Decisiones estratégicas para consolidar el crecimiento
    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        
    
    
    
	
	
        
        
        			        			        			        
        
                
        
        En este momento los más perentorio para nuestro país es formar un Gobierno estable – ahuyentando el pánico a unas terceras elecciones - con el objetivo de empezar a gobernar para disipar las inquietudes económicas que acechan a los españoles.
 
Tras un paréntesis de ocho meses - con un Gobierno en funciones cuya capacidad de acción política es muy limitada - hay cuestiones que no se pueden demorar más ya que se precisa un Gobierno con plenitud de poderes. Es inaplazable la toma de decisiones que son urgentes como la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2017; la remisión a la Comisión Europea de senda de déficit antes del 15 de octubre; la aprobación el techo de gasto y fijar las reglas de estabilidad y deuda pública para las administraciones públicas así como para empezar a tomar decisiones hacia el gran objetivo nacional: consolidar el crecimiento.
 
La hipotética prolongación de esta situación de interinidad podría acarrear funestas consecuencias en el futuro y no son pocos los avisos que está recibiendo España ya que un gobierno en funciones tiene las manos atadas porque no puede tomar decisiones estratégicas.
 
Los expertos destacan que nuestro país es, en estos momentos, el menor de los problemas de la UE ya que crece, aunque es vulnerable por su deuda externa. Sin embargo hay frustración en Europa por las dificultades para formar Gobierno si bien en Bruselas se confía en que al final habrá acuerdo y el nuevo Ejecutivo español pondrá en marcha los ajustes necesarios.
 
Pasos para la investidura
 
Desde el Partido Popular se están dando los pasos requeridos no solamente para que haya una investidura, sino para que esa investidura venga acompañada de un acuerdo para que el futuro Gobierno tenga estabilidad y solidez.
 
En este punto no puede obviarse que la estabilidad política genera estabilidad económica, y la estabilidad económica genera empleo, y el empleo sigue siendo el gran reto que tiene por delante la sociedad española. Además del impulso del crecimiento económico y del empleo, las negociaciones para lograr un acuerdo que facilite un Gobiernos estable se centrarán en otras cuatro áreas clave: el mantenimiento y la mejora de los pilares básicos del estado del bienestar; la lucha contra el terrorismo yihadista; la defensa de los principios constitucionales y las cuestiones institucionales.
Hay que ser optimistas pero sabiendo que todavía queda camino por delante, aún no hay ningún sí garantizado. Hay que negociar mucho, y sobre todo, seguimos dependiendo del desbloqueo del PSOE, al que el PP sigue tendiendo la mano para pactar.
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                                                                            	
                                        
                            
    
    
	
    
En este momento los más perentorio para nuestro país es formar un Gobierno estable – ahuyentando el pánico a unas terceras elecciones - con el objetivo de empezar a gobernar para disipar las inquietudes económicas que acechan a los españoles.
Tras un paréntesis de ocho meses - con un Gobierno en funciones cuya capacidad de acción política es muy limitada - hay cuestiones que no se pueden demorar más ya que se precisa un Gobierno con plenitud de poderes. Es inaplazable la toma de decisiones que son urgentes como la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2017; la remisión a la Comisión Europea de senda de déficit antes del 15 de octubre; la aprobación el techo de gasto y fijar las reglas de estabilidad y deuda pública para las administraciones públicas así como para empezar a tomar decisiones hacia el gran objetivo nacional: consolidar el crecimiento.
La hipotética prolongación de esta situación de interinidad podría acarrear funestas consecuencias en el futuro y no son pocos los avisos que está recibiendo España ya que un gobierno en funciones tiene las manos atadas porque no puede tomar decisiones estratégicas.
Los expertos destacan que nuestro país es, en estos momentos, el menor de los problemas de la UE ya que crece, aunque es vulnerable por su deuda externa. Sin embargo hay frustración en Europa por las dificultades para formar Gobierno si bien en Bruselas se confía en que al final habrá acuerdo y el nuevo Ejecutivo español pondrá en marcha los ajustes necesarios.
Pasos para la investidura
Desde el Partido Popular se están dando los pasos requeridos no solamente para que haya una investidura, sino para que esa investidura venga acompañada de un acuerdo para que el futuro Gobierno tenga estabilidad y solidez.
En este punto no puede obviarse que la estabilidad política genera estabilidad económica, y la estabilidad económica genera empleo, y el empleo sigue siendo el gran reto que tiene por delante la sociedad española. Además del impulso del crecimiento económico y del empleo, las negociaciones para lograr un acuerdo que facilite un Gobiernos estable se centrarán en otras cuatro áreas clave: el mantenimiento y la mejora de los pilares básicos del estado del bienestar; la lucha contra el terrorismo yihadista; la defensa de los principios constitucionales y las cuestiones institucionales.
Hay que ser optimistas pero sabiendo que todavía queda camino por delante, aún no hay ningún sí garantizado. Hay que negociar mucho, y sobre todo, seguimos dependiendo del desbloqueo del PSOE, al que el PP sigue tendiendo la mano para pactar.




 
                    















 
                     
                     
                     
                     
                    