¿Por qué perdió Monago?
DecÃa un polÃtico europeo que él sabÃa qué medidas económicas debÃa adoptar para preservar el estado de bienestar de su paÃs, lo que no sabÃa era cómo ganar las elecciones después.
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Y es que ahora se está discutiendo en toda Europa (también en Extremadura) los lÃmites de ese estado del bienestar. Porque la sanidad, la educación, la atención social y las infraestructuras se tienen que pagar. Y dinero hay poco. Hay que echar cuentas de qué se puede hacer y qué no se puede hacer con el dinero que tenemos. En épocas de crisis, como la actual, como los ingresos no se pueden aumentar la solución ha de venir necesariamente por la vÃa de recortar gastos y mejorar la gestión.
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Esta es la vÃa que adoptó el anterior gobierno extremeño del señor Monago. Por eso se cerraron algunos centros de atención primaria, se disminuyó el transporte escolar, se redujo el número de funcionarios (no se convocaron oposiciones) o se bajó el sueldo de los mismos (supresión de la paga extra de 2012 y congelación de los salarios durante toda la legislatura).
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En lo que se refiere a la gestión el resultado fué irregular, asÃ, se redujo el déficit en la primera mitad de la legislatura, con una buena gestión del Sr. Antonio Fernández, pero hubo sonoros fracasos como la gestión del aeropuerto de Talavera, la gestión de las listas de espera de Sanidad o el aumento acelerado del paro como consecuencia de la pérdida de empleo público.
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A mediados de legislatura, tras las elecciones europeas, el Sr. Monago y sus asesores más cercanos llegaron al convencimiento de que con esas polÃticas iban a perder las elecciones, de forma que habÃa que abrir el grifo (el de todos los extremeños). Las primeras consecuencias fueron las dimisiones del Consejero de Hacienda Sr. Fernández y del Consejero de Administración Pública Sr. Nevado-Batalla y su sustitución por miembros del partido, más dóciles, para orientar toda su actividad polÃtica al objetivo supremo de ganar las elecciones.
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A partir de ese momento las ruedas de prensa de la Sra. Teniente, vicepresidenta que habÃa asumido también la ConsejerÃa de EconomÃa, se convirtió en un vergonzoso acto de repartir el dinero de los extremeños a diestro y siniestro para conseguir su objetivo. Se reabrieron algunos centros de atención primaria, se restituyeron los recortes en transporte escolar, se subvencionó todo lo subvencionable e incluso, ya cerca de las elecciones, se perpetró esa paga extra a las mujeres mayores, que olÃa mucho a compra de voluntades.
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Se gastaron hasta lo que no tenÃamos, el déficit aumentó y se dejó un agujero que ahora tenemos que rellenar entre todos. Y perdieron las elecciones.
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Yo espero que el próximo gobierno de España actúe con más responsabilidad, por el bien de todos. Porque lo que viene no va a ser fácil.
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DecÃa un polÃtico europeo que él sabÃa qué medidas económicas debÃa adoptar para preservar el estado de bienestar de su paÃs, lo que no sabÃa era cómo ganar las elecciones después.
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Y es que ahora se está discutiendo en toda Europa (también en Extremadura) los lÃmites de ese estado del bienestar. Porque la sanidad, la educación, la atención social y las infraestructuras se tienen que pagar. Y dinero hay poco. Hay que echar cuentas de qué se puede hacer y qué no se puede hacer con el dinero que tenemos. En épocas de crisis, como la actual, como los ingresos no se pueden aumentar la solución ha de venir necesariamente por la vÃa de recortar gastos y mejorar la gestión.
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Esta es la vÃa que adoptó el anterior gobierno extremeño del señor Monago. Por eso se cerraron algunos centros de atención primaria, se disminuyó el transporte escolar, se redujo el número de funcionarios (no se convocaron oposiciones) o se bajó el sueldo de los mismos (supresión de la paga extra de 2012 y congelación de los salarios durante toda la legislatura).
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En lo que se refiere a la gestión el resultado fué irregular, asÃ, se redujo el déficit en la primera mitad de la legislatura, con una buena gestión del Sr. Antonio Fernández, pero hubo sonoros fracasos como la gestión del aeropuerto de Talavera, la gestión de las listas de espera de Sanidad o el aumento acelerado del paro como consecuencia de la pérdida de empleo público.
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A mediados de legislatura, tras las elecciones europeas, el Sr. Monago y sus asesores más cercanos llegaron al convencimiento de que con esas polÃticas iban a perder las elecciones, de forma que habÃa que abrir el grifo (el de todos los extremeños). Las primeras consecuencias fueron las dimisiones del Consejero de Hacienda Sr. Fernández y del Consejero de Administración Pública Sr. Nevado-Batalla y su sustitución por miembros del partido, más dóciles, para orientar toda su actividad polÃtica al objetivo supremo de ganar las elecciones.
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A partir de ese momento las ruedas de prensa de la Sra. Teniente, vicepresidenta que habÃa asumido también la ConsejerÃa de EconomÃa, se convirtió en un vergonzoso acto de repartir el dinero de los extremeños a diestro y siniestro para conseguir su objetivo. Se reabrieron algunos centros de atención primaria, se restituyeron los recortes en transporte escolar, se subvencionó todo lo subvencionable e incluso, ya cerca de las elecciones, se perpetró esa paga extra a las mujeres mayores, que olÃa mucho a compra de voluntades.
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Se gastaron hasta lo que no tenÃamos, el déficit aumentó y se dejó un agujero que ahora tenemos que rellenar entre todos. Y perdieron las elecciones.
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Yo espero que el próximo gobierno de España actúe con más responsabilidad, por el bien de todos. Porque lo que viene no va a ser fácil.
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