En una carta escrita, “como manda el fútbol, un 30 de junio, cuando se rompen los lazos que hay entre un jugador y un club en una temporada” uno de los futbolistas montijanos más conocidos se despide de su afición: “Aun recuerdo a las vecinas dándole las quejas a mis padres porque les tenía las paredes de casa marcadas de balonazos, o aquel contrato verbal que hice con mi padre de 200 pesetas por gol cuando aún era alevín que nunca llegó a buen puerto porque en primer partido de liga hice 6 goles y ya no salían las cuentas… bueno, son todos recuerdos que gracias a este deporte llamado fútbol he vivido”

Continúa Mariñas queriendo dar “las gracias a mis padres, familiares y a mi rubia por apoyarme durante todos estos años, gracias a todos los compañeros con los que compartí vestuario, a todos los contrarios con los que competí e hicieron que fuera mejor y a todos esos aficionados que en su día celebraron algún gol mío.

Mención especial a mi amigo Isi, (Isidoro Piñero) que ha sido el que más que me ha cuidado día tras día sin pedir nada a cambio y eso no se paga con ninguna ficha por elevada que fuera”.

Paco Mariñas termina con un especial adiós a la afición del SP Villafranca, último club en el que ha jugado, “gracias por haber celebrado conmigo un total de 209 goles con su camiseta y su escudo y haberme aguantado todo este tiempo, gracias al pueblo por hacerme sentir un villafranqués más”.

“Es tiempo de hacerse mayor, quitarme las botas y apagar la luz, echaré de menos ese cosquilleo en el cuerpo antes de cada partido, el fútbol tiene esas preciosas sensaciones”.

El montijano, con una extensa carrera como futbolista a sus espaldas, ha jugado como delantero centro por varios equipos regionales pasando de la UD Montijo hasta su adiós en el SP Villafranca.