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Ana María Moreno Vaquera | 10197
Viernes, 03 de Agosto de 2018

Pepa Gracia, actriz.

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Nacida para el teatro, confiesa su afición por la dirección y por la interpretación. En Jarancio, de Puebla de la Calzada, tuvo su entrenamiento, apoyada por sus amigos y familia. Su debut fue en el Festival del Teatro Romano de Mérida con Edipo rey, pero antes se forma en Sevilla, en el  Centro Andaluz-CAT-  o en Talleres -TNT- creativos y experimentales. En Badajoz, con Cristina Rosa, aprende la Danza Africana y también en Bélgica y Senegal.
En 2018 salta a la televisión con la serie “La otra mirada”  interpretando a una  pintora, Paula.
Después, “si no aparecen buenos papeles”,  generará su propio trabajo. Su formación, su valía  y su carácter la habilitan, no en vano, ha estado al frente de dos Compañías de Teatro: La Mona del Húngaro y Murática Teatro.

 

Pepa Gracia es hija de Teodoro e Isabel y toda su  familia procede de Puebla.Su primer colegio fue Nuestra Señora de la Encarnación de Puebla de la Calzada.

 

¿Conserva contacto sus primeras amigas o compañeras?
Claro, no nos vemos tanto como nos gustaría, pero sí tengo amigas y amigos muy cercanos que conservo desde la infancia.

 

¿Qué estudió y dónde?
De manera oficial estudié una diplomatura en Turismo en Cáceres. Los estudios que tengo relacionados con mi trabajo los he ido haciendo a lo largo de 20 años en los lugares y con la gente que me ha apetecido en cada momento. Y, a día de hoy, aún sigo. Considero que en esta profesión nunca puedes parar de formarte y entrenar.

 

[Img #78704]¿Cuándo despertó sus inquietudes de actriz?
El teatro siempre estuvo cerca de mí desde pequeña gracias a mi padre y verlo me encantaba, pero fui una niña tímida y por tanto ser el centro de atención no me atraía demasiado. Me veía antes dirigiendo que actuando. Un verano me apunté a un casting para hacer un papel pequeñito en el coro en una obra para el Festival de Teatro Clásico de Mérida, la función la dirigía Juan Margallo y ahí conocí a muchos de los que serían mis compañeros de batalla después, pero sobre todo conocí a Elena Sánchez Nevado, trabajar con ella fue el verdadero motor para empezar en esta profesión.

 

¿Qué significa el escenario en su vida?
A mí el escenario me da la vida, me da libertad. Supongo que es lo mismo que para un músico el directo, en el escenario estableces conexión directa con el público y hay algo mágico en el aquí y el ahora.

 

¿Recuerda la primera vez que subió a un escenario?
No recuerdo qué estaba haciendo, pero era muy pequeña, estaba vestida de gatita o algo así, se me cayó el gorrito con las orejas y me llevé un disgusto tremendo.

 

¿Cuál ha sido su formación artística?
Empecé en la Escuela de Teatro de Olivenza pero la dejé pronto para irme a vivir a Sevilla porque me atraía mucho el teatro físico y allí tenía acceso a formación más enfocada hacia este terreno. Estuve durante 4 años formándome tanto en el CAT (Centro Andaluz de Teatro), como en el CAD (Centro Andaluz de Danza), además de hacer talleres  puntuales en TNT-Laboratorio Nuevos Creadores, un lugar donde el trabajo buscaba una línea más creativa y experimental que me encantaba.
Luego llegó a mi vida la danza africana donde me formé en Badajoz con Cristina Rosa, en Bélgica y en L´ecole des Sables (Senegal).
Y después de esto llegó mi amor al texto, y eso debo agradecérselo a José Carlos Plaza. Es mi maestro. Con él, comencé a entrenar y, a día de hoy,  lo sigo haciendo. Él ha sido la primera persona que ha hecho que me enamore del oficio del actor y sólo con él he conseguido llegar a lugares donde es impensable llegar sola.
Por supuesto, he estudiado con mucha más gente que me encanta y admiro, pero éstos son mis tres pilares.

 

¿Qué fuentes le han inspirado?
A mí siempre me ha inspirado mucho la Compañía de Teatro La Zaranda, por tener la capacidad de hacer un teatro social, experimental y conectar con el público. Han hecho realidad un sueño. Y como referente, cada vez que me deprimo con esta profesión tan dura, a veces, escucho entrevistas de Fernando Fernán Gómez, pura filosofía, me reconcilia con el trabajo y con todo.

 

Profesionalmente ¿cuál fue su primera representación?
Mi primer trabajo profesional fue en el Festival de Mérida, la función se llamaba “Edipo rey” y la dirigía Juan Margallo. Fue un papel muy pequeñito dentro del coro pero lo disfruté muchísimo. Una vez saliendo de un ensayo, Juan me dijo: “Eres muy graciosa porque en el escenario intentas pasar desapercibida todo el rato y no lo consigues”. Es lo más bonito que me han dicho nunca como actriz.

 

Su familia ¿qué representa en su vida?
En mi vida hay dos familias, la real y la que me he ido encontrando por el camino, como quien dice. La real no puede ser más maravillosa, me apoyan al mil por mil en un forma de vida que yo sé que a veces no comprenden bien, y yo eso lo valoro mucho. En mi casa siempre ha habido libertad para elegir, para pensar y actuar por uno mismo.
Y la añadida está compuesta por amigos, algunos me los regaló el curro y otros la vida, mi felicidad no sería completa sin ellos. He tenido mucha suerte.

 

El Certamen de Teatro de Puebla de la Calzada del que es artífice, Teodoro Gracia, su padre ¿qué le ha supuesto como actriz?
El Certamen de Teatro es mi casa, voy siempre que puedo a trabajar y como espectadora. Hay actores que dicen que se ponen más nerviosos cuando tienen a gente conocida entre el público, no es mi caso, me siento arropada por el público del festival y siempre he sentido respeto hacia mi trabajo. Estoy muy agradecida al público del Certamen.

 

¿Con qué edad comenzó profesionalmente?
Con 20 años comencé de manera profesional pero llevaba en grupos de teatro no profesionales desde los 14, tengo 38 ahora mismo así que ya llevo un rato...
Formó parte de los Grupos de Teatro... Pues, Jarancio al empezar y he trabajado con muchas compañías pero destaco en las que me involucré algo más que como actriz: La Mona del Húngaro (junto a Elena Sánchez, en primer lugar y luego, junto a Cristina Rosa) y Murática Teatro (junto a Jose Lucia).

 

Puebla de la Calzada y sus Certámenes ¿cómo le han influido?
La primera obra que hizo que me quedara petrificada en el asiento fue Otelo de Cámara Negra y la vi en el Certamen de Puebla. Durante mucho tiempo fueron mi motor y algo a lo que yo artísticamente aspiraba a parecerme. Tuve la suerte de trabajar años después con algunos de sus actores y, por supuesto, con su director Carlos Álvarez Ossorio, que sigue siendo uno de mis directores favoritos y con el que repetiría mil veces más.

 

¿Cómo da el salto a las series de televisión?
Por un casting, había hecho ya varias pruebas con las directoras de casting para cosas que no habían salido y me llamaron para audicionar para Paula y salió.

 

Actúa en “La otra mirada”, serie que se emite en televisión. Cuéntenos...
Acepté enseguida, el reparto me parecía un lujo y la serie súper interesante. Rodamos entre Madrid, Sevilla y Lupiana (Guadalajara), con horarios variados, dependiendo del día y de las secuencias. Pero se nos cuida mucho durante el rodaje para que no nos cansemos y está todo a favor para trabajar.

 

¿Su relación con los actores?
Muy buena con todos, destacaría con Cecilia porque es con la que más he trabajado y con Ana W., que aunque hemos tenido poco juntas es amiga y siempre es un placer coincidir con ella. Y me ha hecho especial ilusión conocer a Patricia porque la admiro mucho.

 

¿Qué personaje destacaría?
Pues ahora va a parecer favoritismo porque ya he dicho que es mi amiga pero me parece que la empatía que nos ha creado Ana hacia Luisa, un personaje, a priori, tan oscuro, es maravilla.

 

¿Qué ha aprendido con ella?
Pues siendo práctica mucha técnica con la cámara, es un medio muy diferente al escenario y yo apenas tenía experiencia. Me he hecho callo, como se dice. Ahora me siento mucho más preparada. Y personalmente me ha hecho reflexionar lo poco que han cambiado las cosas.

 

¿Un gran salto en su carrera?
Trabajar en la tele siempre te da más opciones y te abre más puertas, es verdad, aunque no debería ser así. Pero me harta y me cansa un poco el tema de los grandes saltos... mi próximo trabajo vendrá porque llevo 20 años currándomelo y peleando como una jabata, no creo en los golpes de suerte. No fiarse de Instagram, por favor.

 

Temática muy actual en defensa de la mujer  ¿Cree que a principios del siglo XX existía esa corriente feminista?
No es que lo crea, es que existía. No todas las mujeres estaban de acuerdo con el modelo familiar y social impuesto, lo que sí creo, es que mucha gente desconocía que tenía derecho a quejarse. A la mujer se la educaba para ser esposa y madre y no a todas les gustaba, igual que ahora. A finales del XIX  empezó a vislumbrarse en España un discurso que ponía en tela de juicio la visión tradicional de la mujer y además este discurso se articulaba en torno a la educación de la mujer como el primer paso hacia una sociedad más igualitaria.
Que al movimiento feminista no se le dé apenas importancia en nuestros libros de historia no significa que no existiera. Fueron mujeres que, a través de su arte y activismo, desafiaron las normas culturales y sociales de España de los años 20. Poco se sabe de ellas.


Su personaje es transgresor, soltera con hija y se enamora de otra mujer conservadora... ¿Cómo afronta el personaje?
Con muchas ganas, ha habido y hay tantas mujeres y tantos hombres privados de su libertad sexual que había que contarlo muy bien, sentía que era mi deber.
Me documenté y leí mucho sobre el tema en la época y fue demoledor. Si te pillaban, tenías dos opciones: o la cárcel o tratamiento, en el que se incluía  terapia de electroshock. Horrible.
Cuando me hablaron del personaje era una mujer mucho más atrevida, pintora, divertida, que arrasaba con todo. Cuando empezaron los ensayos y leí guiones vi que era una mujer sin demasiada experiencia y llena de miedo. Me pareció mucho más interesante y humanizaba mucho más a Paula.

 

¿Le ha supuesto alguna dificultad interpretarlo?
Teniendo a Cecilia Freire enfrente nada puede salir mal.

 

¿El papel de su vida?
No tengo papel de mi vida, me involucro en todos de la misma manera.

 

La serie tiene mucha calidad, el vestuario es espectacular y representativo de la clase social de Sevilla ¿le gusta?
Mucho, además he de decir que nuestra vestuarista, Montse Sancho, es de Mérida. Poco después también supe que uno de sus creadores, además de jefe de guion, Jaime Vaca, es de Badajoz y la música está grabada por la Orquesta de Extremadura en el auditorio de Badajoz.


Tiene algo de pintora, ¿cómo su personaje?
Nada, de hecho pintar me estresa muchísimo.

 

¿La homosexualidad está normalizada en su generación?
Para mí ser homosexual es tan lícito y natural como ser heterosexual, pero no me siento capacitada para hablar del tema ni de sus limitaciones actuales porque yo no lo soy. Seguro que quien lo viva en primera persona te podría contar mejor.

 

¿Ser mujer la ha condicionado o forma parte de otra generación?
He aguantado situaciones machistas dentro y fuera del trabajo.
Todavía siento en algún trabajo que se me escucha menos que a mis compañeros, el tratamiento del desnudo y de sexo en la ficción es de risa en la mayoría de los casos y yo siempre digo que, en teatro hay dos temporadas otoño/invierno para los chicos y primavera/verano para las chicas. Queda mucho por lo que pelear.

 

¿Qué destacaría de la serie?
Que se valora la amistad femenina y se le da el lugar que ocupa en nuestra vida, que es muy importante. Las mujeres nos queremos y nos apoyamos mucho, eso de que la amistad masculina es más sana que la femenina sigue bebiendo de la idea machista de que las mujeres competimos por los hombres. Nada más lejos de la realidad. También que todas las tramas de las mujeres van más allá de ser madres, hijas o esposas, por fin!!!
La mayoría del público en las salas de cine y en los teatros son mujeres pero los repartos y las historias siguen sin ser equitativos. Si la peli la cuentan desde la mujer es un género en sí mismo: peli de tías. Bueno, si la historia es blandengue también: peli de tías.Todos eso está cambiando y estoy feliz por ello.

 

¿Trabajo arduo hasta llegar a la fama?
No soy famosa y te digo que lo que concebimos ahora como fama, me parece un horror,  la muerte de la cultura, nunca trabajaría para llegar a serlo, de hecho que se me trate diferente me cabrea bastante.


¿Qué otro trabajos destacaría?
El Viaje de Malemba y Cocongo, un infantil que hice junto a José Lucia. Lo creamos desde el principio, 6 meses charlando, investigando, viajando para conocer la realidad de la gente que tiene que dejar su hogar y a su familia para buscar un futuro mejor en un lugar donde no se les quiere. La realidad de la inmigración contada para niños, sin edulcorantes. Imagínate el reto.

 

¿Qué muestras le han manifestado sus paisanos y amigos al verla en la pequeña pantalla?
He recibido muchísimas muestras de cariño.

 

¿Cuál medio prefiere para interpretar?
Ahora mismo no podría elegir. Me encanta el teatro porque cada función es irrepetible y mágica, y porque es sagrado y porque es un superviviente y siempre existirá porque siempre habrá gente a ponerse delante de otra para contar historias. La cámara es el ojo que todo lo ve, te permite ir a lo profundo, trabajar casi desde el pensamiento, delante de una cámara es imposible mentir y eso es todo un desafío. Prefiero alternar las dos cosas.

 

¿Proyectos inmediatos?
Cerrado ninguno, si no sale nada de lo que está en el aire me lo generaré yo, como he hecho siempre.

 

¿Viene con frecuencia a Puebla?
Mucho, doy clase un par de veces al mes allí.

 

¿Cómo vive su éxito?
Salir en la tele no es un éxito, es algo pasajero. Mañana puedo estar en otra serie o poniendo copas en un bar,  y no depende de mí y, en ocasiones, ni siquiera de mi talento. El éxito para mí es llevar casi 20 trabajando como actriz  sin parar. Así que lo llevo como siempre.

 

¿Es necesario Madrid para triunfar?
No, depende de las metas de cada uno. Nos creemos que todos los actores quieren salir en la tele o hacer cine y no es cierto. Nuestra profesión va más allá de eso, la desinformación sobre en qué consiste nuestro trabajo es mucha y el circo grande. Pero sí considero necesario salir de la zona de confort de vez en cuando.

 

¿En Extremadura se puede vivir del escenario?
Te voy a ser totalmente sincera en este tema, yo no. Y, a no ser que estés dispuesto a realizar un determinado tipo de propuestas, creo que es complicado y, si alguien lo está consiguiendo sin perderle dinero, me quito el sombrero. Y hay ayudas y facilidades pero nos falta valentía, curiosidad a la hora de hacer llegar al público propuestas diferentes. Opino que de esta manera infravaloras la capacidad del público.
He estado al frente de dos Compañías y he tenido que lidiar personalmente con la venta, en la mayoría de los casos, cuando te sientas con un programador (y esto no pasa solo en Extremadura) lo primero que te dice es que ellos quieren algo que haga reír, que no haga pensar mucho al público, que la gente no va al teatro a eso... Me parece triste, me encanta la comedia pero no estoy de acuerdo con un teatro al servicio del entretenimiento y no del arte.  La cultura nos hace pensar y nos ayuda a pensar mejor además.

 

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NOMBRE: Pepa Gracia.
EDAD: 38 años.
NACIMIENTO: Badajoz.
ESTADO CIVIL: Soltera.
RESIDENCIA: Madrid.
UN LUGAR PARA VIVIR: Madrid.
UN LUGAR PARA PERDERSE: Death Valley, en California.
UNA COMPAÑÍA: La Zaranda, La Abdución, Cámara Negra.
UNA LECTURA: La Vegetariana, de Han Kang.
UNA MÚSICA: Patti Smith.
UN HOBBY: Viajar.
UN SUEÑO: Viajar más.

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