Alonso Rodríguez Gómez, alias “el pichurrín”
Alonso El Pichurrín, como es conocido por todos, es de esos comunistas acérrimos que no cambian sus ideas por nada del mundo y las llevan a la práctica hasta sus últimas consecuencias tanto en su vida personal, social o política. Es un sempiterno concejal en el ayuntamiento desde la democracia, menos en una legislatura, aunque hoy está en el estrado de la oposición en solitario, ha cosechado mejores resultados electorales.
La austeridad en la gestión es su proclama desde siempre, aunque hubo un tiempo que era considerada una falacia pasada de moda.
Cooperativista convencido, supo revolucionar a los agricultores y ganaderos para constituirse en otras fórmulas anticapitalista, aunque no han resultado rentables “a causa de las personas”.
Natural de Montijo
como sus padres Juan y María, agricultores, casados de mayores, con cuarenta años.
Tiene un hermano, Miguel. Alonso se casó y se separó de Paca, con quien tiene
dos hijas, Juana María y Ana Isabel.
¿Cómo fue su
educación?
Estudié con Julián
Guzmán, la mayor parte del tiempo por la noche y nos enseñó, preferentemente, “las
cuentas” porque no íbamos a estudiar más y mi padre fue lo que le pidió. Para
no quedar a mi madre sola en el campo nos turnábamos mi hermano y yo. Le he
tenido toda mi vida un cariño especial porque nos trató muy bien. A los
maestros entonces se le tenía un respeto. La mayor parte de lo que sé lo
aprendí allí. También los había que se escapaban, pero la mayoría de los alumnos
sacaron provecho. Éramos una cuadrilla muy especial. Estábamos muchos
para querer estudiar y no todos cabían. Cuando entraba una persona en clase,
nos poníamos de pie en silencio respetuoso hasta que se iba. Eran muy
numerosas, con más de cuarenta alumnos de distintas edades y preparación. Recuerdo que antes
los mozos de mulas y aperaores, que eran los que sabían algo, se dedicaban después
de las labores de arao de sol a sol, a enseñar a los muchachos que estaban en
los cortijos y no podían venir al pueblo. Veniramos desde la huerta, por un
camino malísimo, andando y con bicicleta y por “la verea” de la vía del tren.
Recuerdo que la noche que murió mi padre el coche que iba a por él, entró con gran dificultad y
D. Rafael Fdez. de Soria, especialista del corazón de Badajoz, tuvo que entrar andando
por arriba de la acequia porque estaba todo inundando.
¿Cómo era s vida
en la huerta?
Desde chiquinino
me tenían que atar al cerrojo de la puerta porque mi interés principal era ir a beber agua de la noria y
les daba miedo que la mula me diera en la cabeza al ir girando con los ojos
tapados para no marearse, enganchada en la mijarra. Mi hermano, un día salió
desbocao sin obedecer y mi madre salió corriendo diciendo que le había dado
algo al niño y fue a parar a un jardín con alambres espinosos y se destrozó la nariz,
y es que se había bebido la botella del vino que estaba dentro del pozo para
enfriar. A mí, dándole vueltas a las ruedas del rastrillo, me pasó por encima
del pie y le dije a mi madre “que me había reventado los sesos de la uña
del dedo gordo” porque eso es lo que me parecía.
Y mi afición
predilecta era ver los huevos y los pajarinos ya estuvieran en la rama más alta
o aislada. Aunque era chico, todos teníamos que trabajar, un día dejé un cantero sin regar
con el agua del pozo y cuando se dio cuenta mi padre me hizo regarlo a cubo, no
se me olvida lo trabajoso que fue. Ha sido duro pero
lo recuerdo con agrado, siempre me ha gustado el trabajo en el campo.
¿Cómo os
divertíais?
Veníamos muy
poquito al pueblo, mi padre murió cuando yo tenía 18 años y nos dio poco tiempo
para la diversión. Al cine los domingos y poco más. Los lutos se llevaban a
rajatabla y de años.
¿Y la mili?
El campamento lo
hice en las instalaciones viejas de Ovejo. La mili en Mérida y Badajoz, fui
siempre recluta. Me libró de la reclutá, el veterano, Paco Morales (de Puebla).
No guardo malos recuerdos de esa época, mi madre se operó y me trataron bien.
¿Por qué ese
alias, Pichurrín?
Viene de
generaciones pero no sé el significado pero el apodo de mi madre, “camposlargos”, ha desaparecido. Un abuelo mío
era guarda rural y otro cabrero, dos de los gremios más
enfrentados porque las cabras se metían en los sembrados. Son muy inteligentes y
a un silbido del pastor, en cinco minutos, se comían lo sembrado y con otro
silbido estaban ya en sus casas, se metían ellas mismas . Se pasaban por la
alcantarilla Valdelobos, más allá del pueblo, en la vía, y no había formas de
descubrirlas. Era una riqueza ganadera grande en Montijo, había sus 30 puntas
de cabras hasta que
se lo cargó “el Rodrigón”, de la Cámara Agraria, por denuncias en el juzgado. Estando
éste de presidente le preguntó al tío Lavao, un guarda rural, que cómo estaba
la senara de cebada que él tenía al pie del cementerio, y le contestó:
“Acamada, sr. Rodríguez, acamada”. Y la verdad era que la tierra estaba completamente
arrasada, comida por las cabras lo que contribuyó a las denuncias persistentes sobre
los cabreros.
Además de
agricultor y ganadero propio, ¿qué otros trabajos ha tenido?
En la Central
Lechera, en los últimos años. Se crea un grupo ganadero en Montijo constituido
por D. Antonio Rodas y varios ganaderos, para intentar librarnos de la
brucelosis (las calenturas Malta) que padecía el ganado vacuno y que les provocaba
abortos en la especie y un gran riesgo para la salud humana, teniendo en cuenta
que la leche se vendía cruda y por las calles.
Conseguimos de la
administración que nos mandaran a un técnico del Mº de Agricultura, Miguel Ángel
Díaz Yubero, a este el grupo de saneamiento, el primero creado en España, para
ver cómo terminábamos con la brucelosis. Cuando creíamos que teníamos que
pagarlo nosotros y matar a todos los animales que salieran positivos, se hizo
cargo la administración de los costes de los análisis y de las indemnizaciones de
las vacas que había que sacrificar. El que más horas dio en su despacho fue, el
ya fallecido, veterinario Rodas; hubo que luchar mucho para conseguirlo. Algún día,
no sé si se lo reconocerán. Propuse al pleno municipal que pusieran una calle
que ya, lleva su nombre.
Estuvimos hasta el
80, funcionando con el grupo ganadero como si fuera una cooperativa. Después,
acogiéndonos a la ley de cooperativas protegidas se crea La Extremeña, formada
por socios mayormente de pequeños y medianos agricultores y ganaderos. Empezamos
unos veinte, Los Cabañas, Juan y Manuel Pérez Gallardo... en la Calle Gabriel y
Galán hasta que se construyeron las instalaciones junto al Macro Silo.
¿Por qué se
constituyen en cooperativa?
Porque había una
necesidad de librarnos de los intermediarios ya que los márgenes comerciales se
los llevaban otros y pensábamos que nos íbamos a librar de ellos, pero no fue
así. Lo que hicimos con los cereales, fue servirles de almacenes a las
multinacionales porque el SEMPA se desentendió de pagar almacenaje y tuvimos que
claudicar con el precio que querían
pagar las multinacionales
En el 86 se crea
ACOREX...
Una cooperativa de
cooperativas, y se hace La Central Lechera, en las instalaciones de la Coop. La
Extremeña, en la Avda. de la Estación por los mismos socios, con la
colaboración activa de D. Antonio Rodas.con el fin de pasteurizar la leche y
que hubiera menos riesgo para el consumo. Seguimos llevándola a domicilio en
coches isotermos y hubo que crear un comercio para que se repartiera la leche
desde allí porque no se podía llevar directamente de la fábrica. Y así se crea
la Cooperativa de Consumo.
¿Llamada
Cooperativa de Consumo Vegas del Guadiana?
Sí, y sigue medio
viva, con una salud “mu mala”. Las instalaciones estuvieron en la calle
Jovellanos y después en San Antonio. La primera gerente fue Filomena Peláez,
hoy decana del colegio de abogados de Badajoz. Se vendía toda clase de
productos al público como si fuera un supermercado y de ahí se distribuía la
leche a través de doce o trece coches.
¿Cómo se vino
abajo?
Una y otra vez,
vamos a decir, que los que fallamos somos las personas porque no estamos preparados para el cooperativismo. Es
una forma alternativa al capitalismo y parece que no
gusta mucho.
Para suministrar a
la central lechera se crea una explotación Comunitaria de la Tierra, El Nido, en
la Calzada Romana de Montijo a Torremayor, cuya función era servir leche, con
doscientas vacas en explotación, de muy buena calidad. Ahí metimos las vacas
los ganaderos que quisimos y nuestras cuotas lácteas y otros socios, ajenos a
ganaderos y cuotas, tomaron el poder pensando que era una mina de oro, hasta
que la deshicieron. Falló de nuevo las personas.
Volvemos a ACOREX
¿por qué?
Se funda con
cooperativas de pequeños y medianos agricultores y para su defensa porque a los
grandes no les hacía falta agruparse para defenderse. Mi desilusión fue que
personas, que yo pensé creían en el cooperativismo, plantean en una reunión en
Don Benito dejar de luchar por los pequeños, puesto que no tenían futuro
ninguno, según ellos, ya que las subvenciones estaban viniendo a grandes agricultores.
Entonces teníamos la Caja Rural en
nuestras manos, nos habíamos presentado y ganado pero, como te he dicho antes, parece
ser que creemos más en el capitalismo que en el cooperativismo... Muchos de los
agricultores y ganaderos que formábamos estas empresas creíamos que cargándonos
a nuestros propios compañeros haríamos nuestras explotaciones más grandes, y en
esas siguen...
Es una empresa
grandísima, actualmente, pero la fuerza social que teníamos desapareció el mismo día que se consintió que
desapareciera el primer agricultor.
Hoy, millones
barajan muchos pero fuerza social ninguna, pese a que crean que sí. Esa fue la
causa de mi salida. Dimití como consejero de Caja Rural,y de Acorex, me echaron porque
molestaba. Tengo el orgullo de que ninguna persona habla mal de mí, que yo
sepa.
Sigue el historial
cooperativo...
Creamos Arco
Iris,, que está viva, con cultivo de espárrago para la fábrica de ACOREX.
Metimos tierras y se arrendaron otras y se explotan comunitariamente. Se
sembraron 33 H. de
espárrago en una finca del ayto. de Montijo, El Potril. Corrió por nuestra
cuenta la electrificación y la transformación de la tierra de secano a regadío
y se plantó. Se daba al año sobre 25 millones de ptas. en jornales, hasta que
vino el rio, los cogió y los pudrió todos. Esto provocó que el producto
desapareciera y se cerrara la fábrica porque se acumulaban las deudas ya que el
producto no valía lo que se invirtió. Y han desaparecido el producto y la fábrica.
Podemos dar gracias
porque era una
inversión muy grande. Sin embargo, esta coop. sigue viva, aún con pérdidas, y seguimos
explotando la tierra y afrontando las deudas.
Entre medio me
hicieron fundar una coop de confección La Clave,(por el programa de Balbín), en la Escuela de Artes y Oficios, Eran
todas mujeres, trabajando para los Horacio.
Tenía que ir a apagar fuego cada vez que se alborotaban pero supervivían.
Desapareció cuando
cerró Horacio. Había más de 14 socias.
Además participé
en la confederación de Coop. de Extremadura, y en la Federación, me quisieron hacer
presidente pero no quise y se nombró a Gabriel Montesinos.
Todo este
entramado cooperativo nació de una organización sindical, la UCE, antes de
vendarla.
Hombre político.
Comienzo...
Primero entré en
el 80, en la organización sindical UCE y después en el Partido Comunista, en el
que sigo, porque era la que defendía a los pequeños y medianos. La
UCE la dejé y se
creó la OCE. Entré de concejal en la 2ª legislatura con Molano en el P.C.
Su experiencia
municipal...
He aprendido mucho
en esta escuela de la vida política. Entré con menos de treinta años. Esperábamos ganar, aunque no se
atrevieron a llevarme en las listas en la primera legislatura porque los agricultores
son considerados un gremio muy conservador
y yo que estaba con el movimiento sindical podía resultar negativo para el
resultado electoral, porque en aquellos años a los comunistas nos veían con
rabos y cuernos. En las segundas, me presentaron como independiente para disimular.
¿Su referente
político?
El maestro de mi
vida política ha sido Juan Carlos Molano. Tiene un ojo político muy fino. Cada
vez que se ha acercado alguno hasta el PC ha sabido vaticinar como iba a ser su
final, muchos se han ido al PSOE o al PP. Honrado, ha sido siempre y ha dicho
las cosas muy claras en la organización, austero y trabajador. Aunque algunos
no crean en él. Es el que mantiene el Partido en Montijo y lo defiende a nivel
regional.
Muchos pactos con
otros partidos ¿el resultado?
IU es una coalición
de partidos y mientras que se cumplan las normas no hay problemas. Una parte de esos partidos nos
siguen viendo mal y estamos el PC en una situación, una parte, bastante mal a
nivel regional y nacional. Creemos que hay que estar pegados a la gente de la
calle y no ocupando sillones, distribuyéndose el poder para seguir
haciendo más de lo mismo. Hablar, hablan muy bien.
¿Cuál fue el
motivo de perder el Ayuntamiento en Montijo?
Una de las causas,
creo, fue que cuando se arreglaban las calles hacíamos derramas entre los vecinos
y a un mes de las elecciones las pusimos al cobro. El PSOE prometió que si ganaban, las quitarían, y
perdimos. Algunos no han vuelto otra vez al partido, aunque yo
les digo que si vuelven les cobraré las derramas pendientes. Aunque teníamos la
mayoría absoluta fue una legislatura dificilísima porque algunos miembros se
pasaron a otros partidos. Que se cumpla el programa electoral, es una máxima
PC... Sacábamos adelante lo prometido en el programa electoral porque nuca
prometíamos la luna aunque no es habitual que los partidos cumplan su programa
Un logro como
concejal...
El ambulatorio,
quizá, fue la mejor obra que se hizo. También quitar los estercoleros alrededor
del pueblo. El asfalto de las calles con hormigón con el paro obrero, porque antes eran una
papa. Revitalizar la zona del Valle. Entrega de solares a los necesitados. Arreglo del Atrio de San Pedro,
que fue muy criticado por algunos porque
creían que era en beneficio de los curas, cuando en realidad el Atrio es
propiedad del Ayuntamiento y de todo el pueblo.
¿Qué le gustaría
que se consiguiera para Montijo?
El desdoblamiento
de la ctra. De Don Carlos y la construcción allí del nuevo polígono industrial.
Si alguien le dice
comunista retrógrado y trasnochado...
Me quedo sonriente
porque aguanto muy bien la crítica. Los que me conocen saben que no me van a
hacer cambiar. Ya con mi padre, que compró una radio para escuchar Radio
Internacional Emisora Pirinaica, me quedaba con él aunque estaba perseguido escucharla
y era peligroso porque, en el campo, la Guardia Civil podía llegar a cualquier hora.
¿Cómo ve al
Partido Comunista?
Está viviendo
mucha gente joven al PC y bastante sensata. Por fin está llegando los que nos
tienen que sustituir.
En la legislatura
del 2011 está sólo como concejal de IU...
Me preguntó un
medio que qué esperanza tenía de ganar y contesté que si todos los pobres de Montijo
sabían a quien tenían que votar, sacaba para dos alcaldías. Ahora bien, si los
pobres creían que todos éramos ricos ya, pues iba a sacar muy pocos votos. Y aquí estoy sólo.
Est na legislatura
bastante activa por las cosas que tenemos que defender, aunque la crisis va
para largo con las medidas que están tomando y no vamos a ninguna parte porque
el que tiene que pagar es el que más tiene, pero mientras hagan trampas, como con
la SICAP, y los que tenían que pagar un 35% paguen un 1%...
Hizo “Protagonista
El Campo”, un programa de Radio Montijo...
Sí, muchos años,
contigo y con Antonio Ortiz, para divulgar noticias del campo, y tertulias con técnicos de agricultura y
consumo.
La austeridad en la gestión es su proclama desde siempre, aunque hubo un tiempo que era considerada una falacia pasada de moda.
Cooperativista convencido, supo revolucionar a los agricultores y ganaderos para constituirse en otras fórmulas anticapitalista, aunque no han resultado rentables “a causa de las personas”.
Natural de Montijo como sus padres Juan y María, agricultores, casados de mayores, con cuarenta años. Tiene un hermano, Miguel. Alonso se casó y se separó de Paca, con quien tiene dos hijas, Juana María y Ana Isabel.
¿Cómo fue su educación?
Estudié con Julián Guzmán, la mayor parte del tiempo por la noche y nos enseñó, preferentemente, “las cuentas” porque no íbamos a estudiar más y mi padre fue lo que le pidió. Para no quedar a mi madre sola en el campo nos turnábamos mi hermano y yo. Le he tenido toda mi vida un cariño especial porque nos trató muy bien. A los maestros entonces se le tenía un respeto. La mayor parte de lo que sé lo aprendí allí. También los había que se escapaban, pero la mayoría de los alumnos sacaron provecho. Éramos una cuadrilla muy especial. Estábamos muchos para querer estudiar y no todos cabían. Cuando entraba una persona en clase, nos poníamos de pie en silencio respetuoso hasta que se iba. Eran muy numerosas, con más de cuarenta alumnos de distintas edades y preparación. Recuerdo que antes los mozos de mulas y aperaores, que eran los que sabían algo, se dedicaban después de las labores de arao de sol a sol, a enseñar a los muchachos que estaban en los cortijos y no podían venir al pueblo. Veniramos desde la huerta, por un camino malísimo, andando y con bicicleta y por “la verea” de la vía del tren. Recuerdo que la noche que murió mi padre el coche que iba a por él, entró con gran dificultad y D. Rafael Fdez. de Soria, especialista del corazón de Badajoz, tuvo que entrar andando por arriba de la acequia porque estaba todo inundando.
¿Cómo era s vida en la huerta?
Desde chiquinino me tenían que atar al cerrojo de la puerta porque mi interés principal era ir a beber agua de la noria y les daba miedo que la mula me diera en la cabeza al ir girando con los ojos tapados para no marearse, enganchada en la mijarra. Mi hermano, un día salió desbocao sin obedecer y mi madre salió corriendo diciendo que le había dado algo al niño y fue a parar a un jardín con alambres espinosos y se destrozó la nariz, y es que se había bebido la botella del vino que estaba dentro del pozo para enfriar. A mí, dándole vueltas a las ruedas del rastrillo, me pasó por encima del pie y le dije a mi madre “que me había reventado los sesos de la uña del dedo gordo” porque eso es lo que me parecía.
Y mi afición predilecta era ver los huevos y los pajarinos ya estuvieran en la rama más alta o aislada. Aunque era chico, todos teníamos que trabajar, un día dejé un cantero sin regar con el agua del pozo y cuando se dio cuenta mi padre me hizo regarlo a cubo, no se me olvida lo trabajoso que fue. Ha sido duro pero lo recuerdo con agrado, siempre me ha gustado el trabajo en el campo.
¿Cómo os divertíais?
Veníamos muy poquito al pueblo, mi padre murió cuando yo tenía 18 años y nos dio poco tiempo para la diversión. Al cine los domingos y poco más. Los lutos se llevaban a rajatabla y de años.
¿Y la mili?
El campamento lo hice en las instalaciones viejas de Ovejo. La mili en Mérida y Badajoz, fui siempre recluta. Me libró de la reclutá, el veterano, Paco Morales (de Puebla). No guardo malos recuerdos de esa época, mi madre se operó y me trataron bien.
¿Por qué ese alias, Pichurrín?
Viene de generaciones pero no sé el significado pero el apodo de mi madre, “camposlargos”, ha desaparecido. Un abuelo mío era guarda rural y otro cabrero, dos de los gremios más enfrentados porque las cabras se metían en los sembrados. Son muy inteligentes y a un silbido del pastor, en cinco minutos, se comían lo sembrado y con otro silbido estaban ya en sus casas, se metían ellas mismas . Se pasaban por la alcantarilla Valdelobos, más allá del pueblo, en la vía, y no había formas de descubrirlas. Era una riqueza ganadera grande en Montijo, había sus 30 puntas de cabras hasta que se lo cargó “el Rodrigón”, de la Cámara Agraria, por denuncias en el juzgado. Estando éste de presidente le preguntó al tío Lavao, un guarda rural, que cómo estaba la senara de cebada que él tenía al pie del cementerio, y le contestó: “Acamada, sr. Rodríguez, acamada”. Y la verdad era que la tierra estaba completamente arrasada, comida por las cabras lo que contribuyó a las denuncias persistentes sobre los cabreros.
Además de agricultor y ganadero propio, ¿qué otros trabajos ha tenido?
En la Central Lechera, en los últimos años. Se crea un grupo ganadero en Montijo constituido por D. Antonio Rodas y varios ganaderos, para intentar librarnos de la brucelosis (las calenturas Malta) que padecía el ganado vacuno y que les provocaba abortos en la especie y un gran riesgo para la salud humana, teniendo en cuenta que la leche se vendía cruda y por las calles.
Conseguimos de la administración que nos mandaran a un técnico del Mº de Agricultura, Miguel Ángel Díaz Yubero, a este el grupo de saneamiento, el primero creado en España, para ver cómo terminábamos con la brucelosis. Cuando creíamos que teníamos que pagarlo nosotros y matar a todos los animales que salieran positivos, se hizo cargo la administración de los costes de los análisis y de las indemnizaciones de las vacas que había que sacrificar. El que más horas dio en su despacho fue, el ya fallecido, veterinario Rodas; hubo que luchar mucho para conseguirlo. Algún día, no sé si se lo reconocerán. Propuse al pleno municipal que pusieran una calle que ya, lleva su nombre.
Estuvimos hasta el 80, funcionando con el grupo ganadero como si fuera una cooperativa. Después, acogiéndonos a la ley de cooperativas protegidas se crea La Extremeña, formada por socios mayormente de pequeños y medianos agricultores y ganaderos. Empezamos unos veinte, Los Cabañas, Juan y Manuel Pérez Gallardo... en la Calle Gabriel y Galán hasta que se construyeron las instalaciones junto al Macro Silo.
¿Por qué se constituyen en cooperativa?
Porque había una necesidad de librarnos de los intermediarios ya que los márgenes comerciales se los llevaban otros y pensábamos que nos íbamos a librar de ellos, pero no fue así. Lo que hicimos con los cereales, fue servirles de almacenes a las multinacionales porque el SEMPA se desentendió de pagar almacenaje y tuvimos que claudicar con el precio que querían pagar las multinacionales
En el 86 se crea ACOREX...
Una cooperativa de cooperativas, y se hace La Central Lechera, en las instalaciones de la Coop. La Extremeña, en la Avda. de la Estación por los mismos socios, con la colaboración activa de D. Antonio Rodas.con el fin de pasteurizar la leche y que hubiera menos riesgo para el consumo. Seguimos llevándola a domicilio en coches isotermos y hubo que crear un comercio para que se repartiera la leche desde allí porque no se podía llevar directamente de la fábrica. Y así se crea la Cooperativa de Consumo.
¿Llamada Cooperativa de Consumo Vegas del Guadiana?
Sí, y sigue medio viva, con una salud “mu mala”. Las instalaciones estuvieron en la calle Jovellanos y después en San Antonio. La primera gerente fue Filomena Peláez, hoy decana del colegio de abogados de Badajoz. Se vendía toda clase de productos al público como si fuera un supermercado y de ahí se distribuía la leche a través de doce o trece coches.
¿Cómo se vino abajo?
Una y otra vez, vamos a decir, que los que fallamos somos las personas porque no estamos preparados para el cooperativismo. Es una forma alternativa al capitalismo y parece que no gusta mucho.
Para suministrar a la central lechera se crea una explotación Comunitaria de la Tierra, El Nido, en la Calzada Romana de Montijo a Torremayor, cuya función era servir leche, con doscientas vacas en explotación, de muy buena calidad. Ahí metimos las vacas los ganaderos que quisimos y nuestras cuotas lácteas y otros socios, ajenos a ganaderos y cuotas, tomaron el poder pensando que era una mina de oro, hasta que la deshicieron. Falló de nuevo las personas.
Volvemos a ACOREX ¿por qué?
Se funda con cooperativas de pequeños y medianos agricultores y para su defensa porque a los grandes no les hacía falta agruparse para defenderse. Mi desilusión fue que personas, que yo pensé creían en el cooperativismo, plantean en una reunión en Don Benito dejar de luchar por los pequeños, puesto que no tenían futuro ninguno, según ellos, ya que las subvenciones estaban viniendo a grandes agricultores. Entonces teníamos la Caja Rural en nuestras manos, nos habíamos presentado y ganado pero, como te he dicho antes, parece ser que creemos más en el capitalismo que en el cooperativismo... Muchos de los agricultores y ganaderos que formábamos estas empresas creíamos que cargándonos a nuestros propios compañeros haríamos nuestras explotaciones más grandes, y en esas siguen...
Es una empresa grandísima, actualmente, pero la fuerza social que teníamos desapareció el mismo día que se consintió que desapareciera el primer agricultor.
Hoy, millones barajan muchos pero fuerza social ninguna, pese a que crean que sí. Esa fue la causa de mi salida. Dimití como consejero de Caja Rural,y de Acorex, me echaron porque molestaba. Tengo el orgullo de que ninguna persona habla mal de mí, que yo sepa.
Sigue el historial cooperativo...
Creamos Arco Iris,, que está viva, con cultivo de espárrago para la fábrica de ACOREX. Metimos tierras y se arrendaron otras y se explotan comunitariamente. Se
sembraron 33 H. de espárrago en una finca del ayto. de Montijo, El Potril. Corrió por nuestra cuenta la electrificación y la transformación de la tierra de secano a regadío y se plantó. Se daba al año sobre 25 millones de ptas. en jornales, hasta que vino el rio, los cogió y los pudrió todos. Esto provocó que el producto desapareciera y se cerrara la fábrica porque se acumulaban las deudas ya que el producto no valía lo que se invirtió. Y han desaparecido el producto y la fábrica. Podemos dar gracias
porque era una inversión muy grande. Sin embargo, esta coop. sigue viva, aún con pérdidas, y seguimos explotando la tierra y afrontando las deudas.
Entre medio me hicieron fundar una coop de confección La Clave,(por el programa de Balbín), en la Escuela de Artes y Oficios, Eran todas mujeres, trabajando para los Horacio. Tenía que ir a apagar fuego cada vez que se alborotaban pero supervivían.
Desapareció cuando cerró Horacio. Había más de 14 socias.
Además participé en la confederación de Coop. de Extremadura, y en la Federación, me quisieron hacer presidente pero no quise y se nombró a Gabriel Montesinos.
Todo este entramado cooperativo nació de una organización sindical, la UCE, antes de vendarla.
Hombre político. Comienzo...
Primero entré en el 80, en la organización sindical UCE y después en el Partido Comunista, en el que sigo, porque era la que defendía a los pequeños y medianos. La
UCE la dejé y se creó la OCE. Entré de concejal en la 2ª legislatura con Molano en el P.C.
Su experiencia municipal...
He aprendido mucho en esta escuela de la vida política. Entré con menos de treinta años. Esperábamos ganar, aunque no se atrevieron a llevarme en las listas en la primera legislatura porque los agricultores son considerados un gremio muy conservador y yo que estaba con el movimiento sindical podía resultar negativo para el resultado electoral, porque en aquellos años a los comunistas nos veían con rabos y cuernos. En las segundas, me presentaron como independiente para disimular.
¿Su referente político?
El maestro de mi vida política ha sido Juan Carlos Molano. Tiene un ojo político muy fino. Cada vez que se ha acercado alguno hasta el PC ha sabido vaticinar como iba a ser su final, muchos se han ido al PSOE o al PP. Honrado, ha sido siempre y ha dicho las cosas muy claras en la organización, austero y trabajador. Aunque algunos no crean en él. Es el que mantiene el Partido en Montijo y lo defiende a nivel regional.
Muchos pactos con otros partidos ¿el resultado?
IU es una coalición de partidos y mientras que se cumplan las normas no hay problemas. Una parte de esos partidos nos siguen viendo mal y estamos el PC en una situación, una parte, bastante mal a nivel regional y nacional. Creemos que hay que estar pegados a la gente de la calle y no ocupando sillones, distribuyéndose el poder para seguir haciendo más de lo mismo. Hablar, hablan muy bien.
¿Cuál fue el motivo de perder el Ayuntamiento en Montijo?
Una de las causas, creo, fue que cuando se arreglaban las calles hacíamos derramas entre los vecinos y a un mes de las elecciones las pusimos al cobro. El PSOE prometió que si ganaban, las quitarían, y perdimos. Algunos no han vuelto otra vez al partido, aunque yo les digo que si vuelven les cobraré las derramas pendientes. Aunque teníamos la mayoría absoluta fue una legislatura dificilísima porque algunos miembros se pasaron a otros partidos. Que se cumpla el programa electoral, es una máxima PC... Sacábamos adelante lo prometido en el programa electoral porque nuca prometíamos la luna aunque no es habitual que los partidos cumplan su programa
Un logro como concejal...
El ambulatorio, quizá, fue la mejor obra que se hizo. También quitar los estercoleros alrededor del pueblo. El asfalto de las calles con hormigón con el paro obrero, porque antes eran una papa. Revitalizar la zona del Valle. Entrega de solares a los necesitados. Arreglo del Atrio de San Pedro, que fue muy criticado por algunos porque creían que era en beneficio de los curas, cuando en realidad el Atrio es propiedad del Ayuntamiento y de todo el pueblo.
¿Qué le gustaría que se consiguiera para Montijo?
El desdoblamiento de la ctra. De Don Carlos y la construcción allí del nuevo polígono industrial.
Si alguien le dice comunista retrógrado y trasnochado...
Me quedo sonriente porque aguanto muy bien la crítica. Los que me conocen saben que no me van a hacer cambiar. Ya con mi padre, que compró una radio para escuchar Radio Internacional Emisora Pirinaica, me quedaba con él aunque estaba perseguido escucharla y era peligroso porque, en el campo, la Guardia Civil podía llegar a cualquier hora.
¿Cómo ve al Partido Comunista?
Está viviendo mucha gente joven al PC y bastante sensata. Por fin está llegando los que nos tienen que sustituir.
En la legislatura del 2011 está sólo como concejal de IU...
Me preguntó un medio que qué esperanza tenía de ganar y contesté que si todos los pobres de Montijo sabían a quien tenían que votar, sacaba para dos alcaldías. Ahora bien, si los pobres creían que todos éramos ricos ya, pues iba a sacar muy pocos votos. Y aquí estoy sólo.
Est na legislatura bastante activa por las cosas que tenemos que defender, aunque la crisis va para largo con las medidas que están tomando y no vamos a ninguna parte porque el que tiene que pagar es el que más tiene, pero mientras hagan trampas, como con la SICAP, y los que tenían que pagar un 35% paguen un 1%...
Hizo “Protagonista El Campo”, un programa de Radio Montijo...
Sí, muchos años, contigo y con Antonio Ortiz, para divulgar noticias del campo, y tertulias con técnicos de agricultura y consumo.