Jueves, 04 de Diciembre de 2025

Actualizada Lunes, 01 de Diciembre de 2025 a las 13:40:03 horas

Ana María Moreno Vaquera | 4212
Jueves, 11 de Febrero de 2021 Actualizada Jueves, 11 de Febrero de 2021 a las 18:04:15 horas

Manuela Rubio González, Subdirectora de Atención Primaria del SES

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En Montijo, pertenece a una conocida familia numerosa. Se doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad extremeña y se especializa en Medicina Familiar y Comunitaria en Cáceres.
Practica la Medicina de Familia en diferentes destinos de Cáceres. Obtiene plaza en Romangordo y Madroñera lo que le permite ser una gran conocedora del mundo rural como médico de pueblo.
Desde 2015 desempeña su labor en los Servicios Centrales del SES como Subdirectora de Atención Primaria del Servicio Extremeño de Salud, donde está en Comisión de Servicio.

 

¿Puede presentarse?
Soy la segunda de los cinco hijos de Paco Rubio y Manola González.
Mi madre era ama de casa (obligada por la época, siempre quiso estudiar y no se lo permitieron porque las mujeres, entonces, “no estaban para eso” según le decía mi abuelo). Mi padre era maestro y trabajó en el colegio Los Salesianos de Puebla de la Calzada y fue cofundador del Colegio Santo Tomás de Aquino, junto a D. Tomás Rodas y D. Alfonso Villalobos. Después en el Banco de Extremadura en Montijo y cuando cumplí los 17, lo destinaron a Badajoz donde nos fuimos a vivir a la Plaza Santa María de la Cabeza (aún recuerdo como eran los Carnavales en esa plaza), aunque seguíamos viniendo todos los fines de semana a casa de la abuela.
Mis padres nacieron en Montijo, aunque la familia de mi padre procede de Huelva, de Cañaveral de León.
De allí vino mi abuelo como viajante y se instaló en Montijo tras conocer a mi abuela.
Aún seguimos yendo a Cañaveral a ver a la familia de mi padre.
Tengo cuatro hermanos: Mariano, Trini, Paco y Dolores. Y un hermano más, que era el segundo, y falleció a los cuatro meses por bronquitis. Según contaba mi madre nunca vió llorar a mi padre otra vez como aquel día.

Sus primeros colegios…
Fui a “Parvulitos” a casa de la Señorita Conchi, en la Calle Papa.
Estudié EGB en el Colegio Santo Tomás de Aquino, con D. Tomás, D. Alfonso, D. José, D. Francisco y la Señorita Águeda, la Señorita Alfonsa, la Señorita Puri, y tantos otros… que muchos de mi generación recordarán.

¿Sigue manteniendo contacto con sus antiguos compañeros?
Por supuesto, aunque nos vemos poco, mis amigas de la EGB son las mejores amigas que tengo.
Nos vemos todas las Nochebuenas para tomar unas cañas. Aunque este año no ha podido ser, queda pendiente...


¿Qué estudios cursó?
BUP y COU en el Colegio Puertapalma, en Badajoz.

Recuerdos infantiles…
Recuerdo las Navidades con mis primos en casa de mi abuela paterna, durmiendo todos juntos de tres en tres; el cesto donde guardaba las monedas y las 25 pesetas de paga semanal; los paseos por el campo en Esparragalejo, donde apostábamos quién encontraba más espárragos; recuerdo machar aceitunas en la piedra alta del patio de mi abuela, comer palo dulce en la Huerta de los Frailes; la sopa de fideos de mi tía cuando me autoinvitaba en la calle Carrera, el puesto de chuches de “Candidito”, las tardes de la pandilla en el parque o en las escaleras del Monte de Piedad…. Las salidas de la pandilla al campo de Paquita o al mío propio, las noches de verano en la puerta de casa con las vecinas, o como preparaba mi abuela materna el brasero de picón o las “borrachitas” para aliviar el frío del invierno. También recuerdo el año que mis padres se permitieron el lujo de llevarnos a los cinco al Hotel “Pinomar” en Marbella y ¡cómo vomitábamos, de camino, los cinco en el Seat 131 Supermirafiori!
Son muchos, muchos recuerdos que se tienen de la infancia y que construyeron gran parte de lo que somos hoy día.

 

¿Cómo pasó su infancia?
La recuerdo con nostalgia y felicidad. Había carencias, pero por suerte, no eran importantes. Recuerdo como venían los Reyes Magos con regalos que desaparecían el mismo día y volvían a aparecer el día de los cumpleaños… ¡por ejemplo!

¿Cómo le ha influido pertenecer a una familia tan numerosa?
La mayoría de las personas de mi generación pertenecemos a familias numerosas. Mi infancia y juventud siempre ha estado rodeada de muchas personas, compartiendo cosas de sus vidas y eso era muy enriquecedor: familia, amigos de mis padres, de mis hermanos, míos propios…todo el mundo era bienvenido porque mis padres siempre han hecho sentirse a la gente como en su casa. Mi madre tenía siempre unas patatas fritas para hacer una tortilla o un chorizo de la matanza del pueblo y con unas cervezas y un vino, se tiraba la mar de bien, ya fueran ocho u ochenta. Lo que había se compartía porque lo importante eran las vivencias compartidas.
Creo que aprendimos lo que significan las palabras compartir, heredar, aprovechar, racionar…


¿Algún recuerdo reseñable?
Recuerdo especialmente las celebraciones familiares del 1 de enero por ser la onomástica de mi abuela materna (la abuela Manuela), también de mi madre, de mi prima y la mía propia, donde, casi sin dormir tras Nochevieja, debíamos levantarnos con los restos de peinado y maquillaje y comer con los tíos y los primos. Entonces aquello era un horror y ahora lo recuerdo con felicidad. Son maravillosos recuerdos que intentamos repetir ahora con las familias actuales, hijos de sus hijos.

 

¿Dónde cursa sus estudios universitarios?
Licenciatura de Medicina y Cirugía en la Universidad de Extremadura.
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en Cáceres.
Doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad de Extremadura.

 

¿Algún referente profesional?
Han sido muchas las personas que a nivel profesional he conocido tanto durante los años de Universidad, de Formación Postgraduada o la gran cantidad de compañeros de diferentes categorías profesionales que dejan su huella en nuestras vidas, profesionales y personales. Quizá resalte a mi profesora de ética en COU, que era médico y fue la que me hizo despertar mi interés por la medicina. De no ser por ella hoy sería interiorista.
Y el médico internista con el que viví “mi primera muerte”. La primera muerte a un médico nunca se le olvida. Y se aprende, para vivir después, las muertes de los seres queridos.

 

¿Cuál ha sido su experiencia laboral?
Tras finalizar la especialidad, trabajé en distintos centros de salud en el área de Cáceres: Trujillo, Guadalupe… después estuve como interina ocho años en el Centro de Salud de San Jorge, en Cáceres, donde practiqué la Medicina de Familia en todas sus dimensiones, con una continuidad de atención que hace conocer bien a la población que atiendes y que tan necesaria es para nuestra especialidad. Después, tras obtener mi plaza en propiedad, en Romangordo y Madroñera, he tenido la oportunidad de practicar la medicina rural, en la que se establece un vínculo aún más estrecho con las personas que atiendes y con la comunidad, que es la localidad entera. Es ser el “médico de pueblo” de toda la vida. Vas de casa en casa viendo, sobre todo, personas mayores que necesitan tu atención y cómo viven su enfermedad según sus creencias o sus valores, cómo se relacionan con sus familiares y amigos, cómo sufren, y en qué medida puedes ayudarles. Recuerdo los huevos de campo que me regalaban de sus gallinas para alimentar a mis hijos, “porque los de las tiendas no son los mismos”, me decían.
Desde 2015 en que me llamaron “de Mérida”, desempeño mi labor en los Servicios Centrales del SES como Subdirectora de Atención Primaria del Servicio Extremeño de Salud, donde estoy en Comisión de Servicio hasta que vuelva a mi plaza, que actualmente está en el Centro de Salud de Trujillo.

 

¿En qué consiste básicamente su labor?
Eso pregunté el primer día que me entrevistaron. Y aún así es difícil de sintetizar. Se puede resumir en que me dedico a coordinar las acciones de atención primaria (AP), para se realicen por igual en las ocho áreas de salud de nuestra Comunidad Autónoma, a chequear los niveles de calidad de la atención, detectar las deficiencias, proponer soluciones y asesorar a la Dirección General de Asistencia Sanitaria, que es donde se toman las decisiones ejecutivas, y también a conseguir el mayor grado de resolución de problemas que plantean los pacientes en AP. También ejerzo esa labor de coordinación y asesoramiento en las áreas de Urgencias y Emergencias extrahospitalarias y del servicio de transporte sanitario terrestre y aéreo en nuestra comunidad autónoma.

 

¿Qué servicios se ofrecen desde la Atención Primaria?
De cara a la población, los Equipos de Atención Primaria desempeñan funciones de promoción de la salud (mediante educación sanitaria individual y colectiva), prevención de la enfermedad (mediante actividades de cribado y vacunaciones), asistencia sanitaria (abordaje, resolución y/o derivación de problemas de salud agudos y crónicos) y rehabilitación (recuperación de funciones perdidas a causa de la enfermedad).
A nivel interno, se desarrollan funciones de soporte y de organización interna, que, aunque sean menos visibles para la población, resultan muy importantes y necesarias, ya que finalmente conducen a que las anteriores sean eficientes y productivas. Este segundo grupo de funciones incluye la formación continuada de los profesionales (crucial en un campo como la salud, en constante evolución y desarrollo), la docencia de estudiantes y residentes (de medicina o enfermería), la investigación (que contribuye al avance de los conocimientos y requiere mucho tiempo y dedicación), la gestión y organización interna del trabajo del equipo, y las actividades de evaluación y calidad (sin las cuales no podríamos mejorar).
Desafortunadamente, la actividad asistencial (la atención a los problemas de salud) consume la mayor parte del tiempo de nuestros profesionales, y no permite profundizar en el resto de actividades, que son igual de necesarias para conseguir un nivel adecuado de salud de la población.

 

¿Cuántos tipos de profesionales existen en un Centro de Salud?
¡Muchos!
Al conjunto de profesionales de un centro de salud lo llamamos Equipo de Atención Primaria (EAP). Está formado por personal sanitario, que son médicos, pediatras, farmacéuticos, veterinarios, enfermeros, matronas y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería; y personal no sanitario, que son auxiliares administrativos, trabajadores sociales y celadores.
Además, en los centros de salud, tenemos las Unidades de Apoyo a la Atención Primaria, que atienden a pacientes de varias zonas de salud, como son los Centros de Orientación Familiar, las Unidades de Salud Bucodental, las Unidades de Fisioterapia, las Unidades de Radiodiagnóstico, las Unidades Medicalizadas de Emergencias (UME), los Equipos de Conductas Adictivas y los Equipos de Salud Mental.

 

¿Qué destacaría de la labor de los sanitarios en este periodo?
Salvo algunas excepciones, en la gran mayoría de los casos no puedo más que agradecer y resaltar la labor de los compañeros de Atención Primaria que han trabajado en muchos casos, por encima de sus horarios y de sus capacidades, aunque no se haya percibido en su justa medida por la población.

 

¿Cómo se organiza en época de COVID?¿Cómo se ha ido adaptando para hacer frente a la pandemia? Dificultades principales que se han presentado...
Te contesto a las tres juntas:
Ha supuesto todo un reto adaptar la asistencia sanitaria a la pandemia por COVID19, aún con dificultades que siguen existiendo, como en este centro de salud de Montijo-Puebla de la Calzada. En la primera ola de la pandemia se paralizó toda la actividad sanitaria habitual, excepto las urgencias y emergencias, para hacer frente a la cantidad de personas que presentaban síntomas de COVID19, que, si no estaban tan enfermas como para ingresar en el hospital, fueron atendidas y seguidas por los profesionales de los centros de salud, y sin pruebas diagnósticas. Así se atendieron a casi 30.000 personas en Extremadura durante esa primera fase. Con la Nueva Normalidad tuvieron que adaptarse los centros para seguir atendiendo a los pacientes con síntomas COVID y sus contactos, que aumentaron a partir del verano con los brotes aparecidos, y, además, retomar la actividad de pacientes crónicos y en domicilio con las necesarias medidas de seguridad para evitar contagios en las salas de espera y en las consultas.

 

Durante el confinamiento los sanitarios han tenido el reconocimiento masivo de la población con aplausos desde los balcones a las 8 de la tarde. ¿Lo han percibido?
Mi impresión es que sí, aunque desde los medios de comunicación se dio mayor protagonismo a la atención hospitalaria y no se destacó suficientemente el papel y el esfuerzo desarrollado por atención primaria. Fue un gesto de agradecimiento público muy emotivo a los compañeros que tuvieron que afrontar situaciones muy difíciles. Y las siguen afrontando... por eso ahora lo que más agradecen es la responsabilidad individual y colectiva de la población para evitar el mayor número de contagios posible.
Después, en concreto en el centro de Montijo-Puebla ha existido un descontento poblacional por no haberse prestado servicios presenciales.

¿Cómo lo han vivido?
Las medidas instauradas han podido solucionar el problema en algunos centros, en otros, disminuirlo, pero no solucionarlo totalmente, como es el caso de este centro de salud. Eso requiere estudiar las causas que las provocan e intentar poner la solución en cada una de ellas, porque son distintas de unos centros a otros. En el centro de salud de Montijo-Puebla de la Calzada los compañeros han trabajado y están trabajando y realizando una actividad muy superior a las mismas fechas en años anteriores, aún con la falta de profesionales para suplir las ausencias por vacaciones, enfermedad por COVID o cuarentena por ser contactos, que también les afecta a ellos. Es de justicia agradecer su labor. Aun así, sigue existiendo dificultad en contactar con el centro de salud u obtener una cita en un tiempo prudencial, lo que requiere el estudio detallado del problema. Y me consta que la dirección del área de salud de Badajoz está permanentemente en contacto con el equipo sanitario para chequear la situación y buscar soluciones. Es un tiempo muy difícil para todos y debemos adaptarnos a los cambios que la COVID nos impone, buscando siempre el bienestar de los pacientes.

¿La Atención Primaria es la gran castigada y criticada de la pandemia?
Los ciudadanos llevan años accediendo libremente a los centros de salud para buscar solución sus problemas, no siempre de salud, y a todos nos parecía lógico y natural ver las salas de espera de centros y consultorios llenas de gente, lo cual, dicho sea de paso, no es indicativo de un buen funcionamiento del centro de salud.
Con la pandemia ese acceso se ha tenido que limitar para evitar aglomeraciones y riesgo de contagio, lo cual no ha sido bien acogido por todos los usuarios. En su lugar hemos implantado un modelo organizativo, con llamada telefónica inicial para cribar el motivo de consulta y cita presencial posterior a los que lo requerían por motivos clínicos, que muchos ciudadanos valoran positivamente, pero que otros han percibido como una limitación a su derecho de acceder libremente. Además, se ha producido un aumento del volumen de trabajo de AP, tanto por los problemas no atendidos durante la primera ola, como por la atención a enfermos y contactos de COVID19.
Todo ello ha derivado en una situación de sobrecarga y de aumento del tiempo de espera en muchos centros, sobre todo urbanos, que ya estaban al límite antes de la pandemia. La población ha percibido que no se les atendía como antes, y como veían las salas de espera casi vacías, ha deducido que no estábamos trabajando.  Sin embargo, esa conclusión ha sido tremendamente injusta porque la realidad es que la mayoría de los profesionales de los Centros de Salud han trabajado mucho más que en el mismo periodo del año anterior y, en muchas ocasiones, por encima de su horario laboral. Esta incomprensión y crítica por parte de la sociedad en un momento en el que estaban dando lo mejor de sí mismos ha supuesto un daño psicológico importante para muchos de ellos.


¿A qué problemas fundamentales se ha enfrentado el Centro de Salud?
Se ha debido enfrentar a varios retos. Los numero:
1-Centrarse en la atención a la COVID en la primera oleada, sin pruebas diagnósticas, y haciendo seguimiento a más de 30.000 casos sospechosos.
2-Una vez iniciada la Nueva Normalidad, atender toda la patología, tanto de pacientes nuevos como de los enfermos crónicos, que se había quedado sin atender durante la primera ola, y las complicaciones derivadas del retraso al posible retraso en el diagnóstico de otras patologías porque los ciudadanos no habían consultado previamente.
3-En muchos centros, compaginar la atención a los brotes de COVID19 con la actividad habitual de las demandas de los pacientes y el seguimiento de patologías crónicas y a domicilio.
4-Adaptarnos a los continuos cambios en los protocolos que, por el conocimiento que del que se iba disponiendo, obligaba a cambiar los procedimientos y explicarlos a todos los profesionales y a la población.
5-Incorporar la atención inicialmente telefónica para posteriormente, tras la evaluación por el profesional, acudir presencialmente aquello que necesita una exploración física, una prueba o una entrevista presencial. Esto supone un cambio importante en la atención para evitar ir presencialmente todo lo que puede resolverse por teléfono o por videollamada.


La dificultad para obtener citas médicas telefónicamente ha enfadado a muchos usuarios, ¿a qué se ha debido?
Por un lado, tras la primera ola, en la que las consultas se centraron en la atención a la COVID19, la demanda aumentó notablemente con todo lo que había sido postpuesto. En atención hospitalaria también se suspendieron muchas consultas y procedimientos, lo cual derivó también en sobrecarga de los Médicos de Familia, que son el recurso que siempre está al alcance de la población. Además, hay que sumar la atención a los brotes de COVID19 que se han seguido produciendo de forma continua, y que, a pesar de los grupos centralizados, cuando se producen suponen un gran volumen de trabajo para los Equipos.
Por otro lado, las ausencias generadas por las bajas por enfermedad, por ser contacto, por ser personal de riesgo (que debía evitar el contacto con pacientes) y por el periodo vacacional, han supuesto una reducción del personal disponible, que, encima, ha tenido que realizar el trabajo de los ausentes, ya que muchas ausencias no se han podido cubrir por falta de profesionales. Además, el nuevo modelo organizativo, con llamada telefónica inicial para cribar el motivo de consulta y cita presencial posterior a los que lo requerían por motivos clínicos, ha conllevado un aumento del tiempo dedicado finalmente a cada paciente, aparte de las dificultades inherentes a todo proceso de cambio.
Todo ello ha derivado en una situación de sobrecarga y de aumento del tiempo de espera en muchos centros, sobre todo urbanos, que ya estaban al límite antes de la pandemia. En los casos en los que la situación se perpetúa o se sale de la media hay que estudiar las causas de la demora de cada profesional, por qué ocurre, cuántos pacientes se atienden, cuántas citas ofrecemos y cómo optimizar la resolución de las demandas por el profesional adecuado.

 

¿Cómo se le ha puesto remedio?
Aumentando el número de auxiliares administrativos, enfermeros, líneas telefónicas, en mayor o menor medida en los centros de salud en los que teníamos problemas (unos 40 en Extremadura), además de incorporar los equipos centralizados para la logística de citación y toma de muestras de PCR, seguimiento de pacientes con COVID y sus contactos y el apoyo de la Brigada EXTREMADURA para seguimiento de contactos.

 

¿Qué opina de la atención médica vía telefónica sin presencia física?
Es un nuevo modelo de atención que ya se hacía previamente, aunque no estaba institucionalizado ni en agenda. Es una opción que ha venido para quedarse y solucionar las demandas de los pacientes que pueden ser resueltas por esa vía sin necesidad de desplazarse el usuario: la emisión de un parte de baja o renovación de tratamientos (una vez evaluada la pertinencia de que se precisa continuar), comunicación de resultados de pruebas o análisis, emitir informes para ley de dependencia, partes de ambulancia, recogida de análisis u otras pruebas una vez pactado con el paciente, hacer el seguimiento de una patología crónica estable que no requiera una exploración física, o de una patología aguda que previamente se ha evaluado para saber cómo va evolucionando, solicitar un informe de material ortoprotésico, etc.. Todo esto son ejemplos de lo que se puede hacer por vía telemática (telefónica, videollamada, correo electrónico) y que muchos usuarios agradecen al no perder tiempo de sus trabajos o de sus vidas, esperando en la puerta de la consulta, además de evitar riesgos innecesarios.
Encontrar el equilibrio entre la consulta presencial, de obligado cumplimiento cuando hay que evaluar y explorar una situación clínica nueva o una patología reagudizada, y la no presencial es el reto que debemos afrontar.

 

En Extremadura hay pueblos que forman parte de la España vaciada ¿Cómo se atiende a las pequeñas poblaciones?
En Extremadura, en la actualidad, se mantiene la atención sanitaria en cada población por pequeña que sea con, al menos, un médico y una enfermera, que están allí como mínimo, dos o tres días a la semana dependiendo del tamaño de la población. Los días que no van al pueblo (porque están atendiendo otro), si hay alguna urgencia, también se desplazan allí para atenderla si es necesario. Hay pueblos, como uno de Coria, con un médico y una enfermera para 155 personas, mientras que, en otros, como Almendralejo, hay un médico y una enfermera para 1987 personas. Eso hace que, de media, seamos la segunda CCAA con menos pacientes por “cupo”, aunque la realidad es que hay situaciones muy desiguales. Nuestra sanidad en Atención Primaria sale más “cara” precisamente porque sigue manteniendo recursos sanitarios en las zonas más alejadas y despobladas, aunque son recursos infrautilizados. Tenemos 111 centros de salud y 415 consultorios locales donde trabajan, solo contando médicos, enfermeras y pediatras de equipo básico y del horario de guardias, más de 2.500 profesionales.

 

¿Se han tomado medidas especiales por parte del gobierno para afrontar la crisis sanitaria?
Desde que se inició la crisis por COVID-19, en Atención Primaria se han adoptado muchas medidas. Para mantener la accesibilidad evitando la presencia de personas en los centros de salud, hemos instalado 85 nuevas líneas telefónicas (incluidas las de los rastreadores); se han contratado unos 40 auxiliares administrativos para reforzar las Unidades Administrativas y se ha ampliado el contrato con la empresa FITEX, que atiende la línea 900 de cita previa, para que reforzaran su personal.
Para apoyar en la asistencia a pacientes, hemos reforzado con personal de enfermería unos 30 centros de salud; en menor medida, por la falta de profesionales, también de medicina; y se han creado Grupos Centralizados en las ocho áreas de salud para realizar el seguimiento de casos y contactos mediante la contratación de un total 150 profesionales (aliviando así a los equipos de atención primaria). Además, se ha establecido un protocolo de colaboración con el ejército (la XI BRIGADA EXTREMADURA) para realizar el seguimiento de contactos, que desde que se inició el 12 de octubre lleva atendidos a más de 25.000 personas. Asimismo, hemos reforzado de nuevo con enfermeras los centros de salud para llevar a cabo la campaña de vacunación de la gripe y la actual campaña de vacunación del coronavirus.

 

Las PCR, otro reto sanitario ¿Cómo han prestado el servicio?
Se han realizado más de 440.000 pruebas diagnósticas entre PCR (400.000) y tests antigénicos desde el inicio de la pandemia. Imaginaos el reto organizativo que ha supuesto definir a quienes, organizar la citación, toma de muestras, transporte, trabajo en el laboratorio, dar los resultados y actuar en consecuencia.
Con la generación de los grupos centralizados en las gerencias de cada área de salud se ha descargado en gran medida a los equipos. No obstante, en muchos centros de salud han seguido tomando muestras para las PCR solicitadas o actualmente realizando test antigénicos para continuar el necesario diagnóstico precoz y seguimiento de estos pacientes.

 

¿A qué sector de la población se les ha prestado el servicio PCR?
Las PCR se realizan por casos sospechosos de síntomas compatibles (donde ahora tenemos también los test antigénicos con resultados en 15 minutos), previamente a una intervención quirúrgica, para estudio de contactos individuales o en brotes, o para estudios de colectivos vulnerables como los colectivos sanitarios, pisos tutelados o centros residenciales, donde se realiza una estrategia preventiva mucho más exhaustiva con los residentes y trabajadores.

 

La vacunación a la población, ¿otro reto?
Por supuesto. Nunca antes en la historia de la humanidad se ha trabajado tanto y puesto tantos recursos a nivel mundial para la obtención de una vacuna que ha visto la luz en tiempo récord. Ahora nos toca vacunar también en el menor tiempo posible para conseguir la inmunidad de gran parte de la población cuanto antes.

 

¿Cómo lo van a acometer?
Como siempre, el personal de enfermería de Atención Primaria, que es la que ha asumido la función de la vacunación poblacional, será la que lleve el papel principal. Para esta primera fase se ha formado un grupo centralizado de enfermeras de atención primaria, que pondrán estas primeras dósis de las vacunas   al personal de centros residenciales y sus trabajadores, así como a los trabajadores de centros de salud y hospitales. Posteriormente, para las siguientes fases, serán las enfermeras de los centros de salud la que se encarguen de vacunar a los siguientes grupos poblacionales.

 

La COVID19, ¿ha eclipsado a otras enfermedades?
Desde luego en la primera oleada nos dedicamos casi exclusivamente a la COVID. Eso sí puede considerarse “eclipsar”. El Instituto Nacional de Estadística acaba de publicar los datos de mortalidad del periodo enero-junio de 2020 comparado con el de 2019 a nivel nacional, e indica que ha existido un aumento de la mortalidad esperada, principalmente a causa de la COVID, pero también un aumento relativo de mortalidad cardiovascular. Habrá que estudiar más detenidamente estos datos para ver el alcance que ha supuesto la COVID sobre otras enfermedades y ahí los estudios científicos nos deben aportar la luz.

 

Asistencia sanitaria Presencial-on line (conveniencias e inconvenientes).
He comentado anteriormente las ventajas. Los inconvenientes, que no definamos adecuadamente qué pacientes se deben atender por el canal adecuado, y dependiendo del caso, puede tener consecuencias graves.


¿Qué destacaría de la labor de los sanitarios en este periodo?
En la mayoría de los casos, su compromiso y profesionalidad con el sufrimiento de los pacientes, con la dedicación más allá de horarios y funciones, y con su capacidad de adaptación y de respuesta en un entorno de tal incertidumbre como estamos viviendo.

 

¿Pertenece a algún otro colectivo?
Anteriormente pertenecía a la junta directiva de una de las sociedades científicas de Atención Primaria, o a un CIBER de Investigación. Mi trabajo actual no me permite dedicar más tiempo a otros colectivos. Pero tengo pendiente hacer labor de voluntariado en cuanto finalice mi estancia aquí.

 

 

NOMBRE: Manuela Rubio González.
EDAD: 53 años.
NACIMIENTO: Badajoz.
RESIDENCIA: Cáceres, mi ciudad de adopción.
ESTADO CIVIL: Casada y con dos hijos de 17 y 14 años.
UNA COMPAÑÍA: La de mi familia, al completo.
UNA MÚSICA: Soy de la generación que vivió la música de los 80.
UN LUGAR PARA VIVIR: Montijo, al que espero volver cuando me jubile (solo me faltan 15 años).
UN LUGAR PARA PERDERSE: El campo de mis padres donde pasábamos los veranos. En la carretera de Torremayor.
UNA LECTURA: últimamente me interesa la filosofía y leo sobre el materialismo filosófico. La filosofía aporta mucho a la aplicación de la medicina

 

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