Asumir responsabilidad
Seguramente, analizar la situación a la que nos ha llevado la pandemia, no sea yo la persona más idónea para hacerlo. Para ello tenemos un montón de profesionales que lo pueden hacer, y de hecho lo hacen, para ponernos al día de las medidas de prevención que debemos tener. Sin embargo, si voy a hablar de la irresponsabilidad de algunos hacía los continuos consejos que estamos recibiendo y que se están tomando sin el más mínimo sentido común, ignorando, que la situación no ha acabado, que el virus está entre nosotros y que convivimos con un sector muy vulnerable al que tenemos que proteger, no contagiar.
Si analizamos la situación actual del Coronavirus, hay que reconocer la satisfacción que tenemos por el comportamiento de la mayoría de la ciudadanía pero siempre nos encontramos con personas que se saltan todas las reglas como si con ellos no fuese esta guerra. Se les pide responsabilidad y prudencia para poder controlar esta desastrosa situación de la mejor forma posible pero lamentablemente, los medios de información te muestran continuamente unas imágenes de irresponsabilidad que parece increíble que puedan surgir después de salir de un estado de alarma.
Tenemos que tener dos objetivos primordiales, el primero y principal, la salud, tanto la nuestra como la de nuestro entorno y en segundo lugar, afrontar la secuela económica que padece la sociedad a consecuencia de la pandemia pero reactivar la economía, no es precisamente llenar espacios sin tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de todos. De nada sirve llenar tres noches una discoteca si a la semana siguiente la tienes que volver a cerrar. Hay que ir a la discoteca o a cualquier espacio público pero actuando con responsabilidad para evitar cualquier posible contagio. Tenemos que tener presente que el problema lo seguimos teniendo ahí y por lo tanto, hay que cumplir las medidas de distanciamiento, higiene y el uso obligatorio de mascarillas porque aparte de cuidarnos nosotros, estamos también cuidando y protegiendo a los demás.
No olvidemos nunca que todos tenemos el mismo enemigo común que es el Covid-19 y que por encima de ideologías o intereses personales, hay que mirar por el bien común de la sociedad, que es en definitiva la que formamos todos. Las imprudencias y las irresponsabilidades pueden convertirse en una pesadilla para nuestro entorno.
La responsabilidad es básica para vivir, ya lo afirmó en su día José Saramago cuando dijo: “Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir”.
Seguramente, analizar la situación a la que nos ha llevado la pandemia, no sea yo la persona más idónea para hacerlo. Para ello tenemos un montón de profesionales que lo pueden hacer, y de hecho lo hacen, para ponernos al día de las medidas de prevención que debemos tener. Sin embargo, si voy a hablar de la irresponsabilidad de algunos hacía los continuos consejos que estamos recibiendo y que se están tomando sin el más mínimo sentido común, ignorando, que la situación no ha acabado, que el virus está entre nosotros y que convivimos con un sector muy vulnerable al que tenemos que proteger, no contagiar.
Si analizamos la situación actual del Coronavirus, hay que reconocer la satisfacción que tenemos por el comportamiento de la mayoría de la ciudadanía pero siempre nos encontramos con personas que se saltan todas las reglas como si con ellos no fuese esta guerra. Se les pide responsabilidad y prudencia para poder controlar esta desastrosa situación de la mejor forma posible pero lamentablemente, los medios de información te muestran continuamente unas imágenes de irresponsabilidad que parece increíble que puedan surgir después de salir de un estado de alarma.
Tenemos que tener dos objetivos primordiales, el primero y principal, la salud, tanto la nuestra como la de nuestro entorno y en segundo lugar, afrontar la secuela económica que padece la sociedad a consecuencia de la pandemia pero reactivar la economía, no es precisamente llenar espacios sin tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de todos. De nada sirve llenar tres noches una discoteca si a la semana siguiente la tienes que volver a cerrar. Hay que ir a la discoteca o a cualquier espacio público pero actuando con responsabilidad para evitar cualquier posible contagio. Tenemos que tener presente que el problema lo seguimos teniendo ahí y por lo tanto, hay que cumplir las medidas de distanciamiento, higiene y el uso obligatorio de mascarillas porque aparte de cuidarnos nosotros, estamos también cuidando y protegiendo a los demás.
No olvidemos nunca que todos tenemos el mismo enemigo común que es el Covid-19 y que por encima de ideologías o intereses personales, hay que mirar por el bien común de la sociedad, que es en definitiva la que formamos todos. Las imprudencias y las irresponsabilidades pueden convertirse en una pesadilla para nuestro entorno.
La responsabilidad es básica para vivir, ya lo afirmó en su día José Saramago cuando dijo: “Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir”.





















