Música y fuego
El fuego es uno de los elementos más importantes para el ser humano:
nos sirve para calentarnos, iluminar, cocinar, secar...Al llegar el mes
de agosto, en un país tan caluroso como el nuestro, el FUEGO cobra
especial importancia, en algunas ocasiones con resultados
catastróficos. Según la mitología griega el fuego sólo lo conocían los
dioses, pero un titán llamado Prometeo, lo robó y se lo entregó a los
hombres, y por esta razón los dioses le castigaron. Han sido muchos los
compositores musicales que han tratado el tema del fuego entre sus
obras. Wagner utilizó mucho el fuego en su obra El anillo del
nibelungo, ¡una ópera de 17 horas de duración!. Listz en su Sinfonía
Dante nos habla del fuego eterno, es decir, el infierno. Algunos de los
personajes más famosos de la literatura y de la música han pasado por
el infierno, como es el caso de Orfeo, que fue a rescatar a Eurídice
para devolverla al mundo de los vivos. Muchos han sido los compositores
que han compuesto sobre esta historia: Monteverdi, Gluck, Stravinsky,
Offenbach... Otro famoso personaje que terminó en los fuegos del
infierno por vender su alma al diablo fue Fausto. Junto a Berlioz y su
ópera La condenación de Fausto, muchos otros han compuesto sobre él:
Schubert, Schumann, Wagner, List, Gounod... El fuego también es
utilizado como algo sagrado y mágico, por eso se mantiene encendido el
los templos. Incluso en algunos ritos, como en la pascua cristiana, y
con música gregoriana de fondo, se pasa el fuego de vela en vela para
manterner su significado sagrado.También se utilizó el fuego de forma
macabra para purificar las almas de herejes y brujas en la época de la
Inquisición, como le ocurrió a Juana de Arco, que murió en la hoguera.
Honeger, compositor del pasado siglo, compuso la ópera Juana de Arco en
la Hoguera. En países de la India y el Pacífico se practica la
incineración, para que el alma se purifique, se libere del cuerpo y
ascienda al cielo. Después se esparcen sus cenizas por el Ganges. En
algunos ocasiones el fuego se convierte en arte, es modificado para
conseguir belleza: los fuegos artificiales. Haendel compuso música para
acompañar una sesión de fuegos artificiales al que asistían los reyes.
Debussy tiene un preludio en el que describe con el piano este hecho.
Aunque la apoteosis del fuego como fiesta son en Valencia, las fallas,
con un pasodoble especial para la ocasión, El fallero. Pero no sólo se
quema lo que se quiere, sino que a veces domina el propio fuego y se
provoca un incendio que ha quemado desde grandes bibliotecas, como la
de Alejandría, museos, puetos, bosques...hasta ciudades como Roma,
Londres, Lisboa o Santander. Me parecen geniales las bandas sonoras
como El coloso en llamas, El nombre de la rosa o Rebeca de Hitchcock,
donde el fuego es protagonista. Puede ser una buena ruta musical " de
fuego" oir los temas que en el artículo aparecen, aunque muchísimas
obras musicales más: Sinfonía 59 de Haydn, el fuego, la zarzuela de
Barbieri Jugar con fuego, la polca de Strauss Prueba de fuego, de
Prokofiev Ángel de fuego, El pájaro de fuego de Stravisnky, Gran bola
de fuego de Jerry Lee Lewis, Obertura 1812 de Stravinsky...Además el
fuego, las llamas, el calor están intimimamente ligados a la pasión, el
entusiasmo, la efusividad, el arrebato...y también hay mucha literatura
musical al respecto, pero eso será para otro mes.
Feliz mes de Agosto...y ¡¡cuidado con chamuscarse!!.
Feliz mes de Agosto...y ¡¡cuidado con chamuscarse!!.