Toros en Algeciras
Los titulares de los periódicos especializados, dicen que fue una corrida cumbre la tercera de la feria de Algeciras, más de once mil almas con el cartel de “no hay billetes” colgado, disfrutaron de un mano a mano, entre José Tomás y el extremeño Miguel Ángel Perera, éste toreando y triunfando en las mejores ferias y fijo en los carteles de cualquier punto donde huela a toro bravo, por su parte, el de Galapagar, estuvo más tranquilo, ya que es la primera corrida de su temporada en España y que a pesar de ser José Tomás y de llevar a tanto aficionado a la plaza, se le notaba la falta de oficio, pero salió airoso de este trance. Perera indultó el cuarto toro de Domecq, que no pasaba de 500 kilos, cortándole los máximos trofeos simbólicos.
Los toros de José Tomás pertenecían a la ganadería de Jandilla y los de Perera, a Borja Domecq, el público se divirtió, que al final ese es el mérito de los toreros y banderilleros que también triunfaron en esta plaza, tuvieron que salir a saludar, Javier Ambel, José Chacón, Curro Javier y Juan Sierra. Hubo muy buen oficio entre los matadores, sobre todo cuando Perera brindó a José Tomás, el sexto toro de la tarde y la ovación fue de trueno, el público estaba con los toreros y fueron correspondidos con aplausos constantes.
Pasó la feria de Badajoz con más pena que gloria, esta plaza no marcha bien, con unos carteles que no son acordes con la categoría de esta feria y con mucha repetición de toreros, año tras año. La primera corrida fue anunciada con una ganadería muy joven y poco placeada y con maestros que no se veían en cartel desde hace muchos años, como Pedrito de Portugal, que tomó la alternativa nada más y nada menos que un 27 de junio de 1994 es decir, hace veinticuatro años y por otro lado un Israel Lancho con muy pocas oportunidades, y que en sus mejores tiempos, era un torero de relleno. En la corrida del sábado 23, con toros de Zalduendo, torearon Antonio Ferrera y Enrique Ponce, muy vistos por estas tierras y el público respondió con media entrada; en la corrida de rejones, Joao Moura y los dos Hermoso de Mendoza, consiguieron pasar de los tres cuartos de entrada y la cuarta y última de feria fue una novillada sin picadores que no llegó al cuarto de entrada, a pesar de que estaba Antonio Pintiado, triunfador de las promociones de la escuela y dos novilleros mexicanos de Aguascalientes, Miguel Aguilar y Emilio Robledo.
La plaza de Badajoz, conocida también como Coso de Pardaleras, es una de las plazas más grandes de España, con una capacidad de 13.000 espectadores y ha conocido tiempos mejores en los que se llenaba y se colgaba el “No hay billetes”, pero con estos carteles es difícil que esto vuelva a suceder, se debe poner medidas para que vuelva a ser una feria importante y evitar otro fracaso como el de este año.
Los titulares de los periódicos especializados, dicen que fue una corrida cumbre la tercera de la feria de Algeciras, más de once mil almas con el cartel de “no hay billetes” colgado, disfrutaron de un mano a mano, entre José Tomás y el extremeño Miguel Ángel Perera, éste toreando y triunfando en las mejores ferias y fijo en los carteles de cualquier punto donde huela a toro bravo, por su parte, el de Galapagar, estuvo más tranquilo, ya que es la primera corrida de su temporada en España y que a pesar de ser José Tomás y de llevar a tanto aficionado a la plaza, se le notaba la falta de oficio, pero salió airoso de este trance. Perera indultó el cuarto toro de Domecq, que no pasaba de 500 kilos, cortándole los máximos trofeos simbólicos.
Los toros de José Tomás pertenecían a la ganadería de Jandilla y los de Perera, a Borja Domecq, el público se divirtió, que al final ese es el mérito de los toreros y banderilleros que también triunfaron en esta plaza, tuvieron que salir a saludar, Javier Ambel, José Chacón, Curro Javier y Juan Sierra. Hubo muy buen oficio entre los matadores, sobre todo cuando Perera brindó a José Tomás, el sexto toro de la tarde y la ovación fue de trueno, el público estaba con los toreros y fueron correspondidos con aplausos constantes.
Pasó la feria de Badajoz con más pena que gloria, esta plaza no marcha bien, con unos carteles que no son acordes con la categoría de esta feria y con mucha repetición de toreros, año tras año. La primera corrida fue anunciada con una ganadería muy joven y poco placeada y con maestros que no se veían en cartel desde hace muchos años, como Pedrito de Portugal, que tomó la alternativa nada más y nada menos que un 27 de junio de 1994 es decir, hace veinticuatro años y por otro lado un Israel Lancho con muy pocas oportunidades, y que en sus mejores tiempos, era un torero de relleno. En la corrida del sábado 23, con toros de Zalduendo, torearon Antonio Ferrera y Enrique Ponce, muy vistos por estas tierras y el público respondió con media entrada; en la corrida de rejones, Joao Moura y los dos Hermoso de Mendoza, consiguieron pasar de los tres cuartos de entrada y la cuarta y última de feria fue una novillada sin picadores que no llegó al cuarto de entrada, a pesar de que estaba Antonio Pintiado, triunfador de las promociones de la escuela y dos novilleros mexicanos de Aguascalientes, Miguel Aguilar y Emilio Robledo.
La plaza de Badajoz, conocida también como Coso de Pardaleras, es una de las plazas más grandes de España, con una capacidad de 13.000 espectadores y ha conocido tiempos mejores en los que se llenaba y se colgaba el “No hay billetes”, pero con estos carteles es difícil que esto vuelva a suceder, se debe poner medidas para que vuelva a ser una feria importante y evitar otro fracaso como el de este año.