Si bien es cierto que el invierno viene duro este año en cuanto a infecciones con virus de gripe y otras enfermedades propias del invierno, y que las fechas navideñas es una época en las que las donaciones de sangre son más complicadas por el traslado de población, ocupación de la población en compras y demás, etc… todo esto ha hecho que se entrara en diciembre con un déficit de 400 bolsas respecto a lo que se debería tener como base en el Banco de Sangre, situación que ha ido empeorando y que José María Brull, director del Banco de Sangre, explica de la siguiente forma: “el stock necesario de sangre del tipo 0+ que se debe tener para poder atender con tranquilidad es de 100 bolsas, y en el último reparto realizado había tan solo 50, lo que impide usar esta sangre para cualquier cosa que no sea una urgencia”.

Por todo esto, el propio Brull y el equipo del Banco de Sangre de Extremadura piden la colaboración de la población extremeña, ya que en situaciones extremas, en las que hubiera que atender accidentes de tráfico de carácter grave o trasplantes de órganos, no dispondríamos quizás de suficiente sangre para responder a estas necesidades.