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Cáritas Montijo
Jueves, 16 de Abril de 2020 Actualizada Jueves, 16 de Abril de 2020 a las 11:25:35 horas

Cada gesto cuenta

¿Te has dado cuenta? Algo tan pequeño como un virus es tan grande y tan fuerte como para parar el mundo; aquello que no cuesta dinero – el aire, el sol, un beso, un abrazo...- es ahora lo que más valoramos y lo que sucede en un extremo del mundo afecta a los que viven en el otro extremo. ¡Vaya paradojas!

 

Nunca como en estos momentos que estamos viviendo se nos ha hecho tan patente que vivimos en una casa común, con grandes montañas, grandes océanos y sin embargo tan pequeña, tanto que estamos muy cerca los unos de los otros, muy próximos: todos somos vecinos de esta gran casa, prójimos de cada habitante de la tierra.

 

Tomando prestado el símil del cuerpo de San Pablo (1Co 12-23) podemos decir que toda la sociedad, -la humanidad entera- formamos un solo cuerpo con miembros diversos que tienen distintas funciones enfocadas al bien común de toda la sociedad. ¿Qué sería de nosotros sin el oxígeno que nos proporcionan los pulmones? ¿Pero quién le lleva el aire a los pulmones? ¿Y quién traslada el oxígeno a cada célula de nuestro cuerpo? ¿Y quién defenderá a los glóbulos rojos de los peligros, quién les darán de comer…?

 

Podríamos seguir pero no hace falta porque queda claro que cada hombre, cada mujer, cada habitante de la tierra tiene una tarea que realizar en beneficio de los demás por pequeña que pueda parecer: la playa está formada por innumerables granos de arena, el mar por innumerables gotas de agua, “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”. Si cada grano de arena, si cada gota de agua decidieran retirarse, no cumplir con su labor, la playa desaparecería, el mar se secaría, no habría trigo para hacer pan.

 

Por eso sigue haciendo lo que ya estás haciendo, cuidar de tu prójimo -recuerda que el más próximo a ti eres tú, de ahí lo de Jesús de que “ames a los demás como a ti mismo”-. Así que cuídate, cuida de tu familia, de tus vecinos… porque cuidándote tú, cuidándolos a ellos cuidas a tu pueblo, a tu nación… al mundo entero.

 

¿A qué cambia la perspectiva? Ya no es egoísmo. Me cuido solo por mí, sino que me cuido por los demás, por no contagiar o ser molesto a los demás. Es generosidad.

 

Y no solo me cuido, también trabajo para servirte y corresponder a tu servicio por mí; , consumo solo lo que necesito para que alcancen los recursos para todos, comparto con el que tiene menos, ayudo al que lo necesita porque ayudándole me ayudo yo a sentirme y estar mejor…

 

Y hacen falta grandes gestos, sí, personas que arriesgan y gastan su vida para salvar la de los demás pero también pequeños: el sacrificio de quedarse en casa, la sonrisa al vecino, el aplauso, la paciencia, la oración… porque cada gesto cuenta.

 

AMA Y VIVE LA JUSTICIA

 

Te invitamos a que en esta situación de alarma nacional redobles tu generosidad y nos ayudes a ayudar a los más vulnerables de la sociedad. Infórmate en la web de Cáritas Española: www.caritas.es.

 

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