Asentamientos nómadas, un problema de difícil de solución
Los nómadas, según la RAE, son los pueblos o tribus carentes de un lugar estable para vivir, teniendo también como acepción “que están en constante viaje o desplazamiento”. En nuestras tierras de las Vegas Bajas siempre se han conocido estos pueblos nómadas, venidos de Portugal en ocasiones, otras veces de Europa del Este con la apertura de fronteras… No resulta extraordinario ver asentamientos cerca de nuestros pueblos ni ver a sus gentes en nuestras calles. A pesar de ello, a pesar de esta convivencia año tras año, estación tras estación, es un tema que continúa levantando recelos y comentarios entre los vecinos.
![[Img #73806]](upload/img/periodico/img_73806.jpg)
Varios son los puntos de los que se quejan quienes lo hacen:
-La posibilidad de montar un campamento y que no se los levanten. Aluden, quienes se quejan de esto, que para hacer una acampada, cualquier vecino debe pedir los pertinentes permisos.
-La suciedad que dejan en los campamentos. Acampan en zonas cercanas a ríos y canales, dejando toda la zona con la basura normal del día a día de cualquier “casa”. El problema es que al marchar, esta suciedad se queda en el mismo sitio.
-El cuidado de los animales cuando son pueblos que viajan con ellos y el abandono de los mismos cuando mueren. Tema que preocupa sobre todo a los amantes de los animales, pero que continúa siendo un tema que muchos vecinos, animalistas o no, comentan.
En definitiva… la queja de los vecinos es sobre los derechos y obligaciones que estos pueblos tienen sobre los propios.
La falta de actividad de los entes y personas responsables de cada uno de los aspectos que acompañan estas quejas es la crítica principal que se oye. ¿Pero qué hay de cierto en este “dejar pasar”?
![[Img #73805]](upload/img/periodico/img_73805.jpg)
Puestos en contacto con el Ayuntamiento de Montijo, nos informa el alcalde, Manuel Gómez, que es un problema en el que el propio Ayuntamiento se ve muy atado de manos. “Cuando hablamos de nómadas, para empezar hablamos de una ley propia para ellos. Para un nómada esa tienda es su vivienda, y para entrar en su casa, debes tener una orden judicial”.
Pero además, actualmente hay otro problema a la hora de poder levantar esos asentamientos, y es que el Ayuntamiento consiguió retirar campamentos que se encontraban en zonas de su competencia, pero actualmente se encuentran asentados en terrenos rústicos y zona de influencia de Confederación Hidrográfica del Guadiana, por lo que se entra en una espiral que da vueltas alrededor de quién es el responsable del terreno en el que está ubicado el campamento, ya que aunque es zona de Confederación, pero término municipal es de Montijo. Si bien cuando la zona de acampada es urbana, el Consistorio ha podido vallar de alguna manera y acotar el terreno, pero en zonas de influencia de Confederación y asentamientos en el río esto no se puede hacer.
Las familias acampadas saben, además, cómo deben hacer y moverse para evitar que les echen del lugar en que se quedan, bien cambiando las tiendas de sitio y pasando de encontrarse de un día a otro en término municipal de Montijo o de Puebla de la Calzada, por ejemplo, lo que hace que el proceso tenga que volver a iniciarse.
Lo que se está haciendo, explica Manuel Gómez, es tener una presencia constante de Policía Local, Guardia Civil, según el caso… que haga que se sientan cohibidos y ellos mismos se muevan por propia voluntad, aunque la solución es válida por poco tiempo.
Este tema también se ha tratado con la Delegación del Gobierno, con quienes han acordado tres posibles actuaciones:
-Sobre los vehículos, ya que si no tienen la documentación pertinentes se les puede intervenir. En esta situación se encuentra un vehículo ahora mismo en el Punto Limpio.
-Sobre los animales. Si el animal no se encuentra en buenas condiciones se les puede requisar, pero estos animales deben ser cuidados y mantenidos por el Ayuntamiento en perfectas condiciones, con lo que esto implica de gastos que asumen finalmente los vecinos con sus impuestos.
-Sobre los menores, aunque esto es una actuación más complicada, ya que entran en las tiendas (sus viviendas) y ahí es donde se necesita, de nuevo, la orden judicial. También pueden actuar los Servicios Sociales sobre estos niños, pero hay que tratar la documentación de los menores, de sus padres, hacer un informe que puede derivar en un procedimiento judicial que es muy difícil notificar a la familia, ya que no tiene un domicilio establecido o, si lo tienen, está en el extranjero.
Un problema en el que se ven implicados los propios Ayuntamientos, Confederación Hidrográfica del Guadiana y Delegación del Gobierno y que resulta ser de muy difícil remedio si no se reúnen todas las partes implicadas para buscar soluciones comunes, correspondiendo finalmente al Gobierno Central proponer una modificación de la Ley a nivel europeo.
Mientras esta Ley no cambie, desde las administraciones se seguirán viendo atados de mano para regular a un colectivo criticado por tener “muchos derechos y pocas obligaciones.”
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Varios son los puntos de los que se quejan quienes lo hacen:
-La posibilidad de montar un campamento y que no se los levanten. Aluden, quienes se quejan de esto, que para hacer una acampada, cualquier vecino debe pedir los pertinentes permisos.
-La suciedad que dejan en los campamentos. Acampan en zonas cercanas a ríos y canales, dejando toda la zona con la basura normal del día a día de cualquier “casa”. El problema es que al marchar, esta suciedad se queda en el mismo sitio.
-El cuidado de los animales cuando son pueblos que viajan con ellos y el abandono de los mismos cuando mueren. Tema que preocupa sobre todo a los amantes de los animales, pero que continúa siendo un tema que muchos vecinos, animalistas o no, comentan.
En definitiva… la queja de los vecinos es sobre los derechos y obligaciones que estos pueblos tienen sobre los propios.
La falta de actividad de los entes y personas responsables de cada uno de los aspectos que acompañan estas quejas es la crítica principal que se oye. ¿Pero qué hay de cierto en este “dejar pasar”?
![[Img #73805]](upload/img/periodico/img_73805.jpg)
Puestos en contacto con el Ayuntamiento de Montijo, nos informa el alcalde, Manuel Gómez, que es un problema en el que el propio Ayuntamiento se ve muy atado de manos. “Cuando hablamos de nómadas, para empezar hablamos de una ley propia para ellos. Para un nómada esa tienda es su vivienda, y para entrar en su casa, debes tener una orden judicial”.
Pero además, actualmente hay otro problema a la hora de poder levantar esos asentamientos, y es que el Ayuntamiento consiguió retirar campamentos que se encontraban en zonas de su competencia, pero actualmente se encuentran asentados en terrenos rústicos y zona de influencia de Confederación Hidrográfica del Guadiana, por lo que se entra en una espiral que da vueltas alrededor de quién es el responsable del terreno en el que está ubicado el campamento, ya que aunque es zona de Confederación, pero término municipal es de Montijo. Si bien cuando la zona de acampada es urbana, el Consistorio ha podido vallar de alguna manera y acotar el terreno, pero en zonas de influencia de Confederación y asentamientos en el río esto no se puede hacer.
Las familias acampadas saben, además, cómo deben hacer y moverse para evitar que les echen del lugar en que se quedan, bien cambiando las tiendas de sitio y pasando de encontrarse de un día a otro en término municipal de Montijo o de Puebla de la Calzada, por ejemplo, lo que hace que el proceso tenga que volver a iniciarse.
Lo que se está haciendo, explica Manuel Gómez, es tener una presencia constante de Policía Local, Guardia Civil, según el caso… que haga que se sientan cohibidos y ellos mismos se muevan por propia voluntad, aunque la solución es válida por poco tiempo.
Este tema también se ha tratado con la Delegación del Gobierno, con quienes han acordado tres posibles actuaciones:
-Sobre los vehículos, ya que si no tienen la documentación pertinentes se les puede intervenir. En esta situación se encuentra un vehículo ahora mismo en el Punto Limpio.
-Sobre los animales. Si el animal no se encuentra en buenas condiciones se les puede requisar, pero estos animales deben ser cuidados y mantenidos por el Ayuntamiento en perfectas condiciones, con lo que esto implica de gastos que asumen finalmente los vecinos con sus impuestos.
-Sobre los menores, aunque esto es una actuación más complicada, ya que entran en las tiendas (sus viviendas) y ahí es donde se necesita, de nuevo, la orden judicial. También pueden actuar los Servicios Sociales sobre estos niños, pero hay que tratar la documentación de los menores, de sus padres, hacer un informe que puede derivar en un procedimiento judicial que es muy difícil notificar a la familia, ya que no tiene un domicilio establecido o, si lo tienen, está en el extranjero.
Un problema en el que se ven implicados los propios Ayuntamientos, Confederación Hidrográfica del Guadiana y Delegación del Gobierno y que resulta ser de muy difícil remedio si no se reúnen todas las partes implicadas para buscar soluciones comunes, correspondiendo finalmente al Gobierno Central proponer una modificación de la Ley a nivel europeo.
Mientras esta Ley no cambie, desde las administraciones se seguirán viendo atados de mano para regular a un colectivo criticado por tener “muchos derechos y pocas obligaciones.”





















