Domingo, 16 de Noviembre de 2025

Actualizada Domingo, 16 de Noviembre de 2025 a las 15:13:52 horas

Teodoro Gracia
Viernes, 10 de Enero de 2020 Actualizada Viernes, 10 de Enero de 2020 a las 14:18:29 horas

Hablar de los que hablan por hablar

Hoy voy a hablar de los que hablan por hablar. Esas personas que se levantan de la cama con el objetivo de opinar de cualquier cosa. No les importa si están bien informados, si pueden hacer daño con sus comentarios, si desacreditan erróneamente o lanzan mensaje sin ton ni son. Me refiero a esas personas que, ahora que han pasado estas fechas tan solidarias, vuelven a su rutina y ya aparcan hasta el próximo año sus mensajes de paz y amor y vuelven a ser los mismos de siempre. A mirar con lupa todo lo que se mueve a su alrededor para lanzar comentarios sin el más mínimo escrúpulo.
No quiero personalizar el artículo porque no tengo, en este momento, ninguna imagen en la cabeza de alguien que vaya por estos derroteros y ojalá la tuviera  porque eso demostraría que sólo una persona opina así pero son tantos los que esta sociedad está pariendo con estas señales de identidad, que necesito hacerlo en modo general por lo menos para desahogarme, después de estos días radiantes de hipocresía. Estoy cansado de tanta mediocridad y sobre todo, me estoy cansando de ver tanto rostro riendo a carcajadas sin ver jamás una agradable y sincera sonrisa. De lo que no me voy a cansar ¡Y eso casi puedo afirmarlo! Es de escribir, de denunciar y de remover conciencia para que el respeto sea uno de los valores que más se aprecie.
Cada persona es libre de hacer con su capa un sayo, de tomar sus propias decisiones porque las va a disfrutar si son acertadas o sufrirla si le salen negativas. Y, como estas sensaciones, sean las que sean, las va a vivir en sus propias carnes pues todos los comentarios, consejos y demás habladurías… están de más.  
A esas personas que el aburrimiento los lleva a criticarlo todo les invitaría a que aprendieran a respetar y valorar, si esto fuese posible, a los demás. No hay nada más hermoso que el respeto a otros para aprender a respetarnos a nosotros mismos. No me cansaré de repetir que se suele juzgar a las personas con bastante ligereza, siempre buscando la negatividad, cuando deberíamos hacer todo lo contrario, valorar la capacidad de cada uno, reconociendo y valorando, de cada persona, su comportamiento y su labor pero… ¿esto le interesa a alguien?  Estamos viviendo unos tiempos de tanto rencor que da miedo reconocer la capacidad de envidia que posee el ser humano.
En más de una ocasión he hablado el tema del respeto pero comparto las palabras de   Miguel de Cervantes cuando dijo: “Atar las lenguas a los maldicientes es lo mismo que querer poner puertas al campo”, o sea, que de nada va a servir todo lo que he escrito pero al menos me he quedado muy a gusto ahora que han pasado las fiestas y comienza la etapa de aburrimiento en las personas.

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.