Brexit
El 23 de junio los británicos votaron por una exigua mayoría a favor del Brexit (Britain exit), es decir, separarse de la Unión Europea a la que pertenecen desde 1973. Desde Extremadura, se tiene la sensación de que, como siempre, los ricos (en este caso británicos) han decidido que no les interesa compartir esa riqueza con y que estarán mejor solos que mal acompañados. Pero, ¿nos afecta a los extremeños?. Pues sí. En primer lugar les afecta a los muchos extremeños que trabajan en Gran Bretaña, que han ido allí a buscarse la vida porque aquí, ya se sabe, no hay forma de hacerlo por muy preparado que estés. A muchos sorprendería la cantidad de jóvenes de las Vegas Bajas que viven y trabajan allí.
En segundo lugar nos afecta como miembros de la Unión Europea, de la que tanto recibimos. Es un golpe importante y habrá que repensar muchas cosas que ya se daban por supuestas y que la crisis y otras cosas (el Brexit) ponen ahora un importante elemento de duda.
En tercer lugar los españoles andamos metidos en nuestro propio Brexit, que es el movimiento separatista de Cataluña, incluido el famoso referéndum de separación, que algunos eufemísticamente llaman “derecho a decidir”. Para mí, en esencia, es lo mismo que el “exit” británico: los ricos catalanes deciden que están mejor solos como los suizos, los noruegos o los daneses.
Pero claro, los extremeños somos parte interesada y, como españoles, hemos participado en esa generación de riqueza catalana. Hay que recordar la inmigración de los años 60, que quedó Extremadura prácticamente despoblada, cuando gran parte de la inversión se dirigía a Cataluña con la promesa, incumplida hasta ahora, de que serían la máquina que arrastraría al resto de España hacia el progreso. Ahora la máquina quiere desengancharse definitivamente con el señuelo del “derecho a decidir” y a los demás, que nos den.
Lo raro es que son partidos supuestamente de izquierda quienes promueven la separación. Empezando por la CUP, que supuestamente se preocupan mucho de los desfavorecidos... siempre que sean catalanes, siguiendo por los republicanos y terminando por Podemos (en su variedad catalana, dirigida por Ada Colau). Son estos últimos los que, previendo que no puede haber independencia directa, promueven el referéndum, para ver si puede ser por la vía indirecta.
Pero lo más raro es que Podemos Extremadura se suba al carro, ¡y promuevan desde nuestra tierra el “derecho a decidir de los catalanes”!. Como decía Woody Allen: pero, ¿y nosotros?. ¿Cómo se puede afirmar a la vez la defensa de los extremeños y el referéndum catalán?. El pasado día 15 de julio el grupo parlamentario de Podemos Extremadura votó en contra de una resolución que pedía que la Asamblea de Extremadura se manifestara a favor de la unidad de España.
El 23 de junio los británicos votaron por una exigua mayoría a favor del Brexit (Britain exit), es decir, separarse de la Unión Europea a la que pertenecen desde 1973. Desde Extremadura, se tiene la sensación de que, como siempre, los ricos (en este caso británicos) han decidido que no les interesa compartir esa riqueza con y que estarán mejor solos que mal acompañados. Pero, ¿nos afecta a los extremeños?. Pues sí. En primer lugar les afecta a los muchos extremeños que trabajan en Gran Bretaña, que han ido allí a buscarse la vida porque aquí, ya se sabe, no hay forma de hacerlo por muy preparado que estés. A muchos sorprendería la cantidad de jóvenes de las Vegas Bajas que viven y trabajan allí.
En segundo lugar nos afecta como miembros de la Unión Europea, de la que tanto recibimos. Es un golpe importante y habrá que repensar muchas cosas que ya se daban por supuestas y que la crisis y otras cosas (el Brexit) ponen ahora un importante elemento de duda.
En tercer lugar los españoles andamos metidos en nuestro propio Brexit, que es el movimiento separatista de Cataluña, incluido el famoso referéndum de separación, que algunos eufemísticamente llaman “derecho a decidir”. Para mí, en esencia, es lo mismo que el “exit” británico: los ricos catalanes deciden que están mejor solos como los suizos, los noruegos o los daneses.
Pero claro, los extremeños somos parte interesada y, como españoles, hemos participado en esa generación de riqueza catalana. Hay que recordar la inmigración de los años 60, que quedó Extremadura prácticamente despoblada, cuando gran parte de la inversión se dirigía a Cataluña con la promesa, incumplida hasta ahora, de que serían la máquina que arrastraría al resto de España hacia el progreso. Ahora la máquina quiere desengancharse definitivamente con el señuelo del “derecho a decidir” y a los demás, que nos den.
Lo raro es que son partidos supuestamente de izquierda quienes promueven la separación. Empezando por la CUP, que supuestamente se preocupan mucho de los desfavorecidos... siempre que sean catalanes, siguiendo por los republicanos y terminando por Podemos (en su variedad catalana, dirigida por Ada Colau). Son estos últimos los que, previendo que no puede haber independencia directa, promueven el referéndum, para ver si puede ser por la vía indirecta.
Pero lo más raro es que Podemos Extremadura se suba al carro, ¡y promuevan desde nuestra tierra el “derecho a decidir de los catalanes”!. Como decía Woody Allen: pero, ¿y nosotros?. ¿Cómo se puede afirmar a la vez la defensa de los extremeños y el referéndum catalán?. El pasado día 15 de julio el grupo parlamentario de Podemos Extremadura votó en contra de una resolución que pedía que la Asamblea de Extremadura se manifestara a favor de la unidad de España.