Gracias por existir. Dedicado a Mimi Carrasco.
Hoy, después de escuchar el tema “Girasoles” de Rozalen, quiero dedicar mi artículo a las personas buenas, a esas que como dice la letra de esta canción, son valientes, llevan por bandera la verdad y son capaces de sentirse en la piel de los demás. A esas personas que no les gusta participar en las injusticias, que tienden siempre su mano y tienen un corazón preparado donde anidar para siempre la bondad. A esas personas maravillosas, la mayoría de ellas silenciosas, que sufren y se alegran de tus tristezas y tus alegrías; personas que son capaces de hacer la vida más fácil a los demás, sencillamente porque tienen un gran corazón. Esas son las personas que merecen la pena que nos rodeemos de ellas y dejemos a un lado a esas personas tóxicas que se entremeten continuamente en nuestras vidas con el único objetivo de amargárnosla.
Creo que le estamos dedicando, a diario, demasiado tiempo a los seres despreciables que pululan por la sociedad y que viven, aunque se nieguen a reconocerlo, una vida tenebrosa de la que únicamente emana envidia y odio. Tiene que ser muy duro tener siempre los sentimientos cargados con esa pesadez maligna, con lo fácil y beneficioso que es para la salud transmitir alegría. Una hermosa sonrisa, no necesitas más, para que tu rostro exprese felicidad. El mundo, está lleno de mujeres y hombres buenos, seres coherentes y humildes que buscan el amor y la paz. Personas a las que yo desde aquí quiero recordar y felicitar porque con su gran sensibilidad cuidan de otros seres y... saben de entrega, saben de respeto y saben de amar.
Estamos rodeado de personas bondadosas y comprometidas con los demás, personas que cuidan como guardianes infranqueables que la tristeza no entre en nuestras casas; personas que luchan por nuestros derechos y nos miran a todos por igual; personas que comparte aunque sea muy poco lo que tiene... a tantas y tantas personas que, en el anonimato, están haciendo el bien. Yo he conocido y conozco a muchas de ellas y por eso, hoy, amparándome en la letra de esta hermosa canción, he querido dar un rayo de luz y esperanza a tantos artículos protagonizados por toda esa gente amargada que intenta impregnar el mundo con su maldad, (de esos también he conocido y conozco bastantes) pero hoy no vamos a darle ningún protagonismo. En el mundo, estoy seguro, hay más personas buenas que malas, lo que pasa es que a los dañinos se le dan más titulares en la prensa que a los que hacen el bien y por eso, parece que hay más. Son muchos los seres generosos que conviven a nuestro alrededor, el mejor homenaje que podemos tributarles, como dijo en cierta ocasión Concepción arenal, es imitarlos.
A todas las personas buenas, gracias por existir.
Hoy, después de escuchar el tema “Girasoles” de Rozalen, quiero dedicar mi artículo a las personas buenas, a esas que como dice la letra de esta canción, son valientes, llevan por bandera la verdad y son capaces de sentirse en la piel de los demás. A esas personas que no les gusta participar en las injusticias, que tienden siempre su mano y tienen un corazón preparado donde anidar para siempre la bondad. A esas personas maravillosas, la mayoría de ellas silenciosas, que sufren y se alegran de tus tristezas y tus alegrías; personas que son capaces de hacer la vida más fácil a los demás, sencillamente porque tienen un gran corazón. Esas son las personas que merecen la pena que nos rodeemos de ellas y dejemos a un lado a esas personas tóxicas que se entremeten continuamente en nuestras vidas con el único objetivo de amargárnosla.
Creo que le estamos dedicando, a diario, demasiado tiempo a los seres despreciables que pululan por la sociedad y que viven, aunque se nieguen a reconocerlo, una vida tenebrosa de la que únicamente emana envidia y odio. Tiene que ser muy duro tener siempre los sentimientos cargados con esa pesadez maligna, con lo fácil y beneficioso que es para la salud transmitir alegría. Una hermosa sonrisa, no necesitas más, para que tu rostro exprese felicidad. El mundo, está lleno de mujeres y hombres buenos, seres coherentes y humildes que buscan el amor y la paz. Personas a las que yo desde aquí quiero recordar y felicitar porque con su gran sensibilidad cuidan de otros seres y... saben de entrega, saben de respeto y saben de amar.
Estamos rodeado de personas bondadosas y comprometidas con los demás, personas que cuidan como guardianes infranqueables que la tristeza no entre en nuestras casas; personas que luchan por nuestros derechos y nos miran a todos por igual; personas que comparte aunque sea muy poco lo que tiene... a tantas y tantas personas que, en el anonimato, están haciendo el bien. Yo he conocido y conozco a muchas de ellas y por eso, hoy, amparándome en la letra de esta hermosa canción, he querido dar un rayo de luz y esperanza a tantos artículos protagonizados por toda esa gente amargada que intenta impregnar el mundo con su maldad, (de esos también he conocido y conozco bastantes) pero hoy no vamos a darle ningún protagonismo. En el mundo, estoy seguro, hay más personas buenas que malas, lo que pasa es que a los dañinos se le dan más titulares en la prensa que a los que hacen el bien y por eso, parece que hay más. Son muchos los seres generosos que conviven a nuestro alrededor, el mejor homenaje que podemos tributarles, como dijo en cierta ocasión Concepción arenal, es imitarlos.
A todas las personas buenas, gracias por existir.






















