión de los fondos hace girar todo alrededor de Moncloa y en Presidencia del Gobierno sin la participación de las comunidades autónomas. Y no hay que olvidar que además estamos en un terreno de arenas movedizas económicamente hablando ya que en los Presupuestos Generales del Estado los ingresos están sobrevalorados y los gastos están infravalorados. Además dichos presupuestos preveían un crecimiento del 9,8% que es falso y está desfasado. Por tanto, los brotes verdes y el rebote que el Gobierno tenía previsto para el próximo año va a ser mucho menor. La consecuencia no puede ser más evidente: se va a desequilibrar aún más el presupuesto, habrá más endeudamiento público y más desempleo. Es un círculo vicioso en vez de virtuoso, un laberinto del que no pueden sacarnos las medidas impulsadas por Pedro Sánchez.  

Un primer paso para salir de ese laberinto podría ser legislar para que los impuestos a la generación eléctrica sean de un tipo del 0% y se baje el precio de la electricidad en España para bajar los costes de nuestras empresas y dejar a las familias más margen para el consumo.

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