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Teodoro Gracia
Miércoles, 13 de Enero de 2021 Actualizada Miércoles, 13 de Enero de 2021 a las 11:15:11 horas

Es hora de comenzar a decir la verdad

Cuando una persona intenta fingir pensamientos o sentimientos contrarios a los que realmente se tienen, eso solo encierra una palabra: hipocresía. ¡Y… es tan común entre los humanos!.   Son muchas las situaciones que se nos plantean en la vida y nosotros las toreamos diciendo aquello que no pensamos, que no sentimos. ¿Por qué lo hacemos? Yo creo, aunque haya estudios que aseguren lo contrario, que el ser humano es hipócrita por naturaleza. Utilizamos la hipocresía para conseguir cualquier objetivo que nos planteemos, sin inmutarnos o por lo menos, sin percatarnos que en muchos momentos nosotros mismos nos contradecimos..


Todos, en algunas ocasiones, hemos utilizado la hipocresía. Y luego, los hay, aunque sea en minoría, los grandes hipócritas que se mueven tan bien por este terreno que acaban creyéndose ellos mismos lo que expresan, aunque sea totalmente ficticio.


Concretamente, ahora que estamos en la Navidad, la hipocresía toma un papel relevante y se mueve en ella como pez en el agua. Sin ir más lejos, ¿Cuántas veces hemos soñado con unas cenas navideñas íntimas, solo con el reducido grupo de personas que realmente quieres compartir esa noche la velada?. Cada año lo hemos comentado o por lo menos, lo hemos pensado y concretamente, este año que la pandemia nos obliga a hacerlo resulta que añoramos las cenas multitudinarias, las grandes aglomeraciones de familiares y parientes, aunque no tengamos ningún tipo de contacto el resto del año, e incluso, basta que no nos pidan que hagamos las fiestas familiares lo más íntimas posible, para que se nos llenen los ojos de lágrimas añorando a los que no nos van a acompañar en la mesa esa noche. Pero vamos a ver, no nos hemos tirado toda la vida soñando con disfrutar estas fiestas tan entrañables solo con nuestra familia más directa… ¿No era eso lo que demandábamos?. Sinceramente no entiendo, ahora que tenemos la ocasión tan bien justificada, que estemos hediendo contra viento. Lo que os decía: Pura hipocresía.


Siguiendo con la Navidad y centrándonos en la Nochevieja y las uvas ¿Quién no ha pensado o comentado que ha dado, esa noche, centenares de besos a personas que ni si quieras soportas el resto del año?  Seguro que por ahí hemos pasado todos pues… lo que os decía, seguro que este año que de besarse y abrazarse nada de nada, añoraremos esos besos y esos abrazos que años anteriores no deseábamos dar.


Bertolt Brecht dijo una frase que los seres humanos deberíamos grabarla a fuego en nuestra piel porque sería una forma de acabar con tantas situaciones hipócritas: “Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad”.

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