Jueves, 11 de Septiembre de 2025

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F.Cortés Cortés - M.G.Cienfuegos
Jueves, 01 de Agosto de 2019 Actualizada Jueves, 01 de Agosto de 2019 a las 06:06:26 horas

Una tourné de Merceditas Sosa y Juan Fabre

Transcurría 1895, el semanario montijano “La Cotorra”, insertaba en su sección de anuncios publicitarios, fuente de ingresos que mantenía, junto a los suscriptores, su publicación. En uno de ellos, la sastrería de Bernabé Rodríguez Mesa, anunciaba su taller, poniendo a disposición del público un variado y baratísimo surtido de géneros de la acreditada casa de don Prudencio García de Badajoz, para trajes de caballeros. El maestro Bernabé era corresponsal de las principales casas editoriales de Madrid y Barcelona, centro de suscripciones y vendía toda clase de libros, en su taller de la calle Coso, núm. 4, hoy calle Antonio Maura. La calle Coso, en tiempos santiaguistas fue lugar por donde se corrían toros y paso obligado de procesiones y cortejos. La sastrería de Rodríguez Mesa, dicen las crónicas, que tenía el atrayente nombre comercial de “La Elegante”.

Pero vayamos a la personalidad de Bernabé. Fue republicano y francmasón, junto a otros montijanos de la época. Una persona culta y tremendamente solidaria ante los más vulnerables. Debió nacer en 1858, pues en el padrón parroquial de 1884 tenía veintiséis años, vivía en la calle Carreras núm. 42 con su madre Ana, y sus hermanas Catalina y Josefa, solteras como él, y su tía María. Fue fundador y socio del Círculo de Artesanos, hoy Casino, influyendo en sus principios y fines. Rodríguez Mesa fue corresponsal del diario republicano “La Región Extremeña”, periódico continuador de “La Crónica”, que, el 1 de diciembre de 1892, hablaba de sus principios y valores insertados en la democracia, libertad, solidaridad y fraternidad; luchando para que todos los hombres fueran iguales ante la ley. El maestro Bernabé Rodríguez Mesa y su madre Ana Mesa, mediante un documento público presentado en el Ayuntamiento renunciaron a la religión católica, declarándose de ideas librepensadoras. Desde su corresponsalía, el maestro Bernabé reflejó la vida política, y cultural del momento, la lucha y afanes de la clase obrera, junto con las crónicas sociales. Una de ellas, fechada el 24 abril de 1917, informaba del debut en el salón teatro de Montijo de los artistas: señorita Mercedes Sosa, pianista, y don Juan Fabre, violinista, a quienes en el concierto que dieron se les tributó una franca y justa ovación, pues cada número que ejecutaban era coronado con una salva de aplausos.

A comienzos de abril “La Región Extremeña” había dado cuenta de la ‘Tourné’ por los pueblos más importantes de la provincia de estos artistas, la notable pianista, la monísima niña Merceditas de Sosa y el no menos notable violinista Juanito Fabre. Merceditas de Sosa, que contaba sólo con doce años de edad, terminó con gran aprovechamiento la carrera de profesora de piano, causando la admiración de cuantos presenciaron en el Conservatorio sus brillantes ejercicios. Se presentó en el Teatro López de Ayala de Badajoz, ofreciendo, entre otros números, una rapsodia de Listz, acompañando al señor Fabre con una sonata de Mozart, siendo objeto en todos los números de grandes ovaciones. El señor Fabre, ganador del premio Sarasate, lleva una brillante labor realizada al frente del cuartero que desde hace meses actúa en el Café Mercantil de la capital. Es indudablemente un artista meritísimo que, dada su juventud y portentosas facultades, hará una rápida y colosal carrera. La gira musical le llevó a Jerez de los Caballeros, Llerena, Mérida, Zafra, Don Benito, Almendralejo, Montijo y el Casino de Badajoz. Era alcalde de Montijo, Francisco Rodríguez Cabero; secretario, Manuel Hernández García, y concejales, Pedro Pinilla, Diego Lozano, Luis Gutiérrez, Toribio Pinilla, Adolfo Molano, Pedro Mateo, Juan de los Ríos, José Zarzo, Leopoldo Rivera y Pedro Carretero.

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