Lo que sucedió la pasada “noche de San Juan” en Casteldefells me tiene algo más que impresionado… me estoy empezando a indignar. La irresponsable actitud de ciertas Cadenas de Televisión para las que esta tragedia no deja de ser más que un medio de conseguir audiencia por la vía de mostrar sangre y vísceras, sin ningún tipo de autorregulación, lo siento, no puedo evitarlo, me pone de los nervios. Pero siempre que suceden estas cosas, hay que dar un paso más y, pasado el tiempo de la carne machacada, los bomberos limpiando con mangueras de presión la sangre y los trozos de carne, como si de la matanza de un gorrino se tratara, hay que subir un peldaño y entrar en la ingente cantidad de testimonios de presuntos testigos…y ahí no hay límites que valgan. He asistido a los testimonios de gente como el kioskero de la estación que mantiene que, en los 15 años que lleva allí, jamás había visto un tren circulando a esa velocidad por las vías. Que se produjo el atropello y, sobre su kiosko, notó que le caían como piedras que eran trozos de cuerpos machacados. He asistido a declaraciones televisivas de gente que iba en el tren y que llegan a jurar y perjurar que no tenían alternativa porque el paso elevado está cerrado por obras y el subterráneo es tan estrecho que no se podía pasar y se colapsó. Vale que, cuando pasa algo así, los amigos y familiares de las víctimas busquen siempre algún culpable.

Resulta que los trenes de largo recorrido no paran en esa estación que no deja de ser un simple Apeadero. Y el Alaris que une Valencia con Barcelona y que es un tren que desarrolla más de 200 kilómetros de velocidad, no tenía que parar, se encuentra los discos verdes para tener paso franco, pita a su entrada en la estación, va por su vía a 133 k/h. pero de golpe, le aparecen un montón de irresponsables que, en lugar de bajarse por la parte del andén, están cruzando las vías mientras, por megafonía, se está avisando del peligro de cruzar los raíles ante la inminente llegada de un tren rápido. Todo esto está comprobado y las pruebas nos llevan a que las causas pasan por la irresponsabilidad de los jóvenes que iban como locos a pasar una noche de juerga y francachelas en la playa, muchos de ellos ya pasados con el alcohol y por cierto, la inmensa mayoría eran chicos latino/americanos y de color.

Ciertas cadenas de televisión no tienen límites a la hora de mostrar no solo los resultados del accidente, sea la hora que sea y estén o no niños mirando, no les importa, su objetivo es ir un poco más allá a base de testimonios de testigos, digan lo que digan, pero siempre buscando un culpable. A esos testigos les he oído decir que la estación tenía poca luz, que no había vigilancia, que es muy pequeña para absorber a tanta gente, pero también he visto como, a la mañana siguiente del drama, la gente seguía cruzando las vías como si nada pudiera pasar. Y no eran uno o dos…cientos de personas dando saltos por los raíles, madres jóvenes con sus hijos de la mano…¿pero es que estamos locos?. Y mientras tanto, según el Sindicato de Maquinistas, el conductor del Alaris no duerme, no come, no habla, está en estado catatónico y no para de llorar. Aunque se demuestre su inocencia en el accidente, le han destrozado la vida. Mantienen que nunca podrá volver a hacer su trabajo. Pero como eso no vende, ninguna cadena ha profundizado en este extremo. Se trata de mostrar sangre, vísceras, imágenes cuanto más cruentas, mejor. Ninguna de las Cadenas que han hecho de este accidente un recurso para ganar audiencia e ingresos publicitarios ha comentado la irresponsabilidad de los viajeros a los que se les ve cruzando las vías. Porque eso tampoco vende. Luego llegan todos esos tertulianos que forman la larga nómina de escandalosos que tanto vende en la tele, esos que de todo saben y de todo opinan, que lo hacen ex cátedra y a voces sin consentir que nadie les lleve la contraria, y, o las autoridades y público en general dicen y hacen lo que ellos mandan o todos somos unos inútiles. Es indignante que estos profesionales de la infamia y el engaño se permitan decirnos como hemos de pensar…que asco, coño. Pero es que este País, hasta en estas cosas es diferente. Adoramos ídolos de barro como Belén Esteban, convertida en un fenómeno mediático a base de vender sus intimidades y su poca clase, mientras la Cadena que le paga espera que se meta en un jardín para vender más espacios de publicidad. Así funciona esta gente. Y somos tan imbéciles que les seguimos para revolcarnos en las miserias humanas y poder demostrar con ello que siempre hay gente más desgraciada que nosotros.

Si buscar culpables a los que arrear en la cabeza fuera un Deporte Olímpico, Antena 3, Tele 5, La siete, Intereconomía y alguna más, se pelearían por la medalla de oro. Ya es triste comer cada día a base de las miserias de los demás. Pasó con el suceso de las niñas de Alcáser y vuelve a pasar ahora con este dramático accidente. Cuando las inundaciones en Badajoz con aquella cantidad de muertos, por mis manos pasaron imágenes demoledoras por su contenido tétrico. Ninguna de ellas salió en antena…¿iban a aportar algo para evitar la catástrofe?. Pero claro, luego todos somos iguales. Si la profesionalidad pasa por mostrar lo peor de cada suceso, acabaremos consiguiendo que en España nadie sea capaz de dormir. ¿Merece la pena manipular las cosas por conseguir un punto más de audiencia?, yo creo que no pero en este País somos así.