Música y coronavirus
Como hemos podido comprobar, los músicos llevan a cabo en mayor o menor medida actividades musicales desde sus casas, expresan sus ideas y sentimientos sobre la pandemia, comunican sus opiniones y dan ánimos sobre la situación que tenemos, porque la música es una respuesta inseparable de la realidad actual.
El músico adquiere así un perfil superior, elevando a la música a ese Arte con mayúsculas, convirtiéndola en la mejor medicina para el confinamiento, mostrando un mensaje de unión repleto de esperanza y futuro. Seguramente no somos conscientes de ello, pero escuchando esas canciones, se modifica nuestra actitud y nuestro comportamiento, invitándonos a seguir luchando, a pesar de las dificultades, a la vez que nos hace más sensibles a la situación que estamos viviendo, y por tanto, más humanos.
Todos saben que se avecinan tiempos muy difíciles para la música también, pero a pesar de ello, no solo no han querido ocultar sus emociones y sentimientos, sino que nos regalan generosamente su arte. Y aquí entran todos, desde el músico más famoso de los famosos, hasta el más anónimo, pero el mérito es el mismo venga del nivel que venga. Todos han comprendido el verdadero mensaje de la música, el auténtico tesoro que esconde, y con generosidad la regalan. Cuánta música desde los balcones, cuántas grabaciones, cuántas iniciativas solidarias, cuántas propuestas musicales, cuántas.... todo por un mundo mejor. Han sido capaces de dar voz al planeta desde las emociones más profundas, creando conciencia sobre la necesidad de un cambio de mentalidad, que apueste por la humanidad. Se hace necesario una nueva aproximación de ciencia y arte, 2 disciplinas que desde hace mucho tiempo han seguido caminos diferentes, pero que ahora sabemos de la importancia vital que ambas tienen.
Cuando todo esto acabe, cuando volvamos a esa “vida normal”, no nos olvidemos de los músicos en particular, ni de los artistas en general. Seamos agradecidos con los que no dudaron ni un momento en lanzarnos un “salvavidas musical”, a sabiendas que ellos mismos se estaban hundiendo con esta situación, como los músicos del “Titanic”, el barco se hundía, pero ellos no dejaron de tocar.
[Dedicado a todos los músicos y artistas que en esta cuarentena, y a pesar de las circunstancias, han regalado su Arte al Mundo...GRACIAS].
Como hemos podido comprobar, los músicos llevan a cabo en mayor o menor medida actividades musicales desde sus casas, expresan sus ideas y sentimientos sobre la pandemia, comunican sus opiniones y dan ánimos sobre la situación que tenemos, porque la música es una respuesta inseparable de la realidad actual.
El músico adquiere así un perfil superior, elevando a la música a ese Arte con mayúsculas, convirtiéndola en la mejor medicina para el confinamiento, mostrando un mensaje de unión repleto de esperanza y futuro. Seguramente no somos conscientes de ello, pero escuchando esas canciones, se modifica nuestra actitud y nuestro comportamiento, invitándonos a seguir luchando, a pesar de las dificultades, a la vez que nos hace más sensibles a la situación que estamos viviendo, y por tanto, más humanos.
Todos saben que se avecinan tiempos muy difíciles para la música también, pero a pesar de ello, no solo no han querido ocultar sus emociones y sentimientos, sino que nos regalan generosamente su arte. Y aquí entran todos, desde el músico más famoso de los famosos, hasta el más anónimo, pero el mérito es el mismo venga del nivel que venga. Todos han comprendido el verdadero mensaje de la música, el auténtico tesoro que esconde, y con generosidad la regalan. Cuánta música desde los balcones, cuántas grabaciones, cuántas iniciativas solidarias, cuántas propuestas musicales, cuántas.... todo por un mundo mejor. Han sido capaces de dar voz al planeta desde las emociones más profundas, creando conciencia sobre la necesidad de un cambio de mentalidad, que apueste por la humanidad. Se hace necesario una nueva aproximación de ciencia y arte, 2 disciplinas que desde hace mucho tiempo han seguido caminos diferentes, pero que ahora sabemos de la importancia vital que ambas tienen.
Cuando todo esto acabe, cuando volvamos a esa “vida normal”, no nos olvidemos de los músicos en particular, ni de los artistas en general. Seamos agradecidos con los que no dudaron ni un momento en lanzarnos un “salvavidas musical”, a sabiendas que ellos mismos se estaban hundiendo con esta situación, como los músicos del “Titanic”, el barco se hundía, pero ellos no dejaron de tocar.
[Dedicado a todos los músicos y artistas que en esta cuarentena, y a pesar de las circunstancias, han regalado su Arte al Mundo...GRACIAS].