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Santiago de Ignacio García | 257
Jueves, 13 de Enero de 2011

Los hijos de Aznar: mi comentario · Santiago de Ignacio García · Cáceres

Por primera vez en todo el tiempo que llevo colaborando con “Crónicas”, alguien publica algo que abunda en mis planteamientos, lo cual de entrada, agradezco. Me permito hacer notar que, por muy justos y fundamentados que sean los argumentos expuestos, los que ya andamos muy hartos de tanta insidia y malas artes, sabemos que, la actitud del Excelentísimo señor Alcalde de Lobón, pretende convertirle a el en el defensor único de una causa muy extendida y que agrupa a aquellos que, sin ningún otro argumento, se basan exclusivamente en insidiar y buscar el “revolcón” de todo aquello que salga de Moncloa. Esa especie de grano purulento se cura interviniendo, pero en este caso, serán solo los habitantes de Lobón los autorizados a “operar”.

A mi me da pena la pérdida, pero me trae agradables recuerdos aquella época en que un Alcalde era, antes de nada, vecino y amigo de sus vecinos. Los que hemos sido protagonistas de escándalos municipales hasta el punto de haber sido distinguidos con el título de “personas non gratas” en la localidad donde vivíamos, sabemos que, aquellos viejos Alcaldes tan queridos, se han convertido hoy en personajes que, si no dan la nota, no son nadie…aunque algunos no serán nunca nadie por mucha nota que den, porque se repiten como la fabada. Pero la culpa no es de ellos sino de los que les prestamos oídos.

El ejemplo del Alcalde de Lobón con la Ley antitabaco, y lo dice un fumador empedernido, es uno más cuyo énfasis coloquial y democrático solo consiste en la burda comparación para llevarle la contraria a quien aprueba las leyes. Pero ni siquiera la comparación es válida cuando solo sirve para lanzar mensajes revanchistas e insidiosos. ¿Porqué el Alcalde de Lobón no va a poner “en solfa” las leyes que apruebe el Gobierno?. ¿Acaso no lo hacen igualmente insignes mandatarios del PP con mando regional como hizo la Señora Aguirre con la Ley del Aborto?. ¿Por qué no poner cámaras que vigilen a los vecinos de Lobón…?. ¿Acaso ellos no se han pasado tiempo vigilándose unos a otros en Madrid?. Lo que pretende predicar este Alcalde es que, todo lo que nace del actual Gobierno, no es válido. ¿Acaso eso no es lo mismo que mantiene el Líder Popular Nacional por excelencia, el señor Rajoy?. ¿No anda el Señor Aznar por los Foros Internacionales, recomendando no invertir en España?.

Cuando (muy importante, por cierto), solo se tiene una Alcaldía, y se dan estos ejemplos de crispación continua hacia el contrario, solo puede haber dos explicaciones…o no tiene otra cosa mejor que hacer o le puede su espíritu revanchista. Eso es una enfermedad que se cura con 4 años en la Oposición. Porque, si en las próximas Elecciones locales, su Excelencia vuelve a ganar en Lobón pero su Partido no gana en las Autonómicas, volveremos a las andadas con el revanchismo. Está muy bien que se intente ayudar al Partido pero, ni me parecen necesarias ni aportan nada tantas estupideces sin argumento. La Política tiene un aspecto odioso y es que, cuando tu Partido considera que has dejado de ser útil, simplemente te olvida. Si al mando de una Alcaldía ya se es un revanchista, al mando de la Moncloa, ni les cuento. La diferencia entre los distintos estilos de los que recibimos las Leyes aprobadas por un Gobierno es que unos, respetamos y otros, aunque les hayan desalojado por mentirosos, no pueden dejar de insidiar. Pues resulta que no todo vale. Que hay límites. Ejemplo: mejor estilo.

El sabio Refranero Español tiene un modelo ejemplar para este tipo de conductas…: “el tonto y la linde”. Aplíquese a tanta insidia sin argumentos y olvidemos a este tipo de personajes por muy Excelentísimos que sean y que la historia les juzgue por sus hechos.

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