Un arranque de legislatura ilusionante
En estos días se ha cumplido un año de las elecciones generales del 26 de junio de 2016 y los doce últimos meses han resultado muy fructíferos ya que el Partido Popular, con Rajoy a la cabeza, ha conseguido formar Gobierno así como aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2017. Pero lo más relevante es que España sigue creciendo, sigue creando empleo y continúa ganando peso en el ámbito internacional defendiendo con firmeza los intereses de los españoles en Europa y en el mundo entero.
La receta para apuntalar el despegue económico experimentado en la pasada legislatura ha tenido como ingredientes fundamentales el pacto, el acuerdo y el entendimiento junto con una acción de gobierno guiada en todo momento por la moderación. Frente a las retóricas del enfrentamiento y la radicalización, se ha apostado por unas políticas cuyos pilares básicos son la capacidad de construcción, la creación de empleo y dar seguridad a las personas.
Las expectativas son bastantes esperanzadoras ya que todos los indicadores invitan al optimismo: la desigualdad de reduce, la gente puede vivir mejor, la pobreza disminuye; se está recaudando más, lo que permite atender con mayor eficacia los servicios públicos, las pensiones, la sanidad, la educación y las demandas de los ciudadanos.
Perseverar en lo que funciona
Desde el convencimiento de que conviene perseverar en lo que funciona y cambiar lo que no funciona, el camino de la recuperación se ha visto allanado gracias al acierto en unas políticas económicas adecuadas. Todas las iniciativas puestas en marcha están contribuyendo al gran objetivo nacional: continuar por el camino de la recuperación y el crecimiento económico, y seguir generando empleo, lo que hará que la gente pueda acceder a mayores niveles de bienestar y riqueza.
Cada vez queda más acreditado que el progreso y el futuro no están en las falsas promesas, están en trabajar y en que los ciudadanos puedan ver con hechos y con realidades aquello a lo que los responsables políticos nos comprometemos en los programas electorales.
Pero el futuro y el progreso no pueden verse comprometidos por quienes amenazan la integridad de España. El PP tiene más que claro, cristalino, que tenemos una Constitución que protege la unidad y la pluralidad de nuestro país, que las leyes son para todos y que todos tenemos la obligación de cumplirlas. La soberanía nacional y el derecho a decidir es de todos y que con eso ni se mercadea, ni se trocea. Hay que actuar con eficacia soslayando el extremismo y la falta de moderación y concordia, porque son sirven absolutamente para nada.
En estos días se ha cumplido un año de las elecciones generales del 26 de junio de 2016 y los doce últimos meses han resultado muy fructíferos ya que el Partido Popular, con Rajoy a la cabeza, ha conseguido formar Gobierno así como aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2017. Pero lo más relevante es que España sigue creciendo, sigue creando empleo y continúa ganando peso en el ámbito internacional defendiendo con firmeza los intereses de los españoles en Europa y en el mundo entero.
La receta para apuntalar el despegue económico experimentado en la pasada legislatura ha tenido como ingredientes fundamentales el pacto, el acuerdo y el entendimiento junto con una acción de gobierno guiada en todo momento por la moderación. Frente a las retóricas del enfrentamiento y la radicalización, se ha apostado por unas políticas cuyos pilares básicos son la capacidad de construcción, la creación de empleo y dar seguridad a las personas.
Las expectativas son bastantes esperanzadoras ya que todos los indicadores invitan al optimismo: la desigualdad de reduce, la gente puede vivir mejor, la pobreza disminuye; se está recaudando más, lo que permite atender con mayor eficacia los servicios públicos, las pensiones, la sanidad, la educación y las demandas de los ciudadanos.
Perseverar en lo que funciona
Desde el convencimiento de que conviene perseverar en lo que funciona y cambiar lo que no funciona, el camino de la recuperación se ha visto allanado gracias al acierto en unas políticas económicas adecuadas. Todas las iniciativas puestas en marcha están contribuyendo al gran objetivo nacional: continuar por el camino de la recuperación y el crecimiento económico, y seguir generando empleo, lo que hará que la gente pueda acceder a mayores niveles de bienestar y riqueza.
Cada vez queda más acreditado que el progreso y el futuro no están en las falsas promesas, están en trabajar y en que los ciudadanos puedan ver con hechos y con realidades aquello a lo que los responsables políticos nos comprometemos en los programas electorales.
Pero el futuro y el progreso no pueden verse comprometidos por quienes amenazan la integridad de España. El PP tiene más que claro, cristalino, que tenemos una Constitución que protege la unidad y la pluralidad de nuestro país, que las leyes son para todos y que todos tenemos la obligación de cumplirlas. La soberanía nacional y el derecho a decidir es de todos y que con eso ni se mercadea, ni se trocea. Hay que actuar con eficacia soslayando el extremismo y la falta de moderación y concordia, porque son sirven absolutamente para nada.